Seguridad: la minería en la era de la automatización

Camiones autónomos y máquinas operadas a control remoto elevan la seguridad del trabajador en la minería moderna.

Redacción ContentLab

La minería está viviendo una nueva ola de adaptación tecnológica. En esta corriente, la automatización e innovación son elementos clave para lograr operaciones más productivas, seguras y sostenibles. Podemos poner como ejemplo a las minas de hierro de Australia —operadas por Pilbara Iron, subsidiaria de la gigante Rio Tinto—, que han alargado su vida operativa gracias a la automatización. Frente al bajo precio del hierro, la tecnología hace que la producción continúe siendo viable, accediendo a zonas de difícil explotación y bajo contenido mineral sin poner en peligro a los operadores.

Luis Rivera, vicepresidente ejecutivo de Gold Fields para América, remarca que esta es una tendencia global, y que muchas empresas peruanas y sus contratistas ya aplican estas tecnologías. Sin embargo, destaca que, para desarrollar operaciones seguras y productivas, no todo depende exclusivamente de las máquinas y de su tecnología. Para Rivera, en paralelo a la automatización, se deben impulsar tres aspectos:

El talento del recurso humano
Es fundamental capacitar a las personas para administrar y explotar las nuevas tecnologías al máximo de su capacidad.

La innovación
Se debe involucrar a los contratistas en una visión compartida del uso de nuevas tecnologías y ayudarlos a trabajar con fabricantes o empresas de investigación.

La transparencia y la portabilidad de los adelantos
La tecnología y su impacto no deben ser acaparados por una unidad sino por las áreas responsables de la operación.

Las exploraciones también se están apoyando en la tecnología para aumentar la eficiencia de los estudios

La automatización, sin duda, reduce el riesgo de accidentes en las operaciones. Rivera indica que, gracias al trabajo remoto, se podría pasar de un ratio promedio global de 2 accidentes por millón de horas hombre trabajados a cero accidentes. Por otro lado, el ratio de productividad también se podría incrementar. Las minas australianas, que son las más automatizadas del mundo, han logrado un aumento de la producción de 30%, porque transitan sobre tajos más verticales y profundos, donde la presencia humana es nula. “De esta manera, pueden ser tratados los minerales más desafiantes y de baja ley”, remarca Rivera.

AUTOMATIZACIÓN EN LOS ANDES
En los últimos seis años la marca Caterpillar ha introducido al mercado mundial alrededor de 275 camiones autónomos. Estas máquinas han recorrido más de 67 millones de kilómetros sin un chofer sentado al volante —al menos no físicamente—, acarreando más de 2000 millones de toneladas y, lo que es mejor, sin accidentes ni tiempo perdido. Komatsu, su competencia, suma otro tanto de camiones, con resultados similares.

Fernando Armas Tamayo, vicepresidente de Gran Minería de Ferreyros —representante de Caterpillar en Perú—, indica que la marca ya está trabajando en la implementación de una plataforma y sistema de autonomía para los camiones Caterpillar en una mina peruana. “Muy pronto estaremos anunciando el arranque de la primera flota de camiones autónomos en nuestro país”, revela. Igualmente, ya se tiene perforadoras autónomas operando en minas subterráneas de la zona central del país.

Además, en materia de automatización, también se está impulsando el ingreso de la electricidad en estos equipos, reduciendo el uso de combustibles líquidos, cuyos gases generan problemas en los túneles. Armas indica que también se están introduciendo capas iniciales de tractores operados a control remoto en la línea de visión, con el módulo Command. Así mismo, se utiliza cámaras y radares para ampliar la visibilidad del operador sobre su entorno, eliminando los puntos ciegos.

– Anglo American probará camiones autónomos en Quellaveco

– Southern Perú hará lo mismo en Cuajone

– Las Bambas instalará un sistema de rayos X en su faja de transportación

– Hochschild instalará un sistema de ‘ore sorting’ (clasificación de minerales) en Inmaculada

– San Gabriel, la futura mina de Buenaventura, se alimentará de energía solar

Las exploraciones también se están apoyando en la tecnología para aumentar la eficiencia de los estudios. Juan Peñarrieta, director ejecutivo de Global Mapping, señala que desde hace diez años se ha hecho mucho más insistente el uso de los drones y aviones —implementados con el sistema Lidar— para hacer levantamientos de información geográfica.

Los drones se utilizan en minería en áreas que no sobrepasan las 50 hectáreas, mientras que, en el caso de los aviones, se usan para zonas más complicadas y de mayor extensión. Ambas aplicaciones reducen el riesgo de accidentabilidad que implicaba la exploración física, obteniendo mucha más información digital de la configuración del terreno. Es decir, menor riesgo y mejores resultados.

Respecto de si habrá una tendencia a que la tecnología reemplace al recurso humano, los expertos apuntan a que será así. Pero, enfatizan, más que una eliminación de puestos de trabajo en las áreas a tercerizar, lo que habrá será una conversión y adaptación a esta nueva mecánica de trabajo. Porque una mayor producción con tecnología implicará también nuevas ampliaciones de mina, lo que a su vez demandará más servicios de construcción, almacenamiento, campamento, implementos, energía, etc.

Fernando Armas explica que el gran interés de la minería por implementar soluciones tecnológicas para optimizar sus procesos se ha acelerado en la coyuntura post COVID-19. En ese sentido, hoy existen cada vez más áreas de mejora continua de las empresas mineras en busca de nuevas soluciones, apuntando a una mayor producción y un menor riesgo.