Pactos
¿Por qué cada vez más inversionistas exigen la sostenibilidad en las empresas?
“Una empresa de pesca que no comience a mirar el cambio climático está destinada al fracaso”, afirma Daniel Vargas, consultor independiente en sostenibilidad y exdirector del Global Reporting Initiative (GRI). “El calentamiento global —prosigue Vargas— provoca que los peces migren hacia nuevas zonas y las empresas pesqueras se vean obligadas a movilizar sus operaciones asumiendo costos más altos”.
No es casualidad que cada vez más inversionistas reconozcan en los riesgos sociales o ambientales, también, riesgos económicos. Y, por ello, la tendencia es que las empresas reporten adecuadamente la gestión de la sostenibilidad en sus operaciones, y no solo las empresas tradicionales: multinacionales, mineras o extractivas, sino incluso las pequeñas y medianas empresas (PyMes).
El Perú es el país con la mayor cantidad de Pymes reportando su gestión de la sostenibilidad a nivel mundial. En 2018, el GRI reportó 72 pymes con un primer reporte de sostenibilidad. Al 2019, la cifra se incrementó en 350%: 326 pymes peruanas fueron reconocidas por haber realizado su primer reporte de sostenibilidad. Esto, sin embargo, no se logró de la noche a la mañana.
Te puede interesar:
¿Cómo enfocarnos en la nueva prueba PISA?
Vargas reconoce tres etapas. La primera: el ejercicio de cumplimiento. “Las sucursales de grandes empresas peruanas comenzaron a emitir reportes de sostenibilidad por directrices de las casas matriz”. La segunda etapa, explica Vargas, empieza cuando el mercado comienza a exigir el reporte de sostenibilidad debido a que los inversionistas comienzan, a su vez, a solicitarlo.
“Las empresas no sabían cómo iniciar su camino hacia la sostenibilidad y para ello, recurrieron al GRI, el estándar de sostenibilidad empresarial más difundido en el mundo”. Y, por último, una tercera etapa que, calcula Varga, comenzó en los últimos 5 años: “cuando se comienza a masificar la idea del reporte ya no solo como herramienta de comunicación sino también como herramienta de gestión”.
Hoy, en el Perú, de acuerdo al Centrum PUCP, aproximadamente un 92% de las empresas utilizan los estándares GRI, lo que, en palabras de Vargas, “otorga un lenguaje común para medir y comunicar los impactos de sostenibilidad de las empresas”. Pero, además del GRI, existen, por ejemplo, el Carbon Disclosure Project (CDP Worldwide), un estándar de sostenibilidad orientado a temas climáticos, o el SASB (Sustainability Accounting Standard Board (SASB), orientado a temas financieros.
En el último COP26, el IFRS lanzó el ISSB (International Sustainability Standards Board), con el propósito de unificar toda la información sobre reportes de sostenibilidad para atender los intereses de los inversionistas y estos puedan encontrar más fácilmente la información que necesitan para poder tomar decisiones.
“Los riesgos social no solo implican a una comunidad que se levanta y paraliza operaciones, también implica incidentes laborales o prácticas de discriminación. Son puntos tan sensibles que basta uno para que pueda representar un impacto en la economía”, afirma Vargas. “Por eso es tan importante que los inversionistas vean estos temas para poder evaluar riesgos, porque ya no solamente está el riesgo económico y de corto plazo, sino también el riesgo social y ambiental, que es de mediano y largo plazo”.
Los próximos retos son múltiples, enumera Vargas de nuevo. Primero, concientizar a las empresas para que los reportes dejen de ser un mero ejercicio de cumplimiento y comiencen a integrarse y unificarse en sus procesos. Segundo: fortalecer a los proveedores, el eslabón más débil en la cadena de sostenibilidad. “No importa cuántos esfuerzos hagan los supermercados poniendo bolsas biodegradables si no logran que sus proveedores se alineen a sus objetivos”.
Si el GRI surgió en 1997 con la idea de que la transparencia es el motor del desarrollo sostenible, he aquí el tercer reto y el más urgente: Perú, dentro de las naciones del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) figura como el país con las menores tasas de transparencia de la región. “En la medida que las organizaciones transparenten su información, los grupos de interés alrededor van a poder tomar decisiones informadas y tomando en cuenta la sostenibilidad”, afirma Vargas.
Por eso, desde el GRI, los esfuerzos para traducir las problemáticas de los reportes a un problema tangible apuntan no solo a los inversionistas sino también a la ciudadanía. “Con cada compra se envía una señal al mercado. Por eso, es importante que las personas tengan un espíritu inquisitivo y comiencen a averiguar a quiénes les están comprando, así como a premiar con su compra a aquellas empresas que están más alineadas con lo que ellos quieren”, concluye.
TAMBIÉN PUEDES LEER
PATROCINADORES
Espacio Patrocinado por Perú Sostenible
Copyright© Elcomercio.pe - Grupo El Comercio - Todos los derechos reservados.
Director:
Miguel Ugaz
Jefe de contenidos:
Daniel Valdivia
Editora de especiales digitales:
Giuliana Dávila
Editor de diseño:
Gino Aguilar
Editora de fotografía:
Daniela Zamalloa
Coordinador digital UX/UI:
Joan Arquiñigo
Coordinación y redacción:
Pablo Panizo
Analista de producto:
Josué Pérez-Albela
Desarrolladores web:
Anthony Garay B.
Elmer Alfaro