La acelerada deforestación y degradación de la Amazonía pone en peligro su biodiversidad y las comunidades locales. Sin embargo, las soluciones sostenibles basadas en la bioeconomía y la restauración ofrecen una alternativa para proteger el bosque.

El problema: la degradación acelerada de la Amazonía
La Amazonía se encuentra en peligro de alcanzar un estado irreversible de degradación debido a la deforestación masiva y el cambio climático. Cada año, se pierden más de 17,000 km² de selva, con Brasil como principal responsable de esta pérdida, contribuyendo con 14,000 km² anuales​. Las causas principales incluyen la agricultura intensiva, la ganadería y el cultivo de palma aceitera, actividades que deterioran rápidamente la fertilidad del suelo y fomentan la expansión de la deforestación.

El ciclo del agua está siendo afectado: los incendios forestales y las sequías se incrementan, poniendo en peligro la “bomba biótica”, un proceso natural que permite al bosque generar lluvias reciclando humedad. Además, el impacto del fenómeno de El Niño en 2024 podría empeorar la situación, con más incendios y desplazamiento de comunidades enteras​. La biodiversidad también enfrenta una crisis: para el 2050, se estima que entre 5,000 y 6,000 especies de árboles podrían desaparecer si no se toman acciones urgentes​.

Impacto en la comunidad y la economía
Las comunidades indígenas, esenciales en la gestión sostenible del bosque, ven afectadas sus fuentes de agua y medios de vida, como la pesca y la agricultura. La tala ilegal y los incendios incrementan su vulnerabilidad. Sin embargo, los expertos enfatizan que integrar el conocimiento ancestral con la ciencia moderna puede generar soluciones eficaces para proteger el bosque​.

Proyecto destacado: Amazonía 4.0 y bioeconomía como solución sostenible
El científico Carlos Nobre propone dos soluciones estratégicas:

– Amazonía 4.0: Este proyecto impulsa la integración de tecnología avanzada con saberes indígenas para crear productos sostenibles a partir de la biodiversidad, como aceites y plantas medicinales. Esto permite que las comunidades locales generen ingresos sin recurrir a la deforestación.

– Transición hacia una bioeconomía: La promoción de una sociobioeconomía se enfoca en utilizar recursos del bosque de manera sostenible. La implementación de modelos agroforestales y el uso de biocréditos están alineados con esta transición. Estos productos financieros verdes promueven cultivos sostenibles, como la combinación de árboles frutales con cultivos tradicionales, ayudando a conservar el suelo y usar menos agua.

Desde 2020, la Federación de Cajas Municipales ha otorgado más de un millón de dólares en biocréditos, con una participación del 33% de mujeres agricultoras y una tasa de cero morosidad​. Este modelo demuestra que las finanzas verdes no solo conservan el medio ambiente, sino que también mejoran la calidad de vida de los pequeños agricultores.

Resultados y próximos pasos
Los esfuerzos de restauración forestal ya han dado frutos. En los últimos cinco años, se han plantado más de 10 millones de árboles en la región andina, y se proyecta plantar 35 millones más con el apoyo de las comunidades locales​. Sin embargo, los expertos insisten en que se necesita más financiamiento e infraestructura para escalar estas soluciones. La conectividad sigue siendo un reto, ya que muchas comunidades carecen de acceso a internet y servicios bancarios.

El llamado es claro: alcanzar deforestación cero y fortalecer una bioeconomía inclusiva es esencial para preservar la Amazonía. Las comunidades locales tienen las herramientas y conocimientos necesarios, pero requieren apoyo para implementar estas soluciones a gran escala.

Llamado a la acción
Las empresas, el Estado y la sociedad civil deben trabajar juntos para impulsar la restauración y la bioeconomía en la Amazonía. El camino hacia un desarrollo sostenible pasa por valorar la biodiversidad y proteger los ecosistemas, garantizando al mismo tiempo la inclusión económica de las comunidades.