El teletrabajo, la educación remota y el uso prolongado de artefactos en casa, propios de la nueva normalidad, acarrean un mayor consumo de electricidad. De hecho, durante el periodo de confinamiento, el consumo de energía eléctrica en las viviendas aumentó cerca de 20%, según el Comité de Operación Económica del Sistema (COES). Por ello, ha sido clave la continuidad del servicio que Enel Perú ha garantizado a todos sus clientes.

Para evitar interrupciones del fluido eléctrico, la empresa suspendió temporalmente acciones como mantenimientos ordinarios de la red y cortes programados. En cambio, puso en marcha una estrategia para asegurar el acceso a la energía en su zona de concesión, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) suscritos por los países miembros de Naciones Unidas. “Estamos firmemente comprometidos con el ODS 7: Energía asequible y no contaminante.

Por ello, incrementamos nuestra capacidad operativa para la atención de emergencias que puedan comprometer la continuidad del servicio eléctrico de nuestros 1.4 millones de clientes”, afirma Massimiliano Calamea, gerente de Sostenibilidad de Enel Perú.

LUZ PARA VIVIR
Sin suministro eléctrico, tareas como estudiar o realizar actividades económicas esenciales para el desarrollo humano se hacen casi imposibles, en especial durante un periodo como el que vivimos. Consciente de las dificultades a las que se enfrentan sus clientes en este periodo, Enel Perú ha aplicado medidas de financiamiento para quienes han tenido inconvenientes en el pago de sus recibos durante el estado de emergencia.

“Más de 400 mil clientes accedieron al fraccionamiento de recibos en base al DU 035-2020, con financiamiento hasta en 24 meses”, sostiene Carlos Solís, gerente de Market de Enel Distribución Perú. Solís menciona también que unos 460 mil clientes pueden acogerse al beneficio del DU062-2020, diseñado para clientes con consumos entre los 101 kWh y 300 kWh al mes.

COMPROMISO SOCIAL
El apoyo de Enel Perú a la ciudadanía también se ha manifestado en sus acciones en beneficio del sistema de salud nacional, a través de obras para el aumento de la potencia eléctrica en diferentes hospitales de Lima Metropolitana. Además, ha entregado material médico y oxígeno a centros de salud en Ica, Moquegua, Junín, Piura y Lima, regiones donde cuenta con plantas de generación. Estas donaciones han sido posibles gracias a la campaña “Que nuestra energía nunca se detenga”, a partir de la cual se habilitó un fondo de 3.5 millones de soles para luchar contra la COVID-19, en el marco del impulso del ODS 3: Salud y bienestar.

En este contexto de emergencia, las necesidades básicas de los ciudadanos en situación vulnerable se han agudizado, por lo que parte del fondo habilitado (300 mil soles) fue destinado a la compra de alimentos de primera necesidad, productos de aseo personal, vestimenta y herramientas para que niños y jóvenes puedan continuar su educación de manera virtual.

En ese sentido, a través de Aldeas Infantiles SOS Perú, Fundación Pachacútec y las ONG EcoSwell, World Vision, Helvetas Swiss Intercorporation y Ciudad Saludable, se distribuyeron más de seis mil canastas básicas con alimentos de primera necesidad y material escolar, para beneficio de más de 25 mil personas en situación de pobreza.

De este modo, Enel Perú se compromete con quienes más se han visto afectados por la emergencia sanitaria, mientras se prepara para sumar acciones hacia un nuevo objetivo que Calamea señala con claridad: “ayudar a la reactivación de la economía del país”.

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