La educadora Jessenia Cutipa ha regresado hace poco a un colegio de Villa el Salvador y ha visto lo mismo que durante sus años de escolar le incomodaba: jóvenes sentados copiando lo que el profesor dicta o escribe en la pizarra. Pero, a diferencia de antes, hoy ella tiene una alternativa: ‘Pazos, arte para la educación’, una organización que utiliza el arte como una herramienta clave de educación y el despertar de las sensibilidades.

Este grupo conformado por jóvenes, niños, estudiantes y educadores buscan poner a disposición de los jóvenes aquellas temáticas que tradicionalmente han sido evadidas por la educación convencional: los derechos humanos, la igualdad de género, el cuidado del medio ambiente y la participación ciudadana. Todas abordadas a través de distintos filtros artísticos.

“Si bien el arte desarrolla sensibilidad, apego, confianza, seguridad, así como habilidades físicas y motoras, también es una oportunidad para pensar más allá de ti y empezar a considerar también a tu barrio y tu comunidad”, explica Cutipa.

El teatro, así, puede ser motivo para hablar de la historia del distrito; la fotografía, una oportunidad para repasar los retratos de las mujeres que han hecho historia en el país; los festivales, para plantear el cuidado al medio ambiente; una exposición, para recordar hechos violentos como El Baguazo.

De este modo, Pazos se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) trazados por el PNUD que, en su objetivo número 4, busca garantizar una ‘Educación de calidad’ (que todos los alumnos accedan a una educación que promocione una cultura de paz y la no violencia).

EL PODER DEL ARTE
“Los talleres de arte nos permiten tener un espacio para revisar lo que hemos aprendido de la vida tradicionalmente por separado y luego vamos deconstruyendo todo ello a través de la reflexión”, explica Cutipa. “Puedes imaginar lo que significa un espacio de este tipo para las chicas en etapa de adolescencia que viven en un distrito conservador como Villa el Salvador”.

Acostumbrada a las tradiciones cusqueñas que mantuvo su familia, desde pequeña Cutipa entendió la fuerza del arte y las dinámicas colectivas para el fortalecimiento de la identidad, la solidaridad y la organización. Saber que contaba con alguien si se rompía el vestuario del grupo de danza, si se olvidaba un paso antes de una presentación teatral, si necesitaba ayuda con el peinado especial para la fiesta patronal, dice, fortalece de una manera única a las personas.

“El sistema educativo está inspirado en sistemas educativos que ni siquiera son de nuestro continente y que no tiene en cuenta los orígenes de las personas, las cultura en la vivimos, cómo nos relacionamos”, explica.

DEMANDA DE HABILIDADES
Desarrollar las habilidades de los niños es urgente. Las más recientes investigaciones del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) continúa revelando las carencias socioemocionales de la educación peruana. El informe Ser joven en el Perú: educación y trabajo explica cómo “los resultados laborales pobres serían el reflejo de una pobre acumulación de capital humano”.

“Las empresas están demandando más habilidades socioemocionales que antes. Estas habilidades se relacionan con la personalidad y la capacidad de regulación emocional, tanto de las propias emociones como de las de otras personas”, señala el documento. “Incluyen la perseverancia, el autocontrol, la confianza en los otros y en uno mismo, la autoestima, la resiliencia, la empatía y la tolerancia hacia opiniones distintas”.

Cutipa recuerda su educación de una manera muy distinta a esos objetivos. “Sentía que el colegio era más un espacio de socialización que de aprendizaje”, dice. Con Pazos, por el contrario, parece empezar unir la socialización al aprendizaje. La educación, explica, es un proceso transformador que se basa en materias específicas, pero también en acciones, emociones, organización y luchas.

​► Si tienes iniciativas como la de Jessenia Cutipa debes saber que Perú Sostenible, el encuentro de Sostenibilidad más grande del país, reunirá a empresas líderes, organizaciones internacionales, expertos y ciudadanía en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se realizará en la explanada del Museo de la Nación, el 20 y 21 de agosto del 2019. Participa ingresando aquí. 

(Primera foto interna: OXFAM)