El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (o WBCSD por sus siglas en inglés), máxima organización especializada en temas de sostenibilidad empresarial, ha lanzado “Vision 2050: es tiempo de transformar”, una agenda con parámetros claros y progresivos para, de cara a mitad de siglo, transicionar a modelos de sociedades productivas y sustentables.

El proyecto tiene como objetivo convocar a la mayor cantidad de empresas del mundo y que ellas, siguiendo los lineamientos de la agenda, pueden convertirse en en el principal líder de esta importante y necesaria transformación. 

Según reportes del Edelman Trust Barometer, que Peter Bakker, presidente del WBSD, mostró durante su disertación en el último foro “Perú Sostenible en Vivo 2021”, durante estos últimos años y más a raíz de la pandemia, la mayoría de la confianza en las instituciones tradicionales ha mermado mucho. Las empresas, gracias a su rol esencial de asegurar el progreso económico y social de las naciones, pueden capitalizar esto probando su real interés y compromiso con el tema. 

Las dos guías principales de esta importante agenda son en primer lugar, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, un conjunto de 17 metas claras que abordan temas como pobreza, educación, crecimiento económico, acción climática, entre otros y que a la fecha suscriben más de 150 países. Y en segundo lugar, el Acuerdo de París, un tratado internacional cuyo objetivo es limitar el calentamiento global mundial reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero y que han firmado más de 190 naciones. 

En palabras de Bakker, ambas guías son completamente útiles y funcionales y proponen métodos medibles y progresivos, vitales para cumplir con los objetivos de la agenda: “Las propuestas del Acuerdo de París están basadas en ciencia. Cuando se habla de cero emisiones de gases de efecto invernadero al 2050 lo que se propone es que cada década se reduzca a la mitad estas hasta que para el 2050 se llegue a cero”. De manera parecida, los ODS cuentan con múltiples submetas por cada uno de ellos, así como indicadores para medir su desempeño en cada región.  

La agenda, dentro de todas sus propuestas, cuenta con un foco simplificado de tres metas urgentes a resolver: la emergencia climática, la naturaleza en crisis y la desigualdad creciente. Estos tres problemas de seguir así traerían graves consecuencias en términos de descontento y convulsión social, así como en pérdida de la biodiversidad, pobreza y demás dificultades relacionadas.  

Pese al contexto complicado por el que atraviesa la humanidad, el presidente de la WBCSD ha destacado el aporte en pro de la sostenibilidad que han tenido las empresas en respuesta a la pandemia, así como el carácter de urgencia que impone una situación como la actual: “La pandemia ha amplificado la desigualdad y nos ha mostrado cuán interconectados están los problemas de salud, desempeño económico y degradación ambiental (…). En algún momento pensamos que el Covid reduciría el interés por la sostenibilidad, pero ha sucedido lo contrario, esta ahora es mucho más importante, ya no se trata de filantropía, tampoco de responsabilidad social corporativa, y está transformando los modelos de negocio mundiales. Tenemos que aprovechar esto (…). Sin embargo, las soluciones tenemos que tomarlas ahora, por eso la Agenda 2050 que propone la WBCSD se llama «Es tiempo de transformar»”.