Sandro Sánchez, Director de Impacto Positivo y de los Programas MBA de Centrum PUCP Business School, comenta que las empresas y sus acciones de responsabilidad social juegan un rol fundamental y son el motor que ayuda a solventar las carencias a nivel económico, social, y ambiental en el Perú. “Son más importantes si consideramos que en muchos casos las organizaciones llegan a zonas en las que el Estado no tiene acceso”, acentúa. 

Ahora bien, para empezar a abordar la responsabilidad social empresarial (RSE) es valioso conocer su propósito. Intrínsecamente, conduce a todas las actividades de la empresa de manera ética, considerando los efectos que las decisiones y acciones tienen en los diversos grupos de interés. “Esto significa que las acciones de las empresas deben provocar la menor cantidad de impactos negativos, así como potenciar sus impactos positivos, tanto en el medioambiente como en la sociedad de la mano de la salud financiera que requiere todo negocio”. 

Proponer ideas innovadoras para afrontar los desafíos sociales y ambientales también es uno de los objetivos de la RSE. Así como cumplir con todas las regulaciones y normas del sitio de influencia y mantener un compromiso con los empleados, quienes son pieza clave para el éxito de la compañía. Ahora, la RSE también recompensa a las organizaciones con beneficios en diversos ámbitos. A continuación, te los contamos.

La casa de estudios desarrolla alianzas con socios estratégicos para desarrollar iniciativas de responsabilidad social. El propósito: capacitar en negocios a microempresarios del país y de la región. Al respecto, Sandro Sánchez comenta: “los programas de Centrum PUCP buscan el escalamiento de sus negocios, promueven la digitalización y el desarrollo sostenible, ético y responsable con los clientes y el planeta”.

Por su parte, L’oréal, la marca de cosméticos y belleza más grande del mundo, viene trabajando en el desarrollo sostenible con grandes resultados en la región. Alberto Mario Rincón, director general de L’Oréal Centroamérica y Región Andina, destaca que la empresa tiene un proyecto de responsabilidad social corporativo denominado “L’Oréal por el futuro”, el cual se divide en tres frentes de acción:

1. Transformación interna. Incluye diversas acciones, desde lograr conseguir que las plantas de L’oréal sean neutras en carbono y utilicen menos plástico hasta impulsar una cultura al interior de la organización que esté alineada con los retos del mundo de la sostenibilidad. “Actualmente, el 100% de las botellas de la marca Elvive son de plástico reciclado”, acentúa Rincón. 
2. Intervención en el ecosistema en el que trabajan. La empresa, por ejemplo, trabaja de la mano con proveedores que también siguen la filosofía de RSE y que tienen en su equipo a trabajadores en situación de vulnerabilidad. “Son proveedores que contratan, por ejemplo, a madres solteras y cabezas de familia”.
3. Soluciones a las problemáticas a nivel social y ambiental. Rincón resalta el programa “Mujeres en la ciencia”, donde apoyan a científicas con becas para que terminen sus estudios de posgrado o doctorado. “Queremos que se reduzca la brecha de género en este aspecto”. Además, L’oréal París capacita a las personas sobre cómo actuar frente al acoso callejero y Garnier ha ayudado a recoger más de 6.6 toneladas de plástico de las playas de Centroamérica y la Región Andina.

Tanto L’oréal como Centrum PUCP son claros ejemplos de cómo las acciones socialmente responsables suman al crecimiento del país y pueden lograr una transformación positiva en diferentes frentes de la sociedad.