Según el Informe del Día Mundial del Sida 2023, de la ONU, 9,2 millones de personas que viven con el VIH no tienen acceso a la terapia antirretroviral y, cada minuto, se pierde una vida debido al sida. “Esto no es el destino, podemos cambiarlo”, escribe Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, quien hace énfasis en el rol que puede cumplir el liderazgo comunitario para lograr soluciones. 

A nivel global, los principales obstáculos que se enfrentan para atender esta problemática, indica la misma organización, son los recortes en la financiación, las limitaciones políticas y legislativas, así como las normas restrictivas para la sociedad civil y los derechos humanos. Pero en Perú, si bien existe el tratamiento antirretroviral gratuito desde el año 2004, la principal dificultad es el acceso al diagnóstico temprano y la vinculación permanente al tratamiento, explica el Dr, José Luis Sebastián Mesones, director regional para la región andina de AHF y coordinador de esta organización en Perú. 

En el país, AHF lleva a cabo el proyecto Fortalecimiento de la Respuesta Nacional del VIH, a través del cual —en colaboración con el Ministerio de Salud, gobiernos regionales y los principales hospitales del país— han realizado más de 624 mil tamizajes de VIH y diagnosticado a 20.167 personas, de las cuales más del 95% ha ingresado a tratamiento. De esta manera, el proyecto aporta al alcance del tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, “Salud y Bienestar”, que busca poner fin a distintas epidemias, entre ellas la del sida. Por este trabajo, el proyecto es uno de los finalistas del Reconocimiento Perú por los ODS, organizado por Perú Sostenible.

“La mayoría de ciudadanos en el país desconoce que existe tratamiento antirretroviral gratuito en el Perú, brindado en los establecimientos del Ministerio de Salud y en algunas organizaciones no gubernamentales como AHF, y piensan que el hecho de conocer que tienen la infección puede ser un sinónimo de muerte”, comenta Sebastián Mesones. “En la actualidad, las personas que detectan la infección de forma temprana acceden al tratamiento y continuar su vida con los planes que han tenido siempre, sin tener ningún problema para continuar con sus actividades”. 

Para romper estas barreras, AHF además trabaja para fortalecer a distintos actores claves de este ecosistema. Mediante sus alianzas con el Estado contribuye al fortalecimiento de los establecimientos de salud y al esfuerzo para garantizar que las intervenciones sean incorporadas a las normas y los presupuestos públicos. Por otro lado, se acerca a las organizaciones comunitarias para garantizar el acceso a la información, al tamizaje y al tratamiento antirretroviral.

Las mejoras son cada vez más evidentes, pero aún hay trabajo pendiente. Según el Índice de estigma y discriminación hacia las personas con VIH en Perú, 81% de las personas encuestadas reportó que la decisión de hacerse una prueba de VIH fue propia, 67% reportó haber recibido consejería previa y posterior a una prueba, solo 13% recibió consejería post test y 17% no recibió ningún tipo de consejería.