Mientras los inversores son cada vez más exigentes respecto a apostar por compañías que hayan adoptado criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), los gobiernos incrementan sus regulaciones y los consumidores van tomando un papel más relevante con decisiones de compra directamente relacionadas a la sostenibilidad.

Así, la rueda que impulsa la sostenibilidad en las empresas ha tomado viada y hoy es una realidad que no describe una moda sino la forma de hacer negocios en el siglo XXI, con alta creatividad y nuevas estrategias. A continuación, descubre cinco de las tendencias de sostenibilidad en las empresas que marcan el camino para este año.

Atención a criterios ASG desde las juntas directivas
“Los directorios necesitan entender su propia personalidad en torno a los ASG y luego evolucionar su composición en esa dirección”, señala Sophie Coughlan, directora asociada de IMD Global Board Center, en una nota publicada por el Institute for Management Development (IMD). Este punto es clave, pues la verdadera sostenibilidad implica insertar criterios ASG en el core del negocio, una decisión que necesita compromiso real de parte de las empresas y sus altos mandos.

El reloj avanza y el mundo se mueve hacia exigencias cada vez más claras. En el informe The Big Picture 2023 ESG Outlook, de S&P Global Market Intelligence, se señala que los entes reguladores en Europa y Estados Unidos “han estado ejerciendo un mayor escrutinio de los esfuerzos de sostenibilidad corporativa, impulsados ​​por preocupaciones de que las empresas pueden estar utilizando etiquetas relacionadas con la sostenibilidad en productos y servicios como una herramienta de marketing para parecer más proactivos en cuestiones ESG de lo que realmente son”. Así, desde el sector público se busca establecer las nuevas reglas del juego, con acciones concretas contra el greenwashing y prácticas de maquillaje para la sostenibilidad.

Aceleración de la circularidad mediante modelos de negocios innovadores
A veces hay que retroceder para avanzar. Regresar a modelos de consumo desplazados por el “usa y bota” de las últimas décadas. Por ejemplo, los envases retornables. Jon Smieja, presidente y analista senior en economía circular de GreenBiz Group, asegura que tanto nuevos emprendimientos como experimentadas empresas han vuelto a modelos de negocio en los que los envases se rellenan o se devuelven, para reducir la producción y los desperdicios.

“El más grande reto será superar el deseo del cliente por la comodidad con que ha crecido, acostumbrado a los productos empaquetados y desechables”, señala Smieja en el informe State of Green Business 2023. No es un desafío fácil, aunque la evidencia de una nueva mentalidad en el consumidor puede ser la clave para pensar que, si de cuidar el planeta se trata, hay una apertura al cambio más fuerte que nunca.

En la tendencia de circularidad que cita Smieja se incluyen también modelos de empresas que se convierten en sus propios proveedores (utilizando residuos de sus trabajos para siguientes proyectos), además de productos pensados específicamente para la circularidad, mediante devoluciones que se reutilizan o se reciclan. 

Empresas familiares que impulsan la sostenibilidad
“La nueva generación de empresarios y líderes se preocupan profundamente por el medio ambiente y se esfuerzan por lograr prácticas comerciales más sostenibles y equitativas”, asegura la nota publicada por IMD, basada en una encuesta de PwC que en 2021 encontró que el 60% de empresas familiares con fuertes capacidades tecnológicas pone al centro de su negocio a la sostenibilidad. Se trata de una generación de nativos tecnológicos que han hecho de las herramientas digitales sus aliados para guiar negocios desde y hacia la sostenibilidad.

Impulso de la energía geotermal 
Bastaría una milésima parte del calor que se genera en la Tierra para suplir las necesidades energéticas del ser humano por los próximos dos millones de años, de acuerdo al Departamento de Energía de los Estados Unidos de América. Así, la energía geotermal es a donde apunta el futuro de las energías limpias.

Sarah Golden, vicepresidente de Energía en GreenBiz Group, destaca que, a diferencia de la energía eólica o la solar, cuyo impulso es elemental para descarbonizar el planeta, la energía geotermal tiene la ventaja de no depender de factores climáticos, por lo que no es una energía intermitente. El reto es reducir los costos de producción de esta energía, un campo en el que la especialista destaca empresas que están trabajando acuerdos de adquisición, como Google y Microsoft. Cabe resaltar que estos gigantes tecnológicos se han comprometido con alcanzar la meta de ser carbono negativos; es decir, eliminar más CO2 del que producen con sus actividades.

El paso más fuerte en la primera economía del mundo viene de parte del gobierno federal, que se ha propuesto “reducir el costo de la energía geotérmica mejorada en un 90 por ciento para 2035”, según Golden.

Aplicar el potencial de la inteligencia artificial en beneficio del planeta 
Aunque los modelos de inteligencia artificial consumen muchísima energía, debido a la gran cantidad de información que manejan en sus procesos, también puede “ayudar a una mejor conservación de los recursos naturales a través de una mejor predicción, gestión del rendimiento agrícola o gestión de la demanda y el suministro de energía en las redes energéticas”, destaca Oyku Isik, profesor de Estrategia Digital y Ciberseguridad, citado por IMD.

Recordando que, como citamos anteriormente, Microsoft y Google tienen el objetivo de ser carbono negativos, Isik destaca que los diversos negocios pueden mudar sus operaciones a la nube de estas empresas tecnológicas y, así, reducir su huella de carbono. “Las expectativas hacia la inteligencia artificial en términos de eficiencia y reducción de costos son muy altas”, destaca Isik, quien, sin embargo, recomienda mantenerse atentos a “las implicancias a largo plazo que pueden provocarse por su escalamiento”.