Coronavirus: analizamos la efectividad de 5 medidas preventivas

Lavarse las manos durante al menos 20 segundos, con un desinfectante que contenga al menos un 70% de alcohol, es siempre la principal recomendación para mitigar el contagio del coronavirus. Sin embargo, es probable que las tareas de lavar la ropa, cuidar la higiene personal, conservar la limpieza del hogar o preparar alimentos también hayan cambiado. ¿Qué hábitos estamos incorporando en casa y cuáles son realmente eficaces?

-Desinfectar la suela de los zapatos
Lo primero: la probabilidad de que el COVID-19 se adhiera a los zapatos e infecte a personas es muy baja, según la Organización Panamericana de la Salud. Sin embargo, esta medida es una precaución especialmente válida en hogares donde hay bebés y niños pequeños que gatean o juegan en el suelo. 

Si no se puede dejar los zapatos en la entrada del hogar, se recomienda colocar junto a la puerta una toalla o tela con una mezcla de detergente y agua -o en un tapete con la solución- y pisarla antes de ingresar a casa. También se pueden rociar los zapatos con un atomizador.

-Limpiar y desinfectar las superficies
Está demostrado que el COVID-19 puede sobrevivir hasta 72 horas en superficies de plástico y acero inoxidable, menos de 24 horas en superficies de cartón y menos de cuatro horas en superficies de cobre, según la OMS.

Si una persona infectada estornuda y una gota cae sobre una superficie, quien toque esta superficie puede contagiarse. Para disminuir el riesgo de infección, es muy importante limpiar y desinfectar con regularidad las áreas que se tocan con mayor regularidad: manijas, pasamanos, controles remotos, tableros de mesa, entre otros. No es difícil: basta limpiarlas con un desinfectante doméstico.

-Lavar la ropa
No hay certeza sobre cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en la ropa. Sin embargo, muchas prendas de vestir tienen elementos de plástico o metal en los que podría vivir desde unas horas hasta varios días, según la OMS. Por eso, se recomienda cambiar de ropa por prendas limpias al regresar a casa después de estar en lugares concurridos, especialmente antes de saludar al resto de las personas que no estaban en la calle. Si en casa vive una persona de riesgo, es decir, mayor de 65 años, con mucha mayor razón. 

Para minimizar la posibilidad de que el virus se disperse por el aire, la ropa sucia no se debe sacudir y se debe dejar en un cesto separado del resto, de acuerdo a Unicef.

-Ventilar espacios

En ambientes interiores con poca ventilación, como la mayoría de los restaurantes y bares, el virus no viajará distancias significativas, aunque sí puede permanecer suspendido en el aire durante muchas horas. Así lo afirma la revisión de publicaciones realizada por la científico Linsey Marr, de Virginia Tech, experta en la interacción de los virus con la atmósfera. 

Salvo que vivas con una persona contagiada, no se requiere medidas extraordinarias para protegerse. Además de usar cubrebocas, evitar multitudes y mantener el distanciamiento, se debe procurar abrir ventanas y puertas y ventilar los ambientes dos veces al día.

-Desinfectar los alimentos
Aunque no existen pruebas de que el contagio ocurra a través de los alimentos o de sus empaques, posiblemente la infección se produzca al tocar una superficie o un objeto contaminado por el virus y luego tocarse la cara. El riesgo, en realidad, es mantener contacto estrecho con otras personas mientras se compran alimentos fuera de casa o mientras se atienden los servicios de entrega de alimentos a domicilio. 

Ahora, para evitar cualquier enfermedad transmitida por los alimentos, es importante tomar una serie de medidas: mantener una buena higiene al manipularlos, lavar a fondo y con agua corriente los productos no envasados (como frutas y verduras), limpiar los productos enlatados con un desinfectante antes de abrirlos o guardarlos, y sacar de los envases los alimentos que has encargado, colocarlos en un plato limpio y luego desechar los envases en un cubo de basura que tenga tapa.