Juventud vs experiencia: ¿Cuándo es mejor estudiar un MBA?

REDACCIÓN CONTENTLAB

Cuando se habla de estudiar un MBA es posible que surjan las dudas sobre cuál es el mejor momento para hacerlo. Por un lado, habrá quienes promuevan estudiar un MBA muy joven para impulsar así desde temprano una carrera profesional, mientras otros opinarán que es mejor esperar a tener la suficiente experiencia laboral para que el MBA calce como un traje a la medida.  

Carolina Pretell, directora de Marketing e Imagen Institucional de Centrum PUCP, dice que en Estados Unidos y Europa es usual ver a personas jóvenes y sin mayor experiencia estudiando un MBA, pero que en Latinoamérica no ha sido una práctica común. En el Perú se ha empezado tarde por una cuestión cultural, de disponibilidad de recursos o de falta de condiciones. Pero es una tendencia que ha ido cambiando. 

“La ventaja de empezar joven en un MBA es que se tiene una curva de aprendizaje más corta. Además, aparecerán las posibilidades de llegar a ocupar posiciones de liderazgo más temprano y por más tiempo”, dice Pretell. Recordemos aquí que Centrum PUCP tiene el MBA High Potential, un programa exclusivo para jóvenes, como respuesta a la necesidad de este público de compartir experiencias con gente de su misma edad y expectativas, y a la vez tener una preparación que los impulse a escalar pronto en una empresa.  

Sobre hacer un MBA cuando se alcance una madurez profesional, Pretell cree que compartir diversas experiencias en el aula puede ser muy valioso para todos los participantes, y que se deben compartir tanto éxitos como equivocaciones, una suma de retos en diferentes contextos sociales y económicos.

Un MBA puede ser también un paso más cuando ya se cuenta con una maestría especializada o cuando se logra un ascenso, llegan más responsabilidades, y se necesita tener una visión más estratégica. Vitorio Gotuzzo, executive manager de Michael Page, consultora dedicada a la selección de talento ejecutivo, dice que lo que va a pesar más que solo llevar un MBA es cuánta estabilidad puede conseguir la empresa tomando en cuenta la proyección profesional de quien aspira a un nuevo puesto. 

“Si hay una persona que apunta a una posición por encima de jefatura, quizá mediana o alta gerencia, y se conoce que está llevando un programa de MBA o ya lo culminó, el empleador puede tener una conversación con ella sobre cómo van a ser sus siguientes años, cuál es su plan de vida, y con eso puede armar un mejor plan de trabajo y de crecimiento para esta persona”. 

¿Más joven o con mayor experiencia? Carolina Pretell remarca que una opción no está sobre la otra. Elegir el mejor momento para estudiar un MBA dependerá del perfil de las personas, de su experiencia académica previa, de sus recursos individuales, de su proyección o de sus objetivos a corto, mediano y largo plazo. “Con esta revisión individual uno puede definir mejor cuándo hacer su MBA”, sugiere Pretell.

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