Roque Benavides: “Tenemos minería para 800 años”
¿Cómo ve la situación de la minería luego de la paralización decretada por el gobierno?
Bueno, la minería informal nunca se suspendió. El problema de la economía peruana es que, siendo informal en su mayoría, toda la legislación que se da es para la actividad económica formal. Pero la minería responsable, la minería formal, paralizó sus operaciones. En el caso de Buenaventura, paralizamos al 100% porque se nos hizo muy difícil el transporte del personal. Lo que es evidente es que hoy día más del 90% de las operaciones mineras están trabajando al 100%.
¿Qué opinión tiene con respecto al manejo de la cuarentena?
Creo que se cometió un gravísimo error al no tener cuarentenas focalizadas por regiones, por actividades, por zonas. Algunos quieren plantearnos la dicotomía “salud o economía”: los que cuidan la salud son buenos y los que cuidan la economía son malos. Sinceramente, yo no creo en esa dicotomía. Creo que la salud es lo primero, pero que la economía también debería haberse cuidado. El hecho es que así se llevó a cabo y nos impidieron producir, pero eso ya es parte del pasado.
¿El sector minero está en condiciones de ser la punta de lanza para la recuperación?
Creo que hay varios aspectos en esto. Primero, debemos recuperar el 100% del nivel de producción que teníamos antes de la cuarentena. Segundo, es fortuito, pero ojalá que los precios —que han comenzado a subir— nos sigan acompañando. Tercero, y esto depende de nosotros, es que hay que poner en valor todos los proyectos mineros que tenemos en cartera. Mucha gente cree que esos proyectos cayeron del cielo. No es así. Han sido explorados a lo largo de los años y son un activo del país que debería ponerse en valor. Con cuidado del medio ambiente y con respeto a las comunidades, por supuesto. Creo firmemente que, si queremos recuperarnos de esta depresión económica en la que estamos, la única manera va a ser con más inversión pública y privada en todos los sectores.
Tía María, por ejemplo, con el que tendríamos un reservorio como el de Paltiture, que podría suministrar, con mejor calidad, más cantidad de agua para todo el Valle del Tambo. Quellaveco, que se paralizó absurdamente cuando había unas 10 mil personas trabajando en su proyecto de construcción. Y en el sur están Zafranal, Mina Justa, Pampa del Pongo, San Gabriel; eso generaría muchísima actividad económica y un eslabonamiento productivo muy importante. En el norte están Michiquillay, Galeno y Conga, paralizada por cuestiones ideológicas. Están los sulfuros de Yanacocha, la Zanja, Tantahuatay. Está La Granja, en manos de Rio Tinto, una de las compañías mineras más grandes y respetadas del mundo, que el gobierno debería convocar para decirle que saquen adelante este proyecto. Está Cañariaco, en Lambayeque, que ha sufrido tanto con la pandemia, y que podría generar puestos de trabajo. En agricultura, Chavimochic III está paralizado desde hace 4 años por el tema de Lavajato. Hay que combatir la corrupción, pero paralizar 70 mil nuevas hectáreas de cultivo es un absurdo. Está Majes Siguas II, detenida por una adenda. Además, se ha paralizado la pesca, que podría ser acotada en cuanto al riesgo sanitario. Y, por supuesto, las obras públicas también tendrían que ponerse en valor.
El portal Mapainversiones dice que hay 906 concesiones mineras en explotación, mientras que en años anteriores eran más de 5 mil. ¿En cuánto tiempo cree que la minería se va a recuperar?
Yo creo que esa cifra de concesiones puede llevar a error. Hay que ver la producción. Pero más que eso, en la etapa de construcción de los proyectos es donde mayor generación de empleo se da en minería. Por ejemplo, Tía María, si se construyera hoy, contrataría a 4 mil personas, pero en operación, seguramente va a tener mil personas. Es decir, la reactivación económica se da también en el proceso de construcción de los proyectos, y es muy importante avanzar en esos procesos.
Es evidente que ahora no se va a inaugurar ningún proyecto minero. De repente Mina Justa. Pero no se trata de eso. El Estado es una continuidad, el país es una continuidad. Lo que necesitamos es sacar adelante las licencias, los permisos, que se han convertido en “permisología”, la ciencia de los permisos. El Perú tiene tantas carencias, tantas necesidades, que esto debería avanzar más rápido. ¿Qué puede hacer este gobierno? Avanzar con esos permisos para que se inicie la construcción de los proyectos. Ese sería un aporte muy importante a la economía del Perú.
¿Cuál es el papel de las empresas contratistas en la reactivación minera?
Yo tengo más de 40 años trabajando en el sector minero. Les llamábamos empresas contratistas en un momento, pero hoy se les llama empresas especializadas, y creo que esto es muy importante, porque no es una cuestión semántica, es una cuestión de eficiencia. Hay que entender que el sector minero no controla los precios de venta de sus productos. Lo único que controla, a medias, es su eficiencia, sus costos. En ese sentido, a la hora que tomamos personal de empresas contratistas o especializadas, lo que hacemos es generar mayores eficiencias. Por eso valoro cuánto se ha ido mejorando en términos de calidad de trabajo de las empresas especializadas. Ellas son fundamentales y van a cumplir un rol importantísimo si es que echamos a andar los proyectos mineros.
¿Para cuántos años más cree que tenemos minería en el Perú?
Yo diría que para 600, 700, 800 años, porque la minería peruana recién está siendo explotada en superficie, en lo que aflora en el terreno. Todavía no se han descubierto yacimientos profundos, como ha sucedido en tantas otras partes del mundo. Creo que la minería es importante en el Perú porque es una riqueza natural que nosotros tenemos el derecho y la obligación de poner en valor.
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