Wayne Visser es economista, especialista en marketing, consultor, productor de películas, escritor, investigador, académico, editor, poeta. Todo ello puesto en un objetivo: poder transmitir la necesidad de emprender un cambio hacia sociedades y economías más sostenibles en las cuales las empresas jueguen un papel central. Es fundador de CSR International, director de Kaleidoscope Futures y miembro del Instituto de Liderazgo en Sostenibilidad de la Universidad de Cambridge. Su último libro se titula Prosperar: el movimiento innovador para regenerar la naturaleza, la sociedad y la economía. Fue uno de los invitados centrales en el Evento Perú Sostenible En Vivo, edición 2021. 

Después de años dedicado a la sostenibilidad, ¿cuál dirías que es el mayor reto hoy en día en este campo? 

Lo que tenemos hoy es un sistema que se destruye a sí mismo. La economía trabaja hoy a expensas de la sociedad y la naturaleza. Es un desastre. Disminuir nuestra emisión de carbono debería ser la principal prioridad para cualquier empresa y sociedad. Otro punto crítico, pero con menos atención, es la pérdida de la biodiversidad. Es un reto porque la mayoría de las compañías dice que no tiene que ver eso, pero si tú ves sus cadenas de suministros están basadas en prácticas que acaban con la biodiversidad. Otro de los retos es cómo la tecnología ha aumentado las desigualdades y lo que debemos hacer es ver la manera que, por el contrario, permita más igualdad, más oportunidades. 

Tu propuesta, Thriving, plantea transiciones que se deben emprender para regenerar la naturaleza, la sociedad y la economía. ¿Se puede pensar en estas problemáticas en un país como el Perú que atraviesa una crisis institucional y, ahora, una económica debido a la pandemia? 

Si una sociedad no está capacitada para lidiar con una crisis o una catástrofe de cualquier tipo, hace que las demás transiciones sean más difíciles. Lo que necesitamos en la agenda de la prosperidad o de la sostenibilidad es enfocarnos en cómo ser resilientes, cómo anticiparnos a estas crisis que seguro van a haber más en el futuro. En una crisis no te puedes concentrar en cosas como reducir el impacto ambiental o la desigualdad, pero en realidad conforme uno ataca un problema hace más sencillo atacar otro. Lo más urgente es pensar en cómo pasar a sistemas regenerativos lo más pronto posible. En el corto plazo debes pensar, claro, en cómo hacer que siga llegando, por ejemplo, energía a la gente, pero tienes que tener un plan de transición más ambicioso. No es sencillo en una crisis pensar en esto, pero el papel de los líderes es ser capaces de ver más allá de las crisis e invertir en cosas que nos hagan mejores y más fuertes y, quizá, evitar la siguiente crisis.

¿Cuál es el papel que puede cumplir en estos cambios una persona que no lidera ni un país ni una empresa? 

Si miras las colonias de termitas verás a miles de individuos colaborando, haciendo trabajos muy sofisticados. Y eso pasa en sistemas de vida muy complejos si funcionan de una manera sana. Si tenemos un objetivo conjunto no necesitas a líderes diciendo qué es lo que se tiene que hacer porque todos actuarán en sus propias capacidades y con los demás en esa dirección de la mejor manera que lo puedan hacer. La inteligencia es actuar enfocado en el bien común. Se necesita una organización fuerte con un liderazgo distribuido. Creemos que para que las cosas cambien debe venir un nuevo líder, pero la verdad es que todos actuamos en nuestros propios niveles que están conectados con todo lo demás. Y como todo está conectado no podemos saber dónde está el punto que hará que todo el sistema cambie. Si las personas están empoderadas, pueden influir significativamente y causar el cambio que se necesita. 

¿Cuál es tu expectativa para el evento de Perú Sostenible de este año?

Espero que sea un espacio en el que se pueda pensar estratégicamente acerca de qué es lo que está pasando en el mundo y cómo afecta al contexto peruano y a las industrias que representan cada uno de los participantes. Pero que no pensemos solo en la crisis y que por eso debemos hacer esto o lo otro en los próximos meses, sino que pensemos que el mundo es hoy un lugar difícil para vivir y que si queremos un mejor futuro debemos tomar decisiones muy estratégicas, es decir, invertir hoy en algo que pueda dar un beneficio a largo plazo a la sociedad y también a los negocios. Es el momento de que los líderes guíen la conversación sobre cómo cambiar este sistema.