En 2015, los países miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad y paz universal. Para ello, la Agenda 2030 propone a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, más conocidos como los ODS, como una hoja de ruta para que todos los gobiernos, empresas y ciudadanos aportemos al desarrollo integral de nuestros países.

Al respecto, existen diversos estudios internacionales que miden el avance de los países en la consecución de estos objetivos, entre los que destaca el de Bertelsmann Stiftung y e Sustainable Development Solutions Network (SDSN), sobre el cual ya podemos observar que el Perú ha caído 10 puestos en el ranking. En el 2019, nuestro país se ubicaba en el puesto 51 (de 162) y ahora, en el último reporte (de fecha 2020) aparece en el puesto 61 (de 166). Esto nos pone por debajo de países como Cuba, Vietnam, Brasil, Argentina, Ecuador, Uruguay y Chile.

Si bien, en estos años que han transcurrido hemos logrado avanzar en algunos de los distintos desafíos que enfrentamos como país, dichos avances no se han dado a la velocidad ni a la escala que necesitamos para que, como lo plantean los ODS, logremos las metas planteadas al 2030. 

Hoy en día, estos desafíos se han vuelto aún más grandes con la llegada de la COVID 19: muy rápidamente se ha generado una crisis sin precedentes provocada por los confinamientos obligados para evitar la propagación del virus, originando brechas aún más amplias y visibles afectando a las personas más vulnerables. De acuerdo con el INEI, la producción local cayó 11.2% en el 2020, siendo la más baja en las últimas 3 décadas y esta situación se suma a un periodo de crisis política al interior del país.

Estamos en cuenta regresiva, faltan 10 años para que se cumpla el plazo planteado por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Por ello, esta década requiere con urgencia de acciones ambiciosas. Tanto la ciudadanía, como los gobiernos, empresas, sociedad civil y academia: todos estamos llamados a elevar la acción y a hacer nuestros los ODS.

Como dijo Paul Polman, líder empresarial global y ex CEO de Unilever, haciendo énfasis en el rol de las empresas: “Hace tiempo que conocemos los múltiples desafíos que enfrentamos: desigualdad, pobreza y cambio climático, por nombrar algunos, y siempre he creído que todos, incluido el sector empresarial, tienen un papel que desempeñar al abordarlos. Las empresas deben ser parte de la solución, no del problema. No podemos ser solo espectadores.”

Como mostró el reporte de Desarrollo Sostenible, en estos últimos años el ODS 16 de Paz, Justicia e Instituciones sólidas es uno de los más débiles para nuestro país, y es que, más allá de la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo, hay una crisis política, un país desconectado y dividido, donde prima la desconfianza en las instituciones y nuestros representantes. Es clave que nos dediquemos a construir instituciones sólidas y transparentes, con líderes comprometidos con servir al país.

Hoy más que nunca, considerando los retos que estamos viviendo como país y como humanidad, estamos convencidos de que lo que no se mide, no se gestiona. Los ODS funcionan como una agenda común con metas claras e indicadores integrales de seguimiento. Por ello, desde Perú 2021, impulsamos el Programa Perú Sostenible, el cual articula al sector privado con el sector público, la academia y sociedad civil, teniendo a los ODS como marco de acción para lograr el Perú más justo, próspero y sostenible que todos queremos.

Escribe Micaela Rizo Patrón, Gerenta General de Perú 2021