El impacto del sector financiero en el desarrollo del país es indiscutible. Según el INEI, la Sociedad de Comercio Exterior y la Sunat, solo en el periodo 2017-2021, por ejemplo, el sistema financiero ha otorgado a otros sectores económicos más de 957 mil millones de soles. Entre los años 2016 y 2020, las micro, pequeñas y medianas empresas obtuvieron el 43.8% del portafolio de inversión colocado por el sistema financiero. Y así, mediante esta intermediación, en ese mismo periodo, el sector financiero generó, en promedio, más del 10% del total de tributos internos del país. A la vez, los créditos otorgados a personas naturales para atender el pago de bienes, servicios o gastos no relacionados con la actividad empresarial ha presentado una tendencia de crecimiento significativa a lo largo de los años.

Sin embargo, los retos y pendientes son grandes. Al 2019, por ejemplo, más del 50% de la población no estaba incluida en el sistema financiero, según el INEI. Este promedio es incluso menor en las mujeres, en las personas mayores de 43 años, en el ámbito rural, en niveles socioeconómicos bajos, en el sector informal y en personas de pueblos indígenas u originarios. 

Además, según S&P Global, sólo el 28% de adultos peruanos mantiene un nivel adecuado de conocimientos financieros. La SBS y la Corporación Andina de Fomento (CAF) señalan que, en una escala de 1 a 22, la educación financiera promedio a nivel nacional es de 12.42. Es decir, los conocimientos financieros en el país son precarios.

El rol clave del sector financiero
La exclusión financiera afecta la forma como las personas usan sus recursos y cómo acceden o no a los beneficios financieros. A su vez, la falta de educación financiera puede generar endeudamientos innecesarios, la contratación de productos no adecuados, el pago de mayores tasas de interés, menor ahorro y pérdidas de inversión; y así, amplificar la desigualdad de riqueza en todo el país.

“El sector financiero desempeña un papel fundamental en la educación e inclusión financiera”, indica la organización Perú Sostenible en su Hoja de Ruta para la Sostenibilidad dedicada a este sector. “En ese sentido, los servicios financieros pueden ser vehículo para la equidad social, la mejora del bienestar presente y futuro de los ciudadanos, y la movilización de recursos relevantes para otros frentes de desarrollo como la acción climática”.

El proyecto de Hojas de Ruta de Sostenibilidad Sectoriales, que lleva a cabo Perú Sostenible, convoca a empresas, líderes y gremios del sector servicios financieros para explorar e identificar lineamientos de acción que contribuyan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde la construcción colectiva de un sector más sostenible, inclusivo y eficiente.

A raíz de dicho trabajo, para aumentar la inclusión financiera se han propuesto un serie de medidas estratégicas como promover la infraestructura de conectividad y digital en las regiones, desplegar campañas de comunicación de alto alcance que informen sobre los aspectos claves de ciberseguridad, impulsar el ecosistema fintech y articular esfuerzos con el sector tradicional financiero para el desarrollo de productos y procesos basados en el análisis de data, la innovación y el alcance.

Para cerrar la brecha de la educación financiera se ha planteado la colaboración entre empresas para generar un plan de educación financiera conjunto, así como promover y coordinar con el Estado y las instituciones educativas privadas la inclusión obligatoria de esta materia en la currícula escolar y universitaria. De la misma forma, se busca articular con el sector de las telecomunicaciones el aumento de la conectividad y promover soluciones digitales para masificar los conocimientos financieros.

“El financiamiento brindado por las instituciones de este sector puede mejorar las condiciones de un país o personas porque tienen el poder de influir sobre la acción de otros actores y definir condiciones sostenibles en sus carteras de inversión”, asegura Perú Sostenible. “Por ello, es fundamental que la operación del sector esté alineada a una visión sostenible que considere factores sociales y económicos dentro de su actuación y la de sus relacionados”.