Si el Estado quisiera ponerse al día con la inversión en infraestructura necesaria para el buen funcionamiento de nuestro país, necesitaría destinar más de tres cuartos del PBI nacional de aquí al 2025. La previsión fiscal es de 4,6% por año, una gran distancia del 6,3% indispensable. Entonces, ¿qué alternativas tenemos para subsanar ese desfase?

Obras por Impuestos (OxI) es una herramienta con gran potencial para remediar la brecha en infraestructura del Perú; es decir, la diferencia de obras con otros países. Este sistema fue creado en el 2008 con el objetivo de agilizar la inversión pública a través de la participación del sector privado. A cambio, este último recibe certificados que le permiten reducir su pago de impuesto a la renta.

Denisse Miralles, directora de Inversiones Descentralizadas de Proinversión, sostiene que las obras que se llevan a cabo en el esquema OxI, se ejecutan 15% más rápido en comparación con las que se efectúan en la figura de inversión pública convencional. Esto se debe a que el marco normativo de Obras por Impuestos tiene un proceso de selección simplificado que le permite a la empresa privada elegir un proyecto listo para ejecutar.

En ese contexto, Interbank entendió que para cerrar esta brecha de infraestructura en nuestro país, se necesita hacer más obras. Por eso, en 2014 asumió el compromiso de ejecutar infraestructura sostenible y de calidad para el desarrollo de las regiones, tal como promueve el Objetivo de Desarrollo (ODS) número 9: Industria, Innovación e Infraestructura; así como el ODS número 11: Ciudades y Comunidades Sostenibles.

Para ello, decidió apostar por el sistema OxI, para generar valor para su negocio y la sociedad de manera compartida, ya que el impacto social es un filtro categórico que las compañías aplican al seleccionar una obra. “Considerando que se adhieren a este mecanismo por un rédito reputacional, las empresas privilegian proyectos que impacten positivamente en la población y su entorno”, explica Miralles.

Es así como Interbank se embarcó en el desarrollo de infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad, con el propósito de apoyar el desarrollo económico y el bienestar humano, haciendo especial hincapié en el acceso asequible y equitativo para todos.

PROYECTOS CON GRAN IMPACTO SOCIAL
El primer proyecto que financió Interbank, que reunió características sostenibles, fue el puente Chilina, en Arequipa; una obra que estuvo “dormida” durante 50 años.

El banco comprendió que es necesario que las empresas trabajen con el Gobierno a fin de ejecutar grandes e importantes proyectos como este. Por ello, destinó $ 100 millones de los impuestos que normalmente paga al Estado, para financiar la construcción del puente Chilina.

Adicional a ello, se adjudicó dos proyectos emblemáticos en Piura: la Avenida Sánchez Cerro y el Puente Eguiguren. Esta infraestructura supuso una inversión total de S/ 154.5 millones.

Pero, la cifra que rescatan — y que mayor valor tiene para ellos — no es el dinero, sino el número de ciudadanos que se benefician diariamente con estas construcciones: la avenida Sánchez Cerro favorece a 450 mil ciudadanos y el Puente Eguiguren a 430 mil personas.

El Óvalo Nuevo Chimbote, en Ancash, la avenida Vice en Piura y la Sede del Gobierno Regional, en Moquegua, completan las seis obras que el banco ha ejecutado con esta modalidad.

Posteriormente, seguirán sumando más obras, porque consideran que la infraestructura del país es un asunto que compete a todos y permite dar calidad de vida a más peruanos.

PUBLIRREPORTAJE