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¿Cómo podemos reducir los residuos en la cocina? 

¿Te has puesto a pensar en la cantidad de alimentos y residuos que echas en el bote de basura de tu cocina? Quizá porque las verduras o las frutas están muy maduras y ya no sirven, no refrigeraste la carne adecuadamente, quedó comida de sobra o compraste muchos productos en envases de plástico. Día a día, el tacho está lleno.  

Cada año se desperdician más de 930 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, así lo afirma el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. De ese monto, 569 millones de toneladas provienen de los hogares. ¿Cuál es el impacto de esta problemática? Malgastar los alimentos equivale a que también desaprovechamos los recursos usados para su producción, como el agua, la tierra y la energía. Además, los residuos orgánicos contaminan el medioambiente. 

No obstante, tienes la oportunidad de cambiar los hábitos en tu hogar para generar menos residuos y proteger el medioambiente. ¿Cómo empezar? Margaret Rodríguez, especialista en Alimentación Sostenible y Seguridad Alimentaria de la Universidad San Ignacio de Loyola, brinda algunas recomendaciones que puedes poner en práctica hoy mismo. 

 

1. Congela las frutas y verduras

No solo ayuda a conservarlas, sino también a mantener el valor nutricional. Te decimos cómo hacer que duren mucho más tiempo.

– Hierbas y verduras de hojas verdes: lávalas, sécalas bien, deshójalas y blanquéalas por un minuto. Luego, colócalas en una cubeta de hielo y llena cada cubo con agua y aceite de oliva en la misma cantidad. Lleva la cubeta al congelador. Cuando esté congelado, coloca los cubos en bolsas biodegradables, cierra las bolsas y congela nuevamente. 

– Manzanas, peras y duraznos: pélalas, retira las semillas y corta en cuartos. Después, pon las frutas en envases herméticos y al congelador. 

– Cítricos: solo debes lavarlos, secarlos bien y retirar la cáscara antes de congelar.

– Tomates: corta ligeramente la base formando una cruz, cocina por dos a cuatro minutos y colócalos en un recipiente con agua y  hielo para detener su cocción. Ahora, pélalos, ponlos en un recipiente resistente y al congelador.

Si bien cada producto tiene una manera específica de conservar, la clave es lavar, secar y pelar los alimentos antes de congelarlos.

2. Conserva los alimentos en el refrigerador 

Si solo quieres que tus verduras y frutas duren algunos días: ponlas en bolsas de tela y mantenlas en el cajón de la refrigeradora o en la zona con menor humedad. Ojo: deben guardarse por separado, porque algunas verduras emiten gas etileno, el cual acelera la maduración de las frutas.

3. Invierte en envases reutilizables o reciclables

Utiliza bolsas de tela o biodegradables. Te servirán para ir al mercado y almacenar los alimentos en la refrigeradora. Si debes comprar comidas envasadas, fíjate que las botellas o empaques lleven en la etiqueta el logo de reciclaje, esto garantiza que el envase es reciclable.

Por ejemplo, las botellas de agua San Luis están hechas 100% de otras botellas, esto significa que cada botella San Luis es 100% reciclada. Recuerda dejar los envases de plástico lavados en los puntos de reciclaje, de esta manera logras que estos residuos se conviertan en recursos, es decir, que sigan un ciclo donde se reutilizan y convierten en nuevos materiales y productos.

4. Revisa tus insumos y cocina las comidas en pequeñas cantidades

Antes de ir a comprar, verifica todo lo que tienes en casa. Utiliza el método PEPS: lo primero que entra a tu cocina es lo primero que debes usar. Por otro lado, si en casa no les agrada recalentar las comidas: prepara porciones más pequeñas o comparte tus alimentos.

5. Crea tu propio compostaje

Puedes compostar todo tipo de residuos orgánicos: frutas, verduras, hojas, flores, cáscaras de huevo, café pasado, etc, también puedes sumar al compost papel, cartón, servilletas sin grasa y cajas para huevos ¿Cómo hacerlo?

– Elige un recipiente para compostar. Puede ser un balde o una caja de frutas. Ojo: debe resistir la humedad.

– Recolecta tus residuos y pícalos muy pequeños. Así, los microorganismos harán que los alimentos se descompongan más rápido. 

– En la base de la compostera, arma una buena capa con residuos secos, luego agrega los húmedos y finaliza con otra capa seca.

Finalmente tapa tu compostera y ubícala en un lugar con sombra para que reciba una buena corriente de aire: los microorganismos necesitan oxígeno y un entorno húmedo para mantenerse vivos.

Desde reciclar o reutilizar los empaques, hasta compostar los residuos orgánicos, con estos 5 consejos podrás ser mucho más eficiente con los recursos en la cocina y además reducir los desperdicios que generas en casa. ¡Recuerda que toda acción suma para cuidar el planeta!

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