Vivimos en un planeta con una amplia variedad de climas, que según sea el punto desde donde nos encontremos nos puede ofrecer frutos para nuestra subsistencia. Por siglos, la humanidad desarrolló la agricultura para conseguir una forma sostenible de gozar de los productos de la tierra y garantizar su supervivencia en sociedad.

Las ciudades nos han alejado un poco de la naturaleza, una forma de reconectar con el planeta es mediante un biohuerto casero. Para fabricar uno no es indispensable tener un jardín en casa, cualquier espacio es adaptable a este proyecto en el que puede participar toda la familia.

“El involucrar a tu hijo o hija en el proceso es sumamente enriquecedor, no sólo ayuda en la concentración y desarrolla en ellos un sentido de cuidado del medio ambiente, sino que también cultiva la paciencia, el cuidado y la responsabilidad”, señala Luisa Rebaza de ‘Madre Tierra Hierbas’.

Una opción interesante para empezar a cultivar tu primer biohuerto son las plantas pequeñas, resistentes y productivas como las especias o plantas aromáticas. “Nosotras hemos intentado mantener de manera segura nuestro huerto casero,  por ello recomendamos que si se trata del primer biohuerto optar por plantas como la albahaca, el cilantro, la hierbabuena, menta, romero, tomillo o la manzanilla. Son de fácil crecimiento y además poseen beneficios medicinales en su consumo”, detalla Rebaza.

Finalmente, esta experiencia termina por ser sumamente enriquecedora para los niños debido a que los conecta con sus alimentos.  “El ser parte del proceso de cultivo deja una sensación de curiosidad de probar aquello que han cultivado. Ten por seguro que si luchabas por que tu hijo beba alguna infusión o coma alguna verdura, esta es una super solución a ello”, indica Camila Sologuren de ‘Madre Tierra Hierbas’. “El ver el resultado de sus plantas creciendo debido al cuidado que ellos le han dado aumentará su autoestima”, añade la experta.

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