ISO 14001: ¿cómo potencia el compromiso ambiental?
Entre sus beneficios están la mejora de la reputación de la minería y una mayor garantía de una gestión sostenible.
Redacción ContentLab
La mejor carta de presentación de una minera para demostrar su buena gestión medioambiental es la certificación ISO 14001. Sin duda, el sector debe cumplir muchas normas ambientales, pero este tipo de certificación garantiza el diseño e implementación de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) efectivo, basado en objetivos específicos y con reconocimiento internacional.
“Una minera tiene muchos más compromisos ambientales que cualquier empresa de otro sector”, apunta Julio Ubarnes, supervisor de calidad de la empresa certificadora SGS. Por ello, indica, las operaciones mineras formales tienen implementadas una serie de acciones, actividades y procedimientos destinados a la gestión ambiental que les permiten, en la práctica, acceder con mucha mayor facilidad a una certificación ISO 14001.
¿QUIÉN LA OTORGA Y PARA QUIÉN ES?
De acuerdo a la definición de la propia Organización Internacional para la Normalización (International Organization for Standardization – ISO), la certificación ISO 14001 es un acuerdo internacional que establece los requisitos para un sistema de gestión ambiental. Así mismo, ayuda a las organizaciones a mejorar su rendimiento medioambiental a través del uso eficiente de los recursos y la reducción de residuos, obteniendo una ventaja competitiva.
Las normas ISO contienen diversas reglas internacionales que han sido uniformizadas y son voluntarias. En la actualidad, se han entregado más de 300 mil certificaciones de la norma ISO 14001 en 171 países de todo el mundo.
Es clave recordar que la ISO no realiza las certificaciones. Las empresas que deseen certificarse según una norma ISO deben ponerse en contacto con un organismo de certificación independiente. Mineras grandes, medianas y pequeñas pueden acceder a estas certificaciones, sin distinción, explica Ubarnes.
En el 2002, la empresa Cerro Verde fue la primera en certificar su Sistema de Gestión Ambiental bajo el estándar internacional ISO 14001. Seis años más tarde, la empresa detalló que obtuvo su quinta certificación bajo los nuevos requisitos de la versión 2015, en la que se incluyó aristas como exploración local (dentro de la concesión), explotación de minerales, producción de cátodos de cobres, producción de concentrados de cobre y concentrado de molibdeno.
La certificación ISO 14001 permite mejoras medibles en los indicadores de rendimiento seleccionados por las empresas. Antamina refiere en su web que, con ella, se extiende el compromiso de la empresa en minimizar y controlar las emisiones al aire, las descargas de agua y la calidad del suelo, así como la generación de desechos.
“Utilizamos tecnología de punta e implementamos programas de prevención y control para alcanzar el cumplimiento ambiental en nuestras operaciones”, señalan.
EL CAMINO HACIA LA CERTIFICACIÓN
De acuerdo a Ubarnes, esta herramienta de gestión contempla varios puntos a tomar en cuenta para el proceso de acreditación. Entre ellos:
✓ Identificar las cuestiones internas y externas que pueden afectar el sistema de gestión ambiental.
✓ Lograr un compromiso de la alta dirección, lo que implica que exista una asignación de recursos para implementar el SGA.
✓ Conocer los riesgos y aspectos ambientales de la operación minera que pueden impactar al medioambiente.
✓ Identificar los puestos de trabajo y el perfil del personal para el desarrollo de las labores de cara a la gestión ambiental.
Además, el representante de SGS comenta que es necesaria una auditoría para evaluar cómo se encuentra la minera en función a lo que pide la norma. El período de implementación dependerá del tamaño de la organización, aunque suele demorar de seis meses a un año.
Como se observa, este tipo de certificación sumará puntos a las mineras en sus objetivos ambientales, comerciales y sociales.
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