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Edam: disfruta de las ventajas de un queso versátil y con gran sabor

A diferencia de otros quesos, el Edam se puede comer al natural o en platos gratinados. Además, cuenta con un suave sabor lácteo que se potencia al combinarlo con el jamón.

REDACCIÓN CONTENTLAB
Lunes 11 de julio, 2022

Aunque existe una gran variedad de ellos, uno de los más conocidos es el queso Edam. Las razones son muchas, pero entre las más destacadas está su versatilidad. Si bien, solemos comerlo en su estado natural, Jonathan Flores, chef docente del Instituto Continental, señala que cuando este es sometido a una temperatura mayor de 58° C se gratina y obtiene un atractivo tono dorado. Sí, lo puedes usar para preparar una lasaña, un cordon bleu, una pizza casera o, si quieres hacer aún más agradable el desayuno, meter tu pan con queso a la sandwichera para derretir el queso.

Toque especial

Su segundo atractivo es su sutil aroma a mantequilla y el punto agradable de sal que no satura ni empalaga. Si quieres llevarlo a otro nivel, combina el sabor lácteo del Edam con el del jamón. Pruébalo en un sándwich mixto o en una tabla de quesos y embutidos.

Por su parte, el especialista agrega que cuando ambos insumos se exponen a temperaturas de cocción “las enzimas y los ácidos se van desnaturalizando y dan paso al sabor graso del queso (grasa láctica) y del jamón (grasa oleica), que combinados potencian su sabor”.

Otro punto a destacar es su practicidad, pues es fácil comprarlo por tajadas en tiendas, supermercados y panaderías. Lo sacas del empaque y listo para comer. Todo esto, sumado a su precio accesible, hacen del queso Edam una elección deliciosa, rápida, al alcance y mucho más provocativa.