La vida en la naturaleza es circular, pues todo final supone un nuevo comienzo. La economía circular (EC) sigue esta premisa. La pesquera TASA ha tomado la vanguardia en la industria y está aplicando con éxito este modelo económico que permite ganar por partida triple: generar un impacto social, cuidar el medio ambiente y obtener rentabilidad financiera. 

En el esquema tradicional, también llamado economía lineal, se extraen los recursos, se transforman en productos y se desechan. Por eso, la compañía cambió la línea por el círculo. Es así que capacitaron a sus colaboradores y colaboradoras para disponer los desechos de manera que puedan ser reutilizados o vendidos a terceros, a fin de que puedan modificarlos y darles un nuevo uso.

En este contexto, TASA fue la primera pesquera que se suscribió al Acuerdo de Producción Limpia (APL) en Perú, a través del cual se compromete a implementar estrategias para el uso eficiente de bienes en desuso y en la gestión de residuos sólidos.

“Les damos los desechos a otras empresas, del rubro o no, para que formen parte de sus cadenas de valor”, subraya Humberto Moreno, gerente de Seguridad, Salud y Medio Ambiente de TASA. Agrega que “mientras más avanzamos, más nos vamos dando cuenta de que tenemos oportunidades de incorporar desechos dentro del concepto de EC”.

UN NEGOCIO JUSTO
“El compromiso con el medio ambiente de TASA comienza desde el inicio de sus operaciones en el 2002, pero es en el 2019 que empezamos a ver muchas oportunidades de aprovechar los desechos e iniciamos con algunos pilotos” explica Franklin Romero, jefe de Gestión Ambiental. 

Indica que ese año, el porcentaje de valorización de residuos no peligrosos era del 22%, llegando al 97% en 2021, y el de los residuos peligrosos pasó del 11% al 36% en el mismo lapso. “Hasta ahora el beneficio económico que hemos tenido es de US$ 159.890 que se dividen en casi US$ 77.994 en venta de residuos y US$ 81.896 en ahorro”, detalla.

Los residuos orgánicos se convierten en compost, los aceites minerales y vegetales se transforman para ser utilizados, las baterías gastadas son vendidas, el plástico, las parihuelas, el cartón; incluso los aparatos electrónicos en desuso y hasta las latas de pintura vacías obtienen un nuevo valor con el reciclaje.

Además de reutilizar, este enfoque también incluye la optimización en el uso de recursos. Por ejemplo, el agua. Romero comenta que la empresa cuenta con tecnologías limpias que les ayudan a recuperar los vahos producto del secado de anchoveta para reutilizarlos en la limpieza de las unidades, lo que les ayuda a reducir su consumo entre el 40% y el 60%. 

UN CAMINO QUE SE RECORRE CON AMIGOS
Un caso emblemático es el de las redes de pesca. La pesquera impulsa un emprendimiento llamado Ecomarea, en el que capacitan y acompañan a las esposas de sus colaboradores en Mollendo, quienes luego de un proceso de limpiado y condicionamiento, convierten las redes usadas en carteras, aretes, chalecos y diversas prendas. Tan solo en 2019 han transformado 200 kg de redes usadas y este año la meta es llegar a los 600 kg. 

Otro importante aliado es la plataforma Kunan, de Perú 2021, una comunidad de emprendimientos sociales y ambientales donde buscan empresas o emprendimientos con el objetivo de generar nuevos negocios. Cada año se celebra el Desafío Kunan, donde se premian las mejores iniciativas. Este año, por primera vez en su historia, existe una categoría de EC impulsada por TASA. “Hay 34 inscritos. Son 34 oportunidades de seguir mejorando”, refiere Franklin Romero.

Pipo Reiser, director de Alianzas de Sinba, comenta que la única manera de que la EC funcione es construyendo economías colaborativas. “Este movimiento nos invita a construir puentes socialmente y creo que va a tener mucho impacto más allá de lo ambiental. Este es un mensaje bonito. Es lo que necesita el País”.

Estas acciones se dan en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en especial los referidos a industria, innovación e infraestructura (ODS 9), pues adecúa sus procesos y equipamientos a la producción eficiente y sostenible. Asimismo, los colaboradores y las colaboradoras de la empresa, así como sus aliados y asociados son testigos de cómo estas iniciativas favorecen el trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8). También es importante mencionar la labor orientada al ODS 14, referido al cuidado de la vida marina, que se traduce en operaciones responsables, devolviendo al mar y catalogando especies que caen en las redes. 

Todo gira. El planeta se encarga de que nuestras acciones vuelvan a nosotros. Por eso hay que protegerlo. Seguir una filosofía sostenible y responsable con el medio ambiente nos asegura que esto redundará en beneficio de todos y todas.