La producción de café en Perú genera más de 2 millones de puestos de trabajo y su exportación anual ha alcanzado 380 mil toneladas. Así, ha logrado un mayor reconocimiento internacional, como han señalado representantes del Ministerio de la Producción. 

Sin embargo, a nivel local quedan muchos pendientes, en cuanto a las condiciones laborales y productivas. Debido a que el café es una alternativa para quienes desean dejar el cultivo de hoja de coca, su sostenibilidad es clave.

Por ello, la Alianza para la Excelencia en Café (CAFE) —una iniciativa público-privada de la organización internacional TechnoServe— busca mejorar los ingresos de pequeños agricultores de café en regiones de desarrollo alternativo como San Martín, Huánuco y Ucayali, con el fin de ofrecer alternativas sostenibles al cultivo de coca. 

Tres objetivos claros
El proyecto se centra en fortalecer los vínculos comerciales, facilitar el acceso a financiamiento y capacitar a jóvenes para integrarse en la cadena de valor del café. Así, solo hacia el año 2022, el proyecto ya había beneficiado a 8.380 familias, incrementando sus ingresos en 145%. Y para el periodo 2023-2024, se trazó como objetivo integrar a 2.331 familias más.

Este esfuerzo colabora con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que buscan fortalecer el trabajo decente y el crecimiento económico, enfocándose en lograr niveles más elevados de productividad económica mediante la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación, sobre todo en sectores con gran valor añadido y un uso intensivo de la mano de obra.

“Hace menos de una década, la cadena productiva del café en las regiones de San Martín, Huánuco y Ucayali enfrentaba retos considerables. Los productores estaban desorganizados y las organizaciones locales carecían de una adecuada integración en el mercado, lo que se traducía en una gestión débil y poco eficiente”, explica Sergio López Zapata, director del proyecto CAFE. “Otro desafío importante era la limitada producción tanto en cantidad como en calidad. Los compradores internacionales tenían poca presencia en la región y la cadena de intermediación era extensa, lo que resultaba en precios bajos para los productores, quienes no podían competir en condiciones equitativas”.

Generar cambios ha requerido la participación de múltiples actores. Fue impulsada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementada por TechnoServe y requirió asociarse con empresas compradoras en Europa y Estados Unidos para crear oportunidades comerciales, como Jacobs Douwe Egberts, Peet’s Coffee y la Fundación Starbucks. Además, contó con la colaboración de actores locales como Perales Huancaruna, Olam Food Ingredients, HVC Exportaciones, así como entidades públicas como DEVIDA, Promperú y COFIDE, y gobiernos regionales y locales. 

Por el éxito del proyecto, CAFE ha sido elegido ganador del Reconocimiento Perú por los ODS, organizado por Perú Sostenible, en la categoría Pactos. 

“El reto de la sostenibilidad de la caficultura en el Perú es inmenso, por lo que es necesario integrar al resto de productores a un mercado rentable y sostenible”, agrega López. “Esto implica trabajar con el sector público y privado para implementar programas de asistencia técnica que fomenten la adopción de prácticas sostenibles, la renovación de cafetales envejecidos, el acceso a certificaciones, la articulación a financiamiento y, no menos importante, adecuando la gestión de las fincas al reglamento europeo contra la deforestación”.