Millones de personas en el mundo se rinden a las bondades de la gastronomía peruana. Cada año, miles de turistas extranjeros llegan a nuestro país seducidos por sus exquisitos platos y para corroborar si todas las maravillas que se dicen de ella son reales. No obstante, mientras esa demanda crece, dentro del Perú también existe una gran contradicción: el 44% de nuestros niños sufre de anemia y malnutrición.

Esa cifra fue revelada hace dos años por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por ese preocupante índice se ha calificado a estos males como una gran amenaza para la salud pública del Perú. Afortunadamente hay empresas privadas, como LATAM Airlines Perú, que ha decidido ser agente de cambio y asumir el reto de acercar a los jóvenes a la gastronomía y a su vez erradicar la anemia y desnutrición.

La aerolínea, que llega a 20 destinos nacionales, ha puesto en marcha un programa de responsabilidad social que permite que estudiantes de quinto año de secundaria de escuelas públicas puedan cumplir sus sueños de convertirse en chefs. El nombre de esta iniciativa es ‘Cocineros que Vuelan’ y uno de sus objetivos es tan ambicioso como factible: busca que la gastronomía sea un elemento clave para para lograr una infancia libre de anemia en el Perú.

Antonio Olórtegui, gerente de Asuntos Corporativos de LATAM Airlines Perú, explica que el programa otorga anualmente seis becas integrales para que jóvenes estudien una carrera técnica en la Escuela de Cocina de la Fundación Pachacútec. “Son becas que incluyen todo lo necesario para que ellos se enfoquen en sus estudios: vivienda, alimentación, traslados, utensilios para clases, seguro médico y también pasajes para que visiten a sus familias durante sus vacaciones”, refiere.

Además, el programa ofrece a los mejores estudiantes de cocina de la Fundación la posibilidad de realizar pasantías en restaurantes del extranjero a través de un Plan Becario Internacional que también otorga pasajes y bolsa de viaje.

BENEFICIOS PARA LAS COMUNIDADES
Si bien los jóvenes son beneficiados con las becas de ‘Cocineros que Vuelan’ y pueden promover una alimentación saludable desde sus cocinas, este programa tiene también un impacto multiplicador positivo en las comunidades.

Olórtegui asegura que los beneficios del programa llegan hasta las mismas ciudades de donde provienen los jóvenes becados a través de Gastrosalud: clínicas móviles que atienden durante dos años y medio a niños de primero de primaria de los colegios donde estudiaron los becados de ‘Cocineros que Vuelan’. En estas clínicas móviles se realizan despistajes, evaluaciones y se brindan tratamientos para erradicar la anemia y la desnutrición.

Además de las atenciones médicas, como parte del programa se ofrecen las charlas y capacitaciones ‘Alimentación Sostenible’, dirigidas a padres y docentes. En ellas se les exhorta a utilizar productos regionales alimenticios ricos en hierro, un elemento clave para combatir la anemia.

El gerente de Asuntos Corporativos de LATAM Airlines Perú considera que otro de los aportes de ‘Cocineros que Vuelan’ es que cumple con tres de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU: Hambre Cero (2), Salud y Bienestar (3) y Alianzas para Lograr los Objetivos (17). Metas claves para el desarrollo del Perú.

SUEÑOS CUMPLIDOS
A la fecha, la primera etapa del programa tiene seis estudiantes ganadores: dos de Jauja, dos de Jaén y dos de Ayacucho. Diego Bellina (17) es uno de ellos. Mientras cursaba el quinto de secundaria en su natal Ayacucho, nunca se le pasó por la mente que terminaría en Lima estudiando —en calidad de becado— la carrera que más le apasiona. “Pensaba que terminando el colegio me quedaría en Ayacucho para ayudar a mis padres, pero ahora los podré ayudar más porque seré un cocinero profesional y tendré un mejor futuro”, refiere.

En tanto, John Capuñay (18), de Jaén, confiesa que su vida también se ha transformado. “Pasé de pensar que no podría estudiar por falta de recursos económicos, a tener la posibilidad de estudiar lo que más me apasiona, la cocina y con ello podré ayudar a mi comunidad”.

La meta de ambos es desarrollar un emprendimiento gastronómico que ayude a generar empleo, revalorar los insumos locales y fomentar un turismo sostenible que beneficie a su comunidad. Tres objetivos que se alinean también con los de LATAM.

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