Placer femenino:
una herramienta de empoderamiento

El orgasmo femenino no solo es hablar de estimulación al clítoris o penetración. En la siguiente nota, descubre sobre el conocimiento del cuerpo y su importancia para la autonomía, según especialistas.

REDACCIÓN CONTENTLAB

Nov 7, 2019 | Sexpertos | 0 comments

[VIDEO] Estos son los mitos y verdades sobre el placer sexual femenino

Sobre el placer sexual femenino se escribe poco, se dice menos; y se trata con pinzas, miedos, pudor y secretismo. Se habla al menos de orgasmos, de clímax, de clítoris, de sexo con penetración, pero no se explica, por ejemplo, cómo es que este placer es una de las mayores herramientas de empoderamiento femenino, a través de un completo conocimiento y exploración de nuestros cuerpos. Ya lo adelantaba hace exactamente setenta años, la filósofa e intelectual Simone de Beauvoir en su libro “El segundo sexo” (1949), cuando se atrevió a plantear que la sexualidad de la mujer no tendría por qué depender de la del hombre; además de decir abiertamente que su pareja, el filósofo y escritor, Jean Paul Sartre, no la satisfacía sexualmente.

“El placer femenino y el orgasmo femenino son una de las mayores herramientas de empoderamiento femenino. No hay nada más poderoso que sentirte bien con tu cuerpo sexual, con tu ser sexual, con tu piel sexual; y eso no significa que esto debe ser cuando la compartes con alguien más. Sino el mismo hecho de que te sientas cómoda habitando tu piel y disfrutando de ella con todo lo que nos traen las sensaciones placenteras del cuerpo”, señala Raquel Rottmann, psicóloga especialista en sexualidad. Para ella, este placer depende en mayor parte en cuán bien conocemos nuestro cuerpo y cuán bien podemos comunicar lo que necesitamos para llegar a ello. Rottmann pone un ejemplo sencillo para entenderlo mejor: “Es disfrutar de nuestros cuerpos como disfrutamos de comer nuestra comida favorita”.

Para la docente y Asesora de Monitoreo y Evaluación de PROMSEX, Denise Sacsa, lo más importante no es cuánto sepas sobre estos asuntos, sino cómo desarrollas tu propia sexualidad. “Sucede que las mujeres tienden a explorar muy poco su sexualidad, su cuerpo, sus deseos, el placer en general”, explica. Sacsa señala que muchas mujeres son temerosas de tocarnos el cuerpo y esto, en parte debido a que por muchos años, -y en muchos casos hasta la actualidad-, el sexo se ha enfocado en que la mujer se asegure de darle placer al hombre.

Y es aquí en donde se han tejido una serie de mitos y prejuicios hacia las mujeres empoderadas que se hacen cargo de su propio placer y lo comunican. “Estar empoderada sexualmente no tiene nada que ver con la cantidad de parejas que tienes. Puedes ser incluso una persona que nunca ha tenido sexo con otra persona pero que simplemente tiene una rutina rigurosa de placer propio y se siente muy a cargo de su propio cuerpo y de su propio placer. Pero lamentablemente, la sociedad ve a una mujer libre como una mujer promiscua”, explica Rottmann. Y agrega: “una mujer libre es alguien que es autónoma, está a cargo de su cuerpo y sabe comunicar lo que necesita”.

La especialista incluso señala que si una mujer sabe comunicar bien lo que necesita en ese ámbito tan íntimo y vulnerable, se empoderará para comunicar lo que requiere en otros ámbitos de su vida, como el laboral: en conversaciones o reuniones con sus superiores o personal a su cargo.

UN MILLÓN DE TIPOS DE PLACER
“Las mujeres tenemos una capacidad enorme de placer”, dice Raquel Rottmann. Por eso, agrega, que eso de que es más complicado que las mujeres lleguen al orgasmo es totalmente falso. Rottmann explica que no solo podemos llegar al orgasmo a través de los genitales, sino también con la estimulación de los pezones, la parte detrás de las orejas, los muslos, por poner solo algunos ejemplos. “Puedes tener orgasmos ni siquiera tocando tu cuerpo, simplemente a través de fantasías o sueños sexuales”, indica, además, la especialista.

En ese sentido, Denise Sacsa señala que esto último es muy real, puesto que el órgano más perfecto para toda la eroticidad del ser humano, es precisamente el cerebro. “Todo nuestro cuerpo es erógeno, pero es en el cerebro donde se desarrollan todos los niveles de placer. A través de la vista, el tacto, el gusto”, indica la especialista.

Sobre los tipos de orgasmos y las formas de llegar a ellos, Raquel Rottmann explica que hay orgasmos vaginales, de clítoris, de punto G, entre otros. Sin embargo, señala que lo fundamental a tener en cuenta es la estimulación, y no solo centrarse en los genitales o la penetración. “El placer femenino no simplemente tiene que ser alcanzado a través de la penetración o el acto sexual con los genitales sino que también puedes estimular diferentes áreas del cuerpo con diferente presión o tipos de estimulación. Por ahí puedes adquirir un juguete sexual para ir explorando qué te gusta, qué te satisface y encontrar el tipo de estimulación que es necesaria para ti”, indica.

 

 

De todos modos, para Raquel Rottmann si hablamos de placer femenino, no se debe descuidar al clítoris. “Lo primero que se debe saber sobre el clítoris es que no es solamente la puntita que se ve. Esa puntita es el comienzo de una estructura que rodea la mayoría de nuestra vagina y nuestra vulva”, dice. “El clítoris tiene 8 mil terminaciones nerviosas mientras que el pene solo tiene 4 mil”, agrega. Rottmann explica que, al igual que el pene, el clítoris también se llena de sangre y se hincha mientras estás excitada. “Se forma un tipo de erección, porque el clítoris y el pene son estructuras análogas en el cuerpo femenino y masculino”, indica la especialista.

Alrededor del 75 % de las mujeres, explica Rottmann, necesitan estimulación directa al clítoris para poder disfrutar de sus encuentros sexuales a plenitud y poder llegar al orgasmo. “Hay muchas mujeres que lo logran a través de la vagina, pero hay una gran mayoría que necesita de este tipo de estimulación”, señala.

EDUCACIÓN SEXUAL SOBRE EL PLACER FEMENINO
Nuestra sociedad, explica Rottmann, le tiene un gran miedo al placer relacionado a la autonomía femenina. “Desde una temprana edad se ve tan normal que los niños se toquen y desde entonces le ponemos empeño en enseñarles a nuestros hijos hombres dónde tocarse, dónde no tocarse, pero a las mujeres no. Cuando ves una niñita frotándose contra algo, la gente se espanta. Empiezan a proyectar sus propias ideas de lo que es la sexualidad y lo erótico a un acto tan inocente e infantil”, explica la especialista. Y es allí, en ese momento, donde para ella comienza la verdadera igualdad de género: desde el esfuerzo de una sociedad por otorgar una educación sexual por igual para mujeres y hombres.

Es por ello que Rottmann señala que es vital que se incluya al placer femenino dentro del currículo de educación sexual integral tanto en el colegio como en el hogar. “No solamente se debe enseñar la sexualidad como un tema reproductivo, sino que las niñas al igual que los niños tienen que saber que lo que están sintiendo en sus cuerpos es normal y lo que les está pidiendo su cuerpo es normal. El mismo empeño que le ponemos a educar a nuestros hijos sobre la normalidad de la masturbación se lo tenemos que enseñar a nuestras niñas también”, dice.

En ese sentido, Denise Sacsa precisa que actualmente existe un problema educativo con este tema, debido a que la mayoría de los docentes en las escuelas no están capacitados para otorgar esta educación sexual, y más bien están envueltos en los temores, mitos, tabúes y miedos que tiene la propia sociedad. Al igual que los padres, que muchas veces por temor o falta de conocimiento, no hablan del tema. “Muchas niñas viven sus días confundidas y llenas de culpa de la que la sociedad las llena, solo por sentir placer o necesidades corporales, cuando es algo absolutamente normal”, finaliza Raquel Rottmann.

A fin de cuentas, ambas especialistas esperan que el placer femenino se tome tan en serio como parte de una educación sexual integral, como se hace con la reproducción. Asimismo, que en cada hogar se haga lo mismo y así, poco a poco, la nube de prejuicios, mitos y paradigmas se vaya desvaneciendo hacia el conocimiento de las propias mujeres de su sexualidad, sus cuerpos y lo que les gusta sentir y lo que no.

Ante esta realidad, resulta sumamente importante que las mujeres empiecen a considerar su sexualidad como una prioridad de cara a su desarrollo personal integral y empoderamiento. Llegar a un conocimiento pleno, debería ser producto de un camino paulatino que se realiza desde investigación, lectura, conversación y experimentación.  Los hombres no están exonerados, ellos también deben sentirse invitados a indagar en este tema –especialmente si tienen una pareja heterosexual– conociendo, podrán fomentar el diálogo sobre sexo sano, placer y deseos. El cambio empieza ahora.

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