Cada 9 de agosto, desde hace tres décadas, se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Aunque para muchos esta podría ser una fecha desconocida, la ONU ha destacado en más de una ocasión que es importante porque invita a reflexionar sobre la relevancia histórica y cultural de estas comunidades, exhorta a poner en valor su identidad, sus formas de vida, su cosmovisión y sus conocimientos ancestrales, y, sobre todo, revela cuáles son sus necesidades y qué tan protegidos están sus derechos.

En el caso peruano, las cifras del Ministerio de Cultura detallan que se tiene registro de 55 pueblos indígenas u originarios en el territorio nacional. De ellos, 51 están ubicados en la Amazonía y los cuatro restantes en los Andes. Una vasta y compleja pluriculturalidad —tan compleja como la geografía peruana— donde no todo es color de rosa.

La Defensoría del Pueblo ha señalado que la existencia de poblaciones indígenas en el país no se valora como un aporte, y ello se refleja “en el escaso ejercicio de sus deberes y derechos, así como en la escasa participación en la toma de decisiones, incluso cuando se trata de factores que afectan a su desarrollo”, se lee en el portal de este organismo público.

La carencia de una política integral que considere los derechos de los pueblos indígenas es un obstáculo para el desarrollo de los peruanos y peruanas que integran estas comunidades. Es ahí donde cobra relevancia el papel de organizaciones como la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú (CCPIP), la cual ofrece oportunidades de desarrollo socioeconómico basadas en valores ancestrales.

CÍRCULO VIRTUOSO

El Día Internacional de los Pueblos Indígenas fue establecido por la Asamblea General de la ONU en 1994. Ban Ki-moon, quien fue secretario general de esta entidad entre 2007 y 2016, señaló en una declaración publicada por la CEPAL que es necesario adoptar medidas para combatir problemas como la pobreza extrema que los agobia, la pérdida de tierras y recursos, y la explotación de sus manifestaciones culturales.

En ese sentido, es posible decir que las luchas de los pueblos indígenas involucran a más de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por Naciones Unidas, como Reducción de las Desigualdades (ODS 10), Fin de la Pobreza (ODS 1), Vida de Ecosistemas Terrestres (ODS 15), entre otros.

Ronald Egúsquiza, director de Proyectos de la CCPIP, asegura que la cámara trabaja bajo un enfoque de apoyar las iniciativas empresariales indígenas para que sean exitosas y sostenibles. Al fin y al cabo, estos emprendimientos son vehículos que conducen hacia el empoderamiento económico de las comunidades nativas y la mejora de su calidad de vida.

Según comenta, este apoyo se da a través de diferentes programas. Uno esencial es la capacitación en temas de negocios, clave para la cristalización de los emprendimientos. Como parte de esta formación, reciben las herramientas básicas para gestionar adecuadamente sus iniciativas: conceptos de eficiencia operativa, conocimientos financieros, acercamiento al mercado, capacidad de negociación, entre otros.

“Estamos convencidos de que el éxito de las poblaciones indígenas dependerá del éxito económico de sus iniciativas, porque ello les va a permitir preservar sus culturas, su biodiversidad y mostrar toda su riqueza al mundo”, explica Egúsquiza.

Se trata, por lo tanto, de forjar una suerte de círculo virtuoso donde se priorice la conservación productiva, que no es otra cosa que el equilibrio de tres factores: supervivencia de las culturas y las personas, desarrollo económico y preservación del medioambiente.

MES DEL EMPRENDIMIENTO INDÍGENA

A la fecha, la CCPIP agrupa y promueve a 42 emprendimientos que provienen de nueve regiones amazónicas del Perú. Entre ellos hay negocios basados en el cacao, café, castañas, aguaje, plantas medicinales, servicios turísticos y artesanías.

A criterio de Egúsquiza, la gran ventaja competitiva que tienen estos productos radica en su esencia: son hechos por comunidades indígenas y ese es un sello difícil de igualar. Por ende, merecen ser mostrados en el mercado como una manera de repotenciar y revalorar la cultura ancestral indígena.

El directivo comenta que la CCPIP está próxima a lanzar el Mes del Emprendimiento Indígena, una feria que se realizará en noviembre en el Parque Kennedy de Miraflores, y que pretende ser una gran vitrina comercial para los productores de las comunidades nativas en su búsqueda por conquistar al sector privado y, sobre todo, al consumidor final.