“Alguna vez, tiempos atrás, el carbón trajo electricidad barata a regiones enteras y trabajos vitales para las comunidades. Aquellos días se han ido”. Con esas palabras, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, subrayó, en la Cumbre Global de la Alianza para Eliminar el Carbón, la necesidad de potenciar la transición energética mundial. En esa ruta, energías renovables como el hidrógeno verde son una alternativa real para luchar contra el cambio climático. 

La urgencia es clara. El uso de combustibles fósiles no renovables, como el carbón o el petróleo, contamina el aire a un nivel tan drástico que se calcula que una de cada cinco muertes en el mundo están relacionadas con este problema. Es tiempo de dar el paso, hoy que las nuevas tecnologías permiten aprovechar energías renovables menos nocivas e, incluso, más económicas que las plantas de carbón más modernas. 

Por ello, la ONU hizo un llamado a los gobiernos, empresas privadas y autoridades locales para “poner en marcha un esfuerzo global para finalmente organizar una transición justa”.

¿Cuál es la situación en Perú?
Según el análisis del portal Ojo Público, en base a los datos que brindan tanto el Ministerio de Energía y Minas como el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería, la urgencia en nuestro país es la misma. La matriz energética se basa en la fuerza hidráulica y el gas natural, pero el 45,7% de consumo energético de todos los sectores depende aún del petróleo. 

En este contexto, grupos como H2 Perú -Asociación de Peruana de Hidrógeno- están trazando nuevos objetivos para el futuro de la energía del país: para el año 2050, se busca convertir al hidrógeno verde en una de las “palancas clave” para la reducción de emisiones y la mitigación del cambio climático en el país, así como generar un mercado de exportación, permitiendo la diversificación económica, el desarrollo socioeconómico y la innovación. 

El hidrógeno, presente en las moléculas del agua o compuestos orgánicos, es el elemento más abundante que existe y es capaz de contener energía y liberarla. “El hidrógeno verde necesita dos elementos -explica Daniel Camac, presidente de la Asociación Peruana de Hidrógeno-. Agua de mar, que se desmineraliza, y energía eléctrica proveniente de fuentes renovables, para separar las moléculas”.

Según detalla la asociación en el informe Bases y recomendaciones para la elaboración de la Estrategia de Hidrógeno Verde en el Perú, este permitiría “una verdadera integración de las energías renovables en todos los sectores: energía eléctrica, transporte, gas, industrias pesadas estratégicas como minería, fertilizantes verdes, refinerías, etc.; y una descarbonización de sectores donde no es viable la electrificación”.

La asociación hace hincapié en que, para alcanzar la sostenibilidad, es necesaria una economía “resiliente, inclusiva y descarbonizada”. Para este propósito, el hidrógeno verde es clave, pues no solo tiene el potencial necesario para convertirse en una industria con un fuerte motor de empleo, sino que es amigable con el medioambiente. “Con visión a largo plazo, creemos que Perú se podría posicionar como uno de los países líderes en la producción y exportación de hidrógeno verde, logrando de esta forma una mejora sustantiva en la economía, las personas y el planeta”, sostiene H2 Perú.

Ya la ONU ha indicado que la energía es el factor que más contribuye al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Además, a través del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, ha advertido que, para evitar una “devastación”, se requiere una “transformación radical” de la economía mundial. El cambio es urgente y las alternativas existen.