¿Cómo las empresas pueden contribuir a la solución de problemas sociales?

REDACCIÓN CONTENTLAB

Desigualdad, pobreza, brechas de género, desempleo y educación inadecuada son algunos de los grandes problemas sociales que afectan al Perú. Más allá de los esfuerzos que se hacen desde la esfera pública para subsanar esa compleja realidad, las empresas también tienen una gran oportunidad para contribuir con la solución de estos problemas. 

A criterio de Percy Marquina, director general de Centrum PUCP, las empresas tienen múltiples y diversas formas para aportar soluciones. La decisión de qué hacer y cómo llevar a cabo ese proyecto o iniciativa dependerá de las particularidades de la operación de cada organización. “La responsabilidad social se evidencia a través de varios factores, y en cada uno de ellos se puede generar impactos sociales relevantes”, asegura. 

En efecto, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es un concepto que alude a cómo se conduce una empresa en lo que atañe a la gestión de los impactos que sus actividades generan sobre sus stakeholders, incluyendo, desde luego, a la comunidad donde opera, a la sociedad en general y al medioambiente. La ONU define a la RSC como “la forma de actuación adoptada por las empresas para dirigir su actividad de manera sostenible y ética”.

Bajo esa perspectiva, las empresas deben incorporar la RSC a su visión de negocios e implementarla en su estructura corporativa para lograr ese impacto positivo que buscan dentro de ellas y para beneficio de la sociedad.

MAXIMIZAR LOS IMPACTOS POSITIVOS
Para Oscar Caipo, presidente de la Confiep, la coyuntura de pandemia que atraviesa el país desde hace más de dos años ha vuelto más consciente a la población de las necesidades que hay en las diferentes realidades del Perú y, sobre todo, del rol que se espera que cumplan las empresas privadas.

En ese sentido, Marquina asegura que la clave es maximizar los impactos positivos que la organización genera no solo en sus stakeholders, sino en todas las materias de la RSC, entre ellas medioambiente, derechos humanos, desarrollo de la comunidad y asuntos de los consumidores. 

Así las cosas, más allá de acciones de filantropía o de caridad que las empresas suelen realizar ocasionalmente; más allá del apoyo a causas sociales que muchas brindan, el camino que las organizaciones podrían tomar es adoptar el enfoque de valor compartido. 

El catedrático de Centrum PUCP afirma que esta es una estrategia empresarial propuesta por el economista Michael Porter que no apunta a que las empresas atiendan todas y cada una de las necesidades de sus stakeholders, sino que, dentro del core de su actividad, busca que generen un impacto positivo adicional al valor que ya generan por comercializar sus productos y satisfacer una necesidad. 

Justamente, en una charla TED dada hace tres años en el MIT Innovation Leadership Bootcamp, el propio Porter planteó que el impacto real del enfoque de valor compartido es que aborda un problema social mediante un modelo de negocio y es la forma más avanzada del capitalismo. “Es encontrar esas oportunidades que desatarán nuestras mejores posibilidades para abordar problemas sociales porque así podemos escalar”, dijo.

ALIANZAS CLAVES
Los problemas sociales también pueden atacarse mediante alianzas estratégicas. Marquina refiere que estas son indispensables para ello, puesto que resulta iluso pensar que una sola empresa puede resolver la complejidad y escala de los problemas que afectan al país. “La evidencia nos demuestra que necesitamos actuar como un clúster y cada uno, desde el rol que tiene, tratar de coadyuvar para encontrar una solución holística”, sostiene.

Bajo su perspectiva, los problemas sociales más relevantes son aquellos que no pueden ser resueltos por una sola empresa o gremio, puesto que requieren de la articulación de todos los actores sociales del país. Entre estos problemas, Marquina menciona la minería ilegal, la deforestación, la tala ilegal y la trata de personas.

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