La felicidad de poner la vida al servicio de los demás

REDACCIÓN CONTENTLAB
29 de noviembre, 2023

Verano del 2013. Aeropuerto de Miami, Estados Unidos. Vanessa Vásquez Ramos, de 33 años, artista y diseñadora gráfica empresarial, intenta movilizarse por los pasillos con una silla de ruedas, un vehículo nuevo para ella. Una repentina septicemia ha dañado severamente uno de sus riñones en medio de su viaje a Tailandia, por lo que le urge regresar a Lima. Se siente sola y débil, y las fuerzas solo le alcanzan para avanzar muy lentamente hacia la zona de embarque.

De pronto, se le acerca una mujer, también peruana, encargada del área de limpieza del lugar. La abraza, le da un mensaje de aliento y, antes de irse, le regala una lata de Coca-Cola. “Esa lata me cambió la vida. Ese regalo para mí significó una apertura de mente: el sentir empatía, el sentir amor mutuo, porque ella me vio mal y lo único que hizo fue darme algo para que alivie esa sensación que tenía. Entendí que muchas veces las personas te ayudan sin conocerte y eso hizo que me replanteara muchas cosas”, dice ahora Vanessa Vásquez, diez años después, recordando ese pequeño gesto amable que le cambió la vida.

Vanessa no conserva esa lata especial que fue su amuleto por varias horas. Ese mismo día se la regaló a un chico que también la ayudó a moverse por el aeropuerto para llegar a su destino. Desde ese momento fue consciente de la importancia de la generosidad y la ayuda desinteresada de las personas, incluyendo la de los doctores y voluntarios que la asistieron cuando empezó su enfermedad. Sin ellos, no habría podido curarse y contar hoy su historia.

Por ello, luego de aquella experiencia Vanessa Vásquez decidió dedicar su vida a ayudar a los demás y estar al servicio de los peruanos que más lo necesitan. Así nació Juguete Pendiente, una ONG que en diez años ha beneficiado a más de un millón de personas a través de 800 proyectos desarrollados en 22 regiones del Perú. Solo en la pandemia, ella y su equipo recaudaron más de siete millones de soles entre bienes y servicios, beneficiando así a miles de peruanos.

Vanessa reconoce que los valores inculcados por parte de sus padres también fueron vitales para empezar este proyecto. Luis Alberto Vásquez, su papá, fue siempre una persona solidaria de la que aprendió a compartir desde que era muy pequeña. Y Jenny Ramos, su mamá, le heredó su fortaleza y una gran perseverancia.

Papá Noel presente en Patacancha

De todas las incursiones que ha tenido Vanessa en los últimos años, hay una de la que guarda un especial recuerdo. Fue en Cusco, en diciembre de 2021, en el poblado de Patacancha. Ella y toda la logística de Juguete Pendiente llegaron con regalos, juegos y un Papá Noel vestido de amarillo, decididos a pasar una tarde mágica con niños que nunca habían vivido una fiesta de ese tipo.

“Los niños y adultos mayores del pueblo la pasaron genial”, recuerda Vanessa. La emoción de los niños de Patacancha fue incontenible. Ver a las personas felices como resultado de su trabajo, comenta, es su mayor recompensa.

“Lo que más valoro es que todos los días me levanto sabiendo que estamos haciendo el bien a alguien. Es un trabajo feliz, sano. Es una vocación llena de luz y amor. Me levanto todas las mañanas agradeciendo a la vida que me haya puesto donde tenía que estar”, dice Vanessa, quien pasará Navidad en algún lugar del Perú, posiblemente junto a un grupo de niños, llevándoles un poco de la ilusión y alegría de la época navideña, que son tan necesarias en estos tiempos. Así como Vanessa lo hace día a día, ¡despierta al Papá Noel que vive en ti! Y comparte la magia de la Navidad con todos los que te rodean.

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