De acuerdo con el informe de Desempeño Social 2020 de la Fundación Microfinanzas BBVA y de Financiera Confianza, su entidad en el Perú, la radiografía del perfil de las y los microemprendedores peruanos es reveladora: 72% de sus clientes viven en situación de vulnerabilidad económica y solo 16% tiene educación primaria como máxima instrucción. Se trata de un usuario singular, con necesidades concretas y al que le hace falta conocimiento para liderar su desarrollo.

Además de eso, ha sido fuertemente golpeado por la pandemia. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística confirman que, durante los primeros meses de la cuarentena en 2020, las empresas con menos de diez trabajadores, donde se agrupan los micro y pequeños emprendedores, fueron aquellas en las que se perdieron más empleos.

Para darle a este segmento de la población las competencias que necesita para salir adelante, la Fundación Microfinanzas BBVA ha diseñado –bajo el paraguas de educación financiera– la metodología de finanzas productivas. Su objetivo es colocar a microemprendedores en el centro de su crecimiento a través de capacitación, acompañamiento y productos financieros que les permitan implementar un negocio propio.

Este emprendimiento, con financiación y otros productos multidimensionales, además de esfuerzo y empeño, es el vehículo que los sacará de la vulnerabilidad económica. La iniciativa está enmarcada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8 de las Naciones Unidas, que busca promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos. En este caso, todo empieza a partir del crédito. 

Como explica Stephanie García Van Gool, directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la Fundación Microfinanzas BBVA, lo que hacen es acercar el sistema bancario a los usuarios que no tienen acceso a fuentes de financiamiento o que si logran acceder a una es a través de un prestamista informal.

“Al formalizar esa relación, el cliente empieza a generar habilidades financieras que le permiten acumular capital en el tiempo. Esa es nuestra apuesta”, manifiesta. A la par, reciben formación en distintos temas vinculados a la gestión de un negocio, como finanzas, ventas, planeación, marketing e, incluso, uso de herramientas digitales.

Uno de los programas en los que adquieren estos conocimientos es Academia Palabra de Mujer, que lleva el nombre de uno de los productos financieros creados especialmente para las microemprendedoras del Perú. “Más del 50% de nuestros clientes son mujeres, ya que son quienes lideran este tipo de negocios”, menciona Alejandra Cruz, Responsable de Equidad y Empoderamiento de la Mujer de Financiera Confianza.

Por esa razón, crearon esta capacitación gratuita 100% virtual en alianza con Centrum PUCP, en la que interactúan en una plataforma de fácil acceso y con muchos recursos, con el acompañamiento de profesores y profesoras con amplia experiencia en la enseñanza de negocios. Como resultado, empoderan a la mujer y potencian su resiliencia económica para que mejoren su salud financiera.