Todo empieza con la historia de la señora Nora, una mujer que enfrentó desde joven desafíos como quedar huérfana o criar a sus hijos en circunstancias difíciles, en una comunidad de la sierra. A pesar de los obstáculos, Nora nunca se dejó vencer y encontró en la artesanía un medio para sacar adelante a su familia. Cuando su esposo la abandonó, redobló esfuerzos para mantener a sus hijos, quienes se encontraban en edad escolar. Trabajó incluso de madrugada y a costa de su salud, pero aún así las deudas la aquejaban y conseguir capital para hacer crecer su negocio era casi imposible.

Su hija creció observando estos sacrificios y prometió cambiar la realidad de las mujeres como Nora.

Esa hija es Fiorella Contreras, CEO y cofundadora de Tappoyo, una fintech cuyo propósito es empoderar a mujeres como Norma a través del acceso a crédito bajo la figura de préstamo colectivo, a una tasa de interés accesible. Debido a la falta de ingresos, historial crediticio y acceso a bancos en áreas remotas, solo una de cada diez mujeres obtienen llegada a servicios bancarios y financiamiento formal.

Tappoyo se creó para abordar esta brecha. “Conectamos a mujeres emprendedoras que necesitan préstamos seguros y asequibles con personas dispuestas a invertir su dinero de manera justa y solidaria”, explica Fiorella. De esta forma, Tappoyo está transformando la forma en que se brinda acceso crediticio en áreas de desarrollo alternativo, desafiando las reglas tradicionales de los préstamos financieros.

Esta ‘fintech’ aporta a un gran reto del país: los Objetivos de Desarrollo Sotenible (ODS) promovidos por la Agenda 2030 de Naciones Unidas. En especial al ODS 1: Fin de la Pobreza y el ODS 5: Igualdad de Género.

Préstamos que mitigan brechas de género
El préstamo grupal Mujeres Pro es la solución que han ideado para atender a este segmento de la población. Para acceder a él, las emprendedoras deben formar grupos de entre ocho a quince integrantes. A través de un documento contractual, cada una de ellas se hace responsable por el pago total de la deuda que el grupo contrae, que se financia en ocho cuotas quincenales.

El enfoque en grupos solidarios minimiza el riesgo y permite a las socias impulsar el crecimiento de sus negocios de manera conjunta. “Nuestro objetivo es ayudar a estas mujeres, que a menudo son invisibles para la industria tradicional, a convertirse en emprendedoras destacadas”, declara Renzo Contreras, gerente comercial, cofundador de Tappoyo y hermano de Fiorella. Por eso, su lema es “de mujeres invisibles a emprendedoras invencibles”.

Los préstamos que ofrecen oscilan entre los S/ 7200 y los S/ 18,000 y tienen la tasa efectiva anual (TEA) más baja del mercado: varía entre 20% a 35%. Esto es posible gracias al modelo de negocio que usan: Tappoyo opera como intermediario entre mujeres emprendedoras que necesitan financiamiento y personas con excedente de capital que buscan inversiones seguras con un impacto social positivo. En ese sentido, el rol de los inversores de impacto, como los denominan, es vital. Los financistas suelen tener edades comprendidas entre los 25 y los 55 años, con excedentes generados a lo largo de sus trayectorias. El monto promedio de inversión es de S/ 13,000.

“Confían en nosotros para gestionar todo el proceso del préstamo, desde la evaluación hasta la concesión y la cobranza. Aunque asumen el riesgo, se mantienen entusiasmados con el crecimiento de sus ingresos”, sostiene Renzo. Actualmente, operan en seis regiones del Perú, donde hay más de 3,5 millones de mujeres de los niveles socioeconómicos C, D y E que esperan ser beneficiadas por los préstamos de Tappoyo. Aceptan a personas con y sin historial crediticio, incluyendo aquellas que tuvieron problemas durante la pandemia. Asimismo, ofrecen una segunda oportunidad a emprendedoras con hasta 20% de historial crediticio negativo, permitiéndoles mejorar su récord con ellos.

“Cuando se beneficia a una mujer con un financiamiento, se le da la oportunidad de empoderarse dentro de su propia familia”, destaca Fiorella. Así, Tappoyo no solo ofrece préstamos sino que teje una red de empoderamiento que trasciende generaciones. Un legado que comenzó con Nora y continúa con cada mujer que toca a través de su innovadora visión financiera.

Tappoyo es finalista del Reconocimiento Perú por ODS (PODS), un premio que busca identificar y reconocer a organizaciones de diversos sectores que se alineen con uno o varios ODS, en cinco categorías fundamentales: Personas, Planeta, Prosperidad, Paz y Pactos.