Cadenas de suministros: el desafío de las empresas que buscan crear valor para la comunidad

REDACCIÓN CONTENTLAB

Las operaciones de una empresa se sostienen, en buena cuenta, en su cadena de suministros. Cuanto más eficiente sea esa unión de eslabones, más productiva y competitiva será la organización, y mejores condiciones tendrá para satisfacer las necesidades de sus clientes. Y si hablamos de eficiencia, la tendencia que domina actualmente el panorama global es que, a medida que transcurre el siglo XXI, cada vez son más las organizaciones que incorporan criterios de sostenibilidad en pilares fundamentales como supply chain.

De acuerdo con el World Economic Forum (WEF), la cadena de suministros abarca a todos los procesos que van desde el diseño de productos hasta su distribución y comercialización al consumidor final. En su informe titulado Cadenas de Suministro 4.0: el desafío y la oportunidad para América Latina y el Caribe, afirma que estas “involucran a fabricantes, proveedores de materias primas, agentes logísticos y proveedores de tecnología, y basan su despliegue eficiente en la infraestructura de un país y su entorno de negocios”.

Habida cuenta de su importancia, todos los actores que la integran están llamados a alinearse, a generar sinergias entre sí para cumplir el objetivo; es decir, que el cliente que adquiere un producto o servicio lo reciba en óptimas condiciones, pero, sobre todo, que se enamore de la propuesta de valor de esa empresa. Por ello, como bien afirma el UN Global Compact, la gestión responsable de la cadena de suministros es una tendencia que ha cobrado especial relevancia en el ámbito de la sostenibilidad empresarial.  

En esa efervescencia, Gonzalo Cachay, director de la Maestría en Dirección de Operaciones Productivas de Centrum PUCP, considera que las cadenas de suministros deben desagregarse no en función de un criterio de costos, sino en base al valor que van a ofrecer al cliente. Según él, el enfoque de sostenibilidad que muchas empresas están adoptando debe traducirse en creación de valor no solo para el accionista, cliente interno, trabajadores y consumidores, sino también para el entorno, para una comunidad vinculante.

CADENA DE VALOR
Para el especialista, la pandemia marcó un punto de inflexión en el sentido de que transformó las necesidades, hábitos y costumbres de los consumidores. Frente a ese nuevo escenario, asegura, las empresas no pueden seguir usando los mismos procesos y estrategias. Por lo tanto, si hablamos de estrategias de cadenas de suministros, Cachay refiere que estas deben incorporar tres características: adaptabilidad a un entorno cambiante, agilidad para adaptarse de manera rápida a ese nuevo entorno y alineamiento hacia el cliente. 

“Desde la percepción del cliente se crea valor, no desde la empresa. ¿Y qué es lo que valora el cliente actualmente? Productos ecoamigables, sostenibles, que provengan de medios de fabricación sostenibles o de una economía circular”, refiere. 

Añade que las empresas tienen que transformar sus procesos productivos justamente porque los tiempos actuales son distintos a raíz de la emergencia sanitaria. “Lo que funcionaba para un cliente hace tres años, ya no funciona hoy. Estamos hablando de nuevas necesidades, hábitos que se han transformado, y frente a ello, antes de entrar a los procesos, la empresa tiene que tener claro cuál es su estrategia”, explica. 

En esa línea, el especialista de Centrum aclara que no es posible implementar nuevas estructuras y tecnologías si no se define primero una estrategia que se adapte al entorno. Una vez que la organización tiene claro ese aspecto, los procesos se alinean. Al fin de cuentas, una cadena de suministros es una integración de procesos y el desafío actual es lograr que esos procesos sean sostenibles y que se traduzcan en un modelo de abastecimiento que cree valor. 

En esa búsqueda, muchas empresas han hecho suyos varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Ello significa que su camino hacia la sostenibilidad es medible, puesto que cuando hay objetivos, hay indicadores y hay metas. Así se debe trabajar a lo largo de una cadena de suministros, valora Gonzalo Cachay y añade: “las metas tienen que generar un plan de acción que permita alcanzarlas”.

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