REDACCIÓN CONTENTLAB
21 de diciembre, 2023

En los últimos años, los paradigmas han cambiado en el aspecto laboral: las personas han dejado de ser simplemente empleados para convertirse en el activo más importante de la empresa. ¿La razón? son quienes mueven los engranajes para cumplir con los objetivos de la organización. En este escenario, las maestrías se han convertido en un gran recurso para que los profesionales de las áreas de Gestión del Talento, los líderes y quienes tengan personal a su cargo adquieran las herramientas para alcanzar un clima de bienestar laboral y la mejora continua de la empresa.

Una deficiente o mala gestión de talento trae consigo consecuencias negativas para la empresa, entre ellas el alto nivel de rotación laboral, que en el Perú llega aproximadamente a 20.7%, de acuerdo con un estudio realizado por la consultora PwC. 

Miguel Ura Coyla, coordinador nacional de la Maestría en Gestión del Talento Humano de la Universidad César Vallejo, agrega que un área mal gestionada también propicia un ambiente de descontento, desmotivación, falta de compromiso, descenso del rendimiento laboral y dificultades para atraer nuevos talentos.

El “Reporte de Tendencias Globales de Talento 2022-2023”, de la consultora Mercer reveló que, “las organizaciones más empáticas permiten recuperar el placer por el trabajo y ayudan a crear un futuro mejor para todos”.  Según Miguel Ura, alcanzar esta meta implica diseñar estrategias que posibiliten un ‘win-win’, creando las condiciones propicias para el éxito tanto de la empresa como del colaborador.

Para lograrlo se deben humanizar los procesos. Las empresas tienen que gestionar de manera efectiva aristas como diversidad -cultural, sexual, étnica y de género, entre otras-, modelos de trabajo, realización de metas personales, clima laboral y valores organizacionales. 

“En consecuencia, las personas se sentirán felices y esta felicidad repercutirá positivamente en un menor nivel de rotación. Asimismo, va a alimentar la comunicación abierta, mejorar el clima laboral y el ánimo de los talentos, y potenciar lo que hoy llamamos la ‘marca empleadora’”, destaca el especialista de la UCV.

Preparándose para los cambios

Para mantener este equilibrio virtuoso es importante que los líderes y quienes conforman el área de Gestión del Talento adquieran nuevas habilidades, estrategias, metodologías y buenas prácticas.

Miguel Ura explica que la Maestría en Gestión del Talento Humano de la UCV ofrece conocimientos transversales indispensables para las personas que lideren equipos potencien tanto el lado estratégico, centrado en el diseño de políticas y planes para gestionar un buen clima laboral y fortalecer la cultura de la organización, como el aspecto operativo, abordando temas de compensación, incorporación de personal, capacitación, desarrollo y sucesión.

Destaca que los estudiantes aprenden a aplicar dos herramientas claves para la toma de decisiones: las metodologías ágiles y el análisis de datos. “Un gestor que no usa estos recursos está quedando fuera del juego”, recuerda.

Finalmente, reafirma que la característica que diferencia a la Escuela de Posgrado de la UCV de las demás, es que al finalizar las maestrías los alumnos realizan la sustentación de la tesis de grado. Es decir, se gradúan de manera temprana.

“En el caso de la Maestría en Gestión del Talento Humano, durante los dos primeros ciclos los estudiantes resuelven el tema y los instrumentos de la investigación, y el tercer semestre se dedican exclusivamente a desarrollar la tesis, con el acompañamiento semanal de un asesor y un revisor. De tal manera que llegan a la última semana listos para defender su tesis”, puntualiza.