banca

José

Quisocala

Profesión: Liceo Naval Almirante Guise (Arequipa)
Edad: 15 años
Lugar de nacimiento: Arequipa
Meta: Popularizar el Banco Estudiantil Bartselana en todo el Perú y así promover el ahorro entre los niños y adolescentes

CONTENIDO PATROCINADO Producido para un anunciante que puede haber aprobado el contenido.

Alfredo Pomareda
Lunes 09 de noviembre de 2020

Aquella tarde de 2012, el sol arequipeño golpeaba fuerte. José Quisocala Condori —siete años, pantalón plomo, mirada curiosa— caminaba desde su colegio hacia su casa. Atravesaba la Plaza de Armas, las calles Mercaderes y San Juan de Dios, el parque San Francisco y la avenida La Marina, y en todos esos lugares veía a niños vendiendo caramelos. “Me acerqué a uno y me dijo que trabajaba para comer, para apoyar a sus dos hermanos menores. A partir de ahí empecé a pensar en qué hacer para que los niños ganen dinero sin abandonar la escuela”, dice José. Así empezó todo.

Tenía solo siete años —y es importante remarcar su edad— cuando fundó el Banco del Estudiante Bartselana, un proyecto que le ha permitido ahorrar dinero a muchos niños y adolescentes, una idea que revolucionó las finanzas infantiles y que fue gestada por un niño en edad de ver dibujos animados y de ampararse en el cobijo de sus padres.

“Los niños reciclan y esas ganancias las guardan en el banco. Algunos, en dos o tres meses pueden llegar a ahorrar entre 500 y 1500 soles”

Lo insólito de José Quisocala es cómo funcionaba su cerebro a tan corta edad: renunció a ser un infante para convertirse en un gestor financiero, en un chico de poco más de un metro que fue premiado en Latinoamérica y en Estados Unidos por haber gestado y sostenido un proyecto que ha logrado mejorar la calidad de vida de muchos menores de edad en su ciudad natal, Arequipa.

El Banco Estudiantil fundado por Quisocala Condori funciona de manera muy simple. Los niños que desean ahorrar consiguen residuos sólidos, los llevan al local del banco y José y su equipo los venden a una empresa que fabrica papel higiénico, convirtiendo en dinero lo que para algunos no es más que basura. Se trata, pues, de un modelo de negocio que empodera a los infantes y contribuye a la sostenibilidad del medio ambiente, motivos que justifican ampliamente que este adolescente haya sido galardonado en latitudes tan diversas como América Latina, Estados Unidos y Europa.

“Los niños reciclan y esas ganancias las guardan en el banco. Algunos, en dos o tres meses pueden llegar a ahorrar entre 500 y 1500 soles”, dice José. Cuando fundó el Banco del Estudiante Bartselana tenía veinte inscritos. Hoy más de seis mil menores ahorran su dinero en la empresa de este emprendedor. Una de las metas de Quisocala es llegar a los 20 mil inscritos en el banco. Cada día se acerca más a ella.

El dinero que ahorran los niños en el Banco Estudiantil lo emplean para comprarse zapatillas, un instrumento musical, un juguete, bicicletas o cualquier elemento que los pueda hacer felices. “Un niño que quería ser futbolista pero no tenía zapatillas logró comprarse unos chimpunes gracias a su perseverancia”, cuenta Quisocala.

“El ahorro puede ser una herramienta para salir de la pobreza”

Muchas chicas y chicos también ahorran para comprar sus útiles escolares o para matricularse en un curso que les interesa. “El ahorro puede ser una herramienta para salir de la pobreza”, asegura José, quien en este pandemia ha decidido llevar el Banco del Estudiante a la casa de los niños. Para lograrlo, trabaja en un proyecto que acerca el camión de reciclaje al hogar de los menores, para que puedan depositar en él sus residuos reciclables. 

José es un líder adolescente que, por sus innovadoras ideas, se ha convertido en un referente en Estados Unidos y en algunos países de Latinoamérica. Lejos de contentarse con lo logrado, sigue luchando por potenciar el Banco Estudiantil. Y, pese a la pandemia, su emprendimiento sigue creciendo. Lleva ocho años en esto y, al parecer, Quisocala Condori no tiene techo. Es un hombre pequeño con un coraje muy grande.

6 RECONOCIMIENTOS

INTERNACIONALES 

A sus cortos 15 años, José Quisocala acumula los más variados premios y distinciones alrededor del mundo.

Innovación en la banca

El 2015, en Londres, la organización Child and Youth Finance International le entregó el Premio Internacional Innovación en Inclusión Financiera CYFI – G20.

 

Talento excepcional

Un año más tarde, fue elegido finalista del Premio Internacional Outstanding Youth Economic Citizenship Award CYFI – G20, en Estocolmo.

Aporte social

El 2017, recibió el Certificado Internacional de Tecnología Social del Premio Fundación Banco de Brasil.

Joven ‘Eco Héroe’

El 2018, recibió en San Francisco el Premio Internacional Joven Eco Héroe – Action For Nature, por su aporte a la sostenibilidad.

Banquero innovador

El año pasado, en Miami, Fintech Americas le entregó el Premio a los Banqueros Más Innovadores de las Américas y el Caribe.

 

Alto impacto

Este año, en el premio Viva Ideas, en Costa Rica, recibió el reconocimiento Emprendimiento Social con Mayor Impacto e Innovación en América Latina.

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