El cambio climático se ha generalizado y avanza rápido. Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, las alteraciones observadas no tienen precedentes en cientos de miles de años. No obstante, también concluye que, si logramos reducir de manera sostenida las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, su evolución podría limitarse. 

Para BBVA, la banca juega un rol clave en la lucha contra el calentamiento global debido a su posición única para movilizar capital mediante inversiones y préstamos, aparte de ofrecer asesoramiento crucial, en favor de esta causa. Por ello, han desarrollado una línea de acción primigenia para cumplir con este cometido: proporcionar a sus clientes soluciones innovadoras que los encamine en la transición hacia una economía baja en carbono.

COMPROMISO AMBIENTAL
La financiación sostenible es la estrategia que responde a esta iniciativa. Se puede definir como los recursos que se destinan para subvencionar proyectos que se conocen como “verdes” o medioambientalmente responsables. En otras palabras, aquellos que tienen un impacto positivo en el planeta. Este compromiso está alineado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8 de la Organización de las Naciones Unidas, la cual promueve el crecimiento económico sostenible.

Ahora bien, ¿qué diferencia a la financiación sostenible de una tradicional? De acuerdo con Víctor Gordillo, gerente de Banca Corporativa de BBVA, en que las empresas que aspiran a ella cumplan con ciertos estándares ligados a los indicadores ESG (las siglas en inglés de medio ambiente, social y gobierno corporativo). Para acceder a este financiamiento, deben demostrar que cumplen con, al menos, uno de esos tres criterios y, si es posible, con los tres. 

VENTAJAS DEL ACUERDO
Las organizaciones que se favorecen de este tipo de préstamo o inversión obtienen algunos beneficios, como acceso a tasas de interés más bajas. Sin embargo, el más contundente es que visibilizan su compromiso con la sostenibilidad. “En BBVA queremos asegurarnos de ofrecer productos bajo esta figura para motivar a nuestros clientes a hacer sus operaciones más sostenibles y socialmente responsables. Nuestro objetivo principal es crear conciencia de lo que está sucediendo en nuestro planeta y tomar medidas”, manifiesta Víctor.  

Su cartera -que atiende a empresas de gran envergadura- ha implementado distintas soluciones innovadoras bajo el paraguas de financiación sostenible. Entre ellas están el leasing sostenible, como el que le otorgó a Natura Cosméticos, el factoring sostenible, que concertó con TASA, o el préstamo de capital de trabajo sostenible a Compartamos Financiera. Es necesario destacar que cada acuerdo de financiación fue desarrollado a la medida de las necesidades de cada cliente, debido al uso específico de los desembolsos.

CASO CÁLIDDA
Fue el primer préstamo corporativo sostenible que BBVA firmó con una empresa del sector energético. A diferencia de otros procesos para acceder al financiamiento, Cálidda se sometió a una rigurosa valoración de factores ESG a cargo de V.E, una prestigiosa evaluadora de indicadores de sostenibilidad. Mario Caballero, director financiero de la empresa, afirma que someterse a esta evaluación les sirvió para ratificar su estrategia de negocio embebida en la sostenibilidad y así enviar una señal al mercado. 

“El financiamiento sostenible de BBVA nos da la oportunidad de demostrar con el ejemplo, al mismo tiempo que nos ayuda a incentivar que la cadena de valor con la que operamos replique estas prácticas”, subraya Caballero. Asimismo, destaca que dentro del mercado local no encontraron una propuesta tan bien definida como la que les ofrecía el banco. “Fue un socio que nos acompañó y educó”, enfatiza. 

La financiación sostenible continuará siendo una de las soluciones innovadoras de BBVA para sumar esfuerzos en lo que consideran correcto: reforzar su compromiso con el medio ambiente a través de la movilización de capitales a favor de proyectos que contribuyan a mitigar el cambio climático.