Contar con suministro eléctrico es un servicio esencial para nuestras tareas diarias, al punto que, para quienes tenemos acceso a la luz eléctrica, imaginar nuestra vida sin ella es prácticamente imposible. Pese a ello, son muchas las localidades alrededor del mundo donde este servicio todavía no está garantizado. Según el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), seis de cada diez personas no tienen acceso a la electricidad en los países menos avanzados.

En Perú, este año, el Tribunal Constitucional reconoció, por primera vez, el acceso a la energía eléctrica como un derecho social no enumerado. Si bien aún no se puede garantizar al 100% de la población rural, esta va encaminada en un 82.2%, según el INEI. Sin embargo, seguimos en los últimos lugares de la fila: Perú es el país de América Latina y el Caribe, después de Haití, con el mayor número de población sin acceso al servicio eléctrico. Por eso, la asociación acciona.org, que brinda acceso a energía eléctrica a nivel regional, puso sus ojos en nuestro país. 

Acciona.org lleva energía solar y sostenible a las comunidades más alejadas y desfavorecidas del mundo, a través de la ejecución de proyectos de electrificación rural empleando energías renovables. Se han desarrollado en México en 2012 y en Panamá en 2018, pero fue en Perú donde iniciaron el proyecto Luz en Casa, en el 2009, con el objetivo de brindar acceso a un servicio básico de electricidad a comunidades de Cajamarca, el departamento con los más elevados índices de pobreza y de falta de electrificación de Perú.

Para lograrlo, implementaron un modelo de servicio eléctrico basado en la provisión de electricidad con sistemas fotovoltaicos domiciliarios de tercera generación que son fáciles de manejar, transportables y libres de contaminantes. Este modelo brinda seis horas de luz eléctrica diaria y asegura la carga de un teléfono móvil y la operación de algún aparato eléctrico durante dos horas aproximadamente. 

“Estamos atendiendo a comunidades rurales en Cajamarca, Loreto y Cusco que están acostumbradas a que les ofrezcan cosas y no se cumplen, o que se acuerden de ellos solamente en etapas electorales”, dice Jessica Olivares, directora gerente de la asociacion sin fines de lucro acciona.org Perú. “Ganar la credibilidad y la confianza de las poblaciones es un reto, pero, una vez superado esto, permite que se conviertan en los actores principales”.

Los beneficios para las comunidades son numerosos, pues les permiten desarrollar actividades productivas, domésticas, educativas y recreativas en el hogar con mayor facilidad. Se sustituyen los métodos de iluminación tradicionales y precarios, como las velas o las lámparas de petróleo, con lo que se evita enfermedades oculares y pulmonares generadas por los humos. Por supuesto, también se disminuyen radicalmente las posibilidades de un incendio en casa y se contribuye a minimizar el vertido incontrolado de pilas.

Todo esto, a cambio de una cuota mensual asequible para demostrar que es viable y sostenible llevar un servicio eléctrico básico de calidad a hogares de bajos ingresos en comunidades rurales aisladas y dispersas. Bajo esta modalidad, han logrado mejorar la calidad de vida de miles de hogares en Cajamarca, Loreto y Cusco. Además, desarrollan iniciativas de mejora de la infraestructura y la gestión del servicio de agua y saneamiento en zonas rurales. En 13 años de vida de acciona.org en Perú, el impacto ha sido cuantioso: han beneficiado a más de 17 mil hogares.

“Este proyecto continúa ampliándose para dos mil familias más en estos próximos meses, tanto en Cusco como en Loreto. La idea es continuar. Aún quedan muchas brechas por cerrar”, concluye Olivares, luego de recibir el Reconocimiento Perú por los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la categoría Prosperidad y subcategoría ONG, entregado por la organización Perú Sostenible.