[VIDEO] Todo lo que debes saber sobre sexo seguro

La historia es conocida. Un hombre o una mujer tienen relaciones sexuales con una pareja y se rehúsan a usar condón: “no siento nada”, “me da alergia”, “no tengo uno a la mano”, “no me gusta”, “saldré antes de acabar”, entre otras. La consecuencia de no tener sexo seguro puede ser ninguna, pero también puede ser una grave, con la que habrá que lidiar el resto de la vida. Solo este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que cada día, a nivel mundial, se registran más de un millón de casos de personas de entre 15 y 49 años de edad que han contraído una enfermedad de transmisión sexual (ETS) por no protegerse al tener sexo, incluyendo el VIH. Ello, sin contar las cifras de embarazos no deseados: en el Perú, según el INEI, solo el año pasado, 13 de cada 100 adolescentes entre 15 y 19 años fueron madres o estuvieron embarazadas por primera vez. La solución para evitar estas consecuencias: el sexo con protección.

 La doctora Carol Luján, médico general y del Servicio de Prevención de ITS y VIH de Innpares, explica que, cuando hablamos de sexo seguro, hacemos referencia a diversas prácticas de interacción sexual donde no haya intercambio genital de fluidos ni mucho menos penetración de ningún tipo. Hablamos, por ejemplo, de las relaciones sexuales vía mensajes o vídeos a través de internet (virtual), la masturbación, o las caricias y masajes eróticos con una pareja.

“La única forma de tener una relación sexual completa, con penetración y sin riesgo de infecciones de transmisión sexual, es usando un preservativo. Existen muchas formas de prevenir un embarazo, pero la única forma de prevenir las ETS es usando un preservativo”, dice Judith Aguinaga, Supervisora de Programas Nacional de Pruebas en AIDS Healthcare Foundation Perú. Aguinaga hace énfasis en que esta idea aún no está concientizada en la mayoría de la población, pues existe una noción errónea de que otro tipo de métodos anticonceptivos podrían protegerte de una ETS.

Según Susana Chávez, Directora Ejecutiva de Promsex (Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos), hay otros factores a tener en cuenta para tener una relación sexual protegida. Chávez explica que debe ser absolutamente consensuada, que no se realice en un entorno de violencia, engaños o desinformación de ningún tipo. Pues ello, explica, puede incluso aumentar el riesgo de contraer una ETS. 

Recientemente, comenta Judith Aguinaga, se ha disparado la incidencia de enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, la gonorrea y el virus de papiloma humano. “En paralelo, hasta ahora las cifras del VIH no se han controlado. Existen muchas personas sin diagnóstico que siguen manteniendo relaciones sexuales sin protección, esta cifra no podrá disminuir hasta que estas personas sepan su condición frente al VIH, y eso solo se conseguirá realizándose la prueba de despistaje”, indica.

LOS MÁS JÓVENES ESTÁN EN MAYOR RIESGO
En el caso de los más jóvenes, explica la doctora Luján, las ETS más comunes son la clamidia y el herpes. “La clamidia es quizá la ETS bacteriana más común en gente joven, justamente porque no da sintomatología. Las personas tienen relaciones sexuales sin condón porque no se vieron nada extraño en los genitales ni en los de su pareja. Solo un 25 % presenta sintomatología. Físicamente uno puede no tener molestias, sin embargo tiene la bacteria, y al tener relaciones sexuales transmite la enfermedad”, explica. El caso del herpes es igual —señala—, porque puede ser asintomático y solo se contagia por el contacto con los genitales o mucosas de la pareja sexual. 

“El problema de muchos adolescentes es que no ven el riesgo de contraer una ETS”, dice. La especialista explica que aún está erróneamente asociado este tipo de peligro a personas que supuestamente tienen muchas parejas sexuales o tienen mucho sexo, lo cual es totalmente falso. “El riesgo no es por el número de parejas sexuales. ¿Usaste o no condón? Esa es la pregunta. Incluso si tienes relaciones sexuales con una pareja estable”, señala.

Susana Chávez explica que, en la actualidad, son los adolescentes quienes menos usan protección en las relaciones sexuales. La especialista indica que esto se debe a la escasa o nula educación sexual en las escuelas y los hogares, y en el desconocimiento o mitos, prejuicios y tabúes que existen respecto al sexo. Desde que te pueden mirar mal si eres una chica que compra un condón, hasta la vergüenza que existe de hablar con la pareja sobre protección o sobre el número de parejas sexuales que se ha tenido.

EL SEXO PROTEGIDO ES MÁS PLACENTERO
Contrario a lo que se piensa comúnmente, el sexo protegido termina siendo más placentero, porque, como explican las especialistas consultadas, hay un factor psicológico de preocupación y temor al no protegerse que –consciente o inconscientemente– puede anular el placer o disminuirlo. “Uno no puede disfrutar al 100%. Mientras que, si usamos un preservativo, podemos estar tranquilos y disfrutar con mayor libertad”, explica Judith Aguinaga.

La experiencia de la doctora Luján atendiendo en consejería sexual le hace coincidir con la postura anterior: “Los jóvenes comentan que, mientras están teniendo una relación sexual, su pareja les dice ‘no te vayas a venir adentro’. Y yo les pregunto, ‘¿usted qué siente en ese momento?’ El paciente dice que está obviamente con esa preocupación en la cabeza. Entonces no lo disfruta, porque hay una preocupación de no eyacular”.

Las especialistas coinciden en que es muy importante conversar con tu pareja sobre la protección. Judith Aguinaga explica que, aunque parezca contradictorio, en la actualidad es más fácil que las parejas conversen y decidan protegerse con métodos para evitar el embarazo, pero no sobre los métodos de barrera como el condón masculino o femenino, que es lo único que protege de las ETS.

“Es un tema de confianza y sinceridad entre dos personas que tendrán una relación sexual, y ese es un tema que escapa muchas veces a las relaciones casuales. El conversar antes y la negociación para el uso del preservativo es muy importante porque les va a dar seguridad y un disfrute libre de preocupación”, indica la doctora Carol Luján. Este tema es igual de importante en las parejas estables que viven juntas o están casadas, agrega Judith Aguinaga, porque ello no garantiza la fidelidad, sexualmente hablando. Sin embargo, Susana Chávez enfatiza en que, si bien debe conversarse con la pareja sexual, la decisión de protegerse con un preservativo u otro método anticonceptivo es individual. Es decir, que empieza por uno mismo y luego se conversa.

ACCESO A LOS MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS: UNA TAREA PENDIENTE
Para Susana Chávez, el desafío que tenemos aún como sociedad es el acceso limitado a anticonceptivos para los más jóvenes, ya sea por motivos económicos como por un tema cultural y educativo que pasa por la negación social de que los menores de edad tienen relaciones sexuales. Y ello, explica, los afecta desde el punto de vista psicológico. “El problema sigue siendo para los menores de edad. Son las personas que tienen menos recursos para ir a un establecimiento de salud y pedir un método anticonceptivo que, aunque sea gratuito, les cuesta mucho pedir, porque implica decir que ya tienen relaciones sexuales”, señala.

 “Hay que sacarnos de la cabeza el mito de que las relaciones sexuales son malas. Son malas si son forzadas. Son muy malas si se dan cuando alguna de las partes se ve presionada. En el Perú, la edad promedio en el inicio de la relaciones sexuales es entre los 14 o 15 años, y eso no se puede negar”, agrega la especialista. Chávez explica que, por ello, es fundamental que se brinde educación sexual integral e información pertinente y oportuna a los adolescentes. Así podrán discernir cuándo quieran iniciar su vida sexual y cómo protegerse. En esta tarea deben participar tanto la escuela, como sus padres o los adultos con quienes tengan más confianza.