Perú tiene la oportunidad de liderar la transición energética global, pero requiere inversiones sostenibles y colaboración multisectorial para alcanzar sus metas.

El reto de la sostenibilidad en la transición energética
La crisis climática, impulsada por la quema masiva de combustibles fósiles, plantea un desafío urgente para la economía global. Los combustibles fósiles generan el 85% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que obliga a acelerar la transición hacia energías limpias. En este contexto, la minería emerge como un sector clave, pues proporciona los metales esenciales —como el cobre, níquel y litio— para la electrificación y el desarrollo de infraestructuras renovables​. Sin embargo, el reto está en garantizar que esta extracción sea responsable y beneficie a las comunidades locales, especialmente en países ricos en recursos como Perú.

La relevancia de Perú en la transición energética
Perú, junto con Chile, lidera la producción de cobre, un recurso esencial para la electrificación y la infraestructura verde. El país tiene una oportunidad estratégica no solo para contribuir a la transición energética global, sino también para fomentar su propio desarrollo económico y social, reduciendo la pobreza en las zonas rurales. No obstante, esta oportunidad exige inversiones significativas en infraestructura y en prácticas sostenibles de minería​.

Buenas prácticas y alianzas estratégicas en Perú

Iniciativa: Proyectos de energía solar en la Amazonía

• Periodo: En curso
• Región: Ucayali
• Descripción: Dos centrales solares están proporcionando energía limpia y segura a comunidades locales, reemplazando los generadores térmicos que operaban con diésel transportado por río. Este cambio no solo ha reducido costos operativos, sino que ha mejorado la calidad de vida de las familias locales al disminuir la contaminación​.

Además, iniciativas como Obras por Impuestos han permitido que el sector minero aporte directamente al bienestar social, invirtiendo en educación y salud en comunidades rurales. Estas acciones demuestran la importancia de dejar un capital social tangible en las áreas donde se realiza extracción minera​.

Desafíos pendientes y aprendizajes
Aunque los avances son significativos, atraer inversión a zonas rurales sigue siendo complejo. Cofide, por ejemplo, ha transformado su enfoque financiero para apoyar proyectos de transición energética y facilitar el acceso a bonos sostenibles. Sin embargo, se requiere una mayor articulación entre los sectores público, privado y la sociedad civil para asegurar que las comunidades rurales no se queden atrás​.

Un aprendizaje clave ha sido la necesidad de establecer indicadores claros de impacto social y ambiental, que aseguren beneficios medibles para las poblaciones locales. La colaboración estrecha entre empresas, gobiernos y comunidades ha emergido como la estrategia más eficaz para superar estos desafíos.

Próximos pasos y llamado a la acción
Para consolidar su posición en la transición energética, Perú debe continuar impulsando la minería sostenible, minimizando su huella ambiental y garantizando que sus prácticas extractivas sean éticas y responsables. Esto incluye:

• Fortalecer alianzas multisectoriales para articular esfuerzos en políticas públicas sostenibles.
• Incentivar la inversión privada en energías renovables en zonas rurales.
• Asegurar que los beneficios del desarrollo lleguen de manera equitativa a las comunidades locales mediante programas sociales inclusivos.

Con la combinación de recursos naturales estratégicos y un enfoque en la sostenibilidad, Perú tiene la oportunidad de liderar la transición energética global, pero el éxito dependerá de la colaboración y la planificación a largo plazo. Empresas, gobiernos y comunidades deben trabajar juntos para construir un futuro más próspero y sostenible.