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Relaves: ¿cómo dejar de verlos como pasivos ambientales?

Es necesaria una ampliación de las normas al respecto y seguir ejemplos valiosos para su desarrollo a futuro.
Redacción ContentLab

Monday, December 28, 2020

Por mucho tiempo, una vez que terminaban las labores de una operación minera en determinada zona, los relaves se convertían en un dolor de cabeza para las comunidades aledañas y las autoridades. Con el manejo adecuado del cierre de minas en las últimas décadas, los depósitos mineros son vistos cada vez más como un espacio físico que se puede seguir explotando de diferentes formas, ya sea como patrimonio geológico, atractivo turístico, centro de capacitación o explotación de minerales poco comunes.

Henry Luna, expresidente del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) y catedrático de la sección Minas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), comenta que en el Perú existen aproximadamente unos 6000 pasivos mineros. De ellos, al menos 300 requieren de algún trabajo de remediación, debido a su impacto ambiental.

Tras el tiempo de operación, que suele ser de algunas décadas, estos depósitos mineros permanecerán en sus zonas de acción, bajo los lineamientos establecidos para un cierre de mina.

“La normatividad de pasivos mineros es muy importante para el país, porque promueve que al finalizar la actividad minera se puedan sanear las zonas que han sido impactadas. Entonces, la legislación, regulada por la ley 18271, permite dar tratamiento a estas áreas”, explica.

Sobre este punto, resalta que no solo es viable la recuperación ambiental de estos depósitos mineros, sino que incluso ahora se explora una serie de posibilidades para seguir aprovechándolos en beneficio del sector minero o de las comunidades aledañas. Sin embargo, hacen falta normas claras para el reaprovechamiento de los relaves, explica Luna. Hoy por hoy, los permisos para la explotación minera tienen que ver con lo extraído del subsuelo, pero no con el reaprovechamiento de los relaves antiguos.

 

SITUACIÓN DE LOS RELAVES
Actualmente, la relavera más grande en operación en nuestro país es la de Antamina. Sin embargo, esta será superada por una que se encuentra en construcción: la de Quellaveco (Moquegua), que será la más grande del mundo. 

La relavera de Quellaveco almacenará 1300 millones de toneladas de material. Tras el tiempo de operación, que suele ser de algunas décadas, estos depósitos mineros permanecerán en sus zonas de acción, bajo los lineamientos establecidos para un cierre de mina.

Mientras tanto, mediante reciente normativa del Ministerio de Energía y Minas, la empresa Activos Mineros SAC (Amsac) ha sido encargada de la remediación de 778 pasivos ambientales mineros (PAM) en las regiones de Cajamarca, Lima, Pasco, Puno, Junín, Áncash y Huancavelica. Este proceso se desarrollará poco a poco, considerando que en estas localidades existen proyectos con grandes radios de acción, que incluyen varios pasivos en los que se debe tomar acción. 

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