Tecnología de vanguardia para salvar vidas
La firma alemana Dräger ofrece sistemas automatizados de detección de gases para evitar riesgos en minas subterráneas.
Redacción ContentLab
En el sector minero, como en la mayoría de industrias, los peligros de accidentes son permanentes y latentes. Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), en lo que va del año se han producido once decesos por accidentes mortales en la minería. La mayoría fueron por desprendimiento de rocas, pero existen otros peligros menos visibles, aunque igual de peligrosos, como los gases tóxicos, principalmente en el caso de la minería subterránea.
Dentro de las galerías, los mineros deben estar alertas a la presencia de gases letales, como el monóxido de carbono, dióxido de carbono, gases nitrosos, deficiencia de oxígeno, entre otros. Se trata de sustancias que no se pueden ver, oler ni sentir, pero, si se respiran, son capaces de bloquear el ingreso de oxígeno al cuerpo, llevando a la persona hasta la asfixia. El monóxido de carbono (CO) es un ejemplo de ello. Según diversos reportes clínicos, es entre 250 y 300 veces más afín que el oxígeno en la sangre, por lo que una intoxicación con este gas podría conducir al afectado hasta la muerte.
Por esa razón, a principios del siglo XX, a falta de dispositivos de alerta, los mineros recurrían a la creatividad para advertir la presencia de CO. Un sistema de alerta habitual era utilizar canarios, un ave sumamente sensible al CO: si morían en sus jaulas, se asumía la presencia de este gas y se abandonaba el área.
UNA REVOLUCIÓN EN SEGURIDAD
En 1889, J. Heinrich Dräger y Carl Adolf Gerling fundaron Dräger & Gerling, compañía dedicada en un inicio a la fabricación de equipos de ventilación mecánica con propósitos médicos, así como equipos de respiración para bomberos, mineros y buzos. Años más tarde, la compañía se llamaría simplemente Dräger. A finales de la década de 1930, esta empresa desarrolló un sistema de tubos para reemplazar el uso de canarios en las minas subterráneas. La idea era simple: una bomba desviaba una cierta cantidad de aire ambiente a través de un foco de vidrio. Si se producía un cambio en el color, era razón para considerar que el gas tóxico estaba presente en la atmósfera, desatando la alarma entre los obreros.
Desde entonces, la firma alemana continuó perfeccionando sus sistemas de detección de gases, llegando a desarrollar en los años setenta sensores electroquímicos. En caso de emergencia, estos sistemas activaban una alarma de alta vibración. Hoy en día, los sistemas de detección de gases de Dräger evitan el envenenamiento, asfixia o la muerte de mineros.
Si bien los sistemas de detección de gases normalmente se enfocan más en minería subterránea, operaciones de tajo abierto, zonas de combustibles, tuberías, calderas y cocinas, también pueden aplicarse para detectar fugas y acumulaciones de gases tóxicos en todo tipo de operaciones industriales.
SISTEMA AUTOMATIZADO
Por ahora, a decir de Katherine Zegarra, Project Engineer Gas Detection Systems & Engineering Solutions en Dräger, la normativa respecto al control de gases tóxicos regulada por Osinergmin es general. Sin embargo, se espera que estas normas exijan a las empresas del sector minero ir más allá de la detección de gases en salidas de ventiladores y extractores de la mina.
La ubicación de equipos para detección de gases en la salida de ventiladores o extractores principales no garantiza la seguridad de los trabajadores, debido a que es considerado un punto que concentra los contaminantes de toda la mina. Por lo tanto, las mediciones obtenidas en dichos puntos no permiten identificar la ubicación exacta donde se requiere una inyección o extracción de aire para lograr un ambiente óptimo de trabajo.
La recomendación es realizar monitoreos en cada zona con potencial de acumulación de gases tóxicos o deficiencia de oxígeno. Así, es posible identificar qué área requiere mayor flujo de aire o cuál tiene un flujo alto. La presencia de sensores y su vínculo directo con el sistema de ventilación hace posible la automatización al interior de la mina, ya que permite la activación a demanda de un ventilador principal o secundario, basándose en la medición de concentración de gases en cada zona.
Para Zegarra, el objetivo debe ser vincular los equipos de detección de gases con los ventiladores y extractores de aire en minas de socavón, a partir de sistemas automatizados que cuiden la seguridad y la salud de los colaboradores mineros, al tiempo que permitan dos funciones:
– Regular la cantidad y fuerza con la que los extractores expulsan el aire viciado
– Ahorrar energía, si el sistema no detecta gases
“Más allá de los ventiladores y extractores, estos sistemas deben estar en todos los ambientes, para un monitoreo real, generando incluso data”, puntualiza. Como explica Zegarra, es posible que estos sistemas automatizados generen información vital para la toma de decisiones en aspectos como consumo de energía, exposición a gases tóxicos, velocidad con la que están trabajando los ventiladores, recomendaciones para prevenir situaciones de riesgo y promover alertas sonoras y visuales oportunas.
Por este motivo, las mineras peruanas, que cumplen estándares internacionales en cultura de salud y seguridad, tienen en estos sistemas automatizados de Dräger una oportunidad de impulsar el cuidado de sus colaboradores a un nivel incluso más alto que el que hoy exige la ley peruana. Para garantizar un funcionamiento óptimo, la compañía alemana ha diseñado un servicio integral que incluye una asesoría completa y mantenimiento de maquinaria. Se trata, pues, de equipos altamente confiables, de tecnología de vanguardia y diseñados para funcionar incluso en situaciones y zonas extremas, respaldados por los más de 130 años de experiencia de Dräger en el sector.
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