Las mujeres vienen conquistado diversas áreas gracias a iniciativas como la Liga Femenina de Fútbol 7 (LF7) que se creó como una propuesta para promover la igualdad de género; sin embargo, muchas veces, siguen siendo invisibilizadas. Una prueba de ello es lo que pasó en mayo de este año cuando le preguntaron a Pep Guardiola cómo se sentía teniendo la oportunidad de lograr el primer triplete doméstico en la Premier League con el Manchester City. “Sería en el fútbol de hombres, porque las mujeres ya lo han logrado”, respondió con una sonrisa irónica hacia los periodistas.

Su respuesta evidenció, una vez más, la desigual consideración que hay entre hombres y mujeres y que en el fútbol (el deporte de hombres por antonomasia) puede ser aún mayor, como bien lo saben las fundadoras de la Liga Femenina de Fútbol 7 (LF7) de Perú: Alexandra Herrera y Sisy Quiroz, quienes consideran que el fútbol es una poderosa herramienta de cambio que puede romper muchos estereotipos.

Cuando Herrera era pequeña, por ejemplo, su madre le tenía prohibido jugar al fútbol. Cuando aún así se escapaba, la castigaban. ¿Qué dirían los vecinos?, le recriminaban. Ya de grande, cuando empezó a asistir con frecuencia a unas canchas de fútbol, estas no contaban con baños para mujeres. Alguna vez también le ofrecieron una silla para que se sentara a ver.

Sisy Quiroz, por otro lado, sí logró encontrar un espacio para desarrollarse. Sus reflejos la hicieron formar parte de la selección nacional como arquera titular. Pero, pronto descubrió que ese espacio era sumamente exclusivo. Cuando dejó los campos oficiales y quiso seguir jugando por su cuenta, se percató de que no tenía dónde encontrar más chicas para jugar.

Hoy su proyecto, la Liga Femenina de Fútbol 7 (LF7), es “el circuito de fútbol para mujeres más grande del Perú”. No es un slogan. Solo la Liga que organizan, tiene hasta cuatro divisiones, 68 equipos y 1100 jugadoras. “Son 2.3 mundiales lo que gestionamos”, se ríe Herrera.

ALUMNAS DE TODAS LAS EDADES
Al trabajo de Alexandra Herrera y Sisy Quiroz, se suma una academia en la que cuentan con alumnas de categoría sub 12 hasta la mayor de todas las jugadoras que está bordeando los 60 años. Además, organizan domingos libres en los que toda mujer pueda encontrar a más chicas para jugar al fútbol. Y esto les ha permitido -además- que universidades, empresas y distintas instituciones les soliciten la creación y ejecución de campeonatos femeninos. Como el torneo entre estudios de abogadas que se acaba de iniciar con 12 equipos de puras mujeres.

“Creo que le LF7 ha creado un ecosistema del fútbol femenino”, explica Quiroz. “Cuando empezamos era muy difícil encontrar un uniforme entallado de mujer o entrenadores para mujeres. Ahora incluso los equipos que participan acá tienen también sus propias academias, empiezan a generar sus propios recursos y hoy podemos encontrar academias que trabajan con niñas desde los diez años, algo que hasta hace unos años no existía”.

TAREAS PENDIENTES
El fútbol -para Alexandra y Sisy- es una herramienta de empoderamiento, liderazgo, autoestima, seguridad y confianza para las mujeres que encamina a la sociedad hacia la igualdad de género propuesta en Objetivos de Desarrollo Sostenible del PNUD. Sin embargo, la LF7 potencia aún más estas cualidades del deporte con academias sociales. “En estas buscamos empoderar a niñas de bajos recursos, vulnerables, que en muchos casos han sufrido violencia de distintos tipos. Juntamos el fútbol y el coaching para potenciar todas aquellas aptitudes que el fútbol en sí ya genera”, explica Herrera.

El cambio institucional del fútbol femenino, sin embargo, aún es una incógnita. Mientras la jugadora Fabiola Herrera se acaba de convertir en la primera jugadora profesional peruana en ser contratada en el extranjero -por el equipo colombiano Millonarios FC-, Maryori Sánchez, arquera de la selección nacional, denunció en sus redes sociales el trato desigual que recibe el equipo femenino respecto a los hombres en la Videna.

Para la LF7, el cambio está en las mujeres y niñas de hoy. “Muchas de las mujeres que vienen al circuito ya están mostrando una forma de empoderamiento importante al decirle a sus familiares que juegan un deporte tradicionalmente masculino. Por eso, una mujer que juega fútbol es ya un statement hacia fuera de la cancha”, dice Herrera.

“Queremos que nunca más una niña diga que no puede jugar al fútbol porque su mamá o su papá se lo prohibieron”, asegura Quiroz. “Queremos que se rompa eso que nosotras sentimos cuando éramos chicas”, finaliza.