REDACCIÓN CONTENTLAB
21 de agosto, 2023

A veces, todo lo que una persona necesita es una oportunidad. Así lo han demostrado más de 240 mujeres talareñas que, gracias al apoyo de Petroperú, recibieron capacitaciones técnicas y productivas en SENATI.

“Esta capacitación me cambió la vida totalmente”, comenta Silvia Pumachay. Su caso es muy simbólico porque, teniendo 48 años, había dedicado su vida exclusivamente a ser ama de casa. En 2018, tras enterarse por radio de la convocatoria de Petroperú, decidió atreverse a postular al curso de Tejido a crochet y logró ser una de las 20 seleccionadas. Así, Silvia volvió a las aulas más de dos décadas después de haber finalizado la secundaria, llena de hambre por convertirse en una emprendedora.

Tras finalizar el curso y presentar su plan de negocios, Silvia fue ganadora de uno de los capitales semilla entregados por Petroperú a las mejores ideas de emprendimiento y logró montar Tejidos a crochet Alexa, un negocio conocido en Talara y con casi dos mil seguidores en redes sociales. “A veces uno tiene hijos y piensa en quedarse ahí. Criarlos, dedicarse al esposo y envejecer. Pero yo le puedo decir con mucho orgullo a las mujeres que ellas también pueden”, asegura con firmeza.

Nacido en 2017, este programa ha apoyado la formalización y el desarrollo de once negocios en la provincia de Talara. Ha brindado capacitaciones tan diversas como Panadería y pastelería, Auxiliar de cocina, Gastronomía, Artesanía marina, Bisutería, Manualidades, Tejido a crochet o Cosmetología. Cada curso contó con seis meses de preparación teórica y práctica, además de una importante base de gestión empresarial en la que las participantes aprendieron a desarrollar un plan de negocios a corto plazo y viable en Talara.

Este año, Petroperú ha lanzado una nueva edición de su programa. Las beneficiarias serán seleccionadas ochenta mujeres de las juntas vecinales de La Brea – Negritos y Pariñas, y se apoyará a la formalización de ocho emprendimientos a los que se les brindará un capital que impulse el inicio de sus sueños.

Con este trabajo, la petrolera estatal busca “fortalecer las habilidades técnicas que les permitan iniciar un emprendimiento y mejorar su situación socioeconómica”, explica Raquel Vilela, jefe Gestión Social Talara de Petroperú.

Gracias a este programa nacieron negocios de pastelería como La Cake Boutique, de Denisse Macalupú. “Cuando empecé a preparar tortas y postres me encantaba, pero mi satisfacción se quedaba ahí. ¿Qué había más allá? Yo lo desconocía hasta la capacitación, porque siempre había sido ama de casa”, recuerda.

Denisse se enteró de las capacitaciones gracias a una publicación en redes sociales y logró ser seleccionada para el curso de Panificación y pastelería. “Desde el primer día tuve mucha hambre de aprender, muchas ganas de sacarle provecho a todas las capacitaciones, porque fueron completísimas”, comenta.

El tiempo en SENATI le sirvió no solo para aprender nuevas recetas y técnicas, sino para convertir su hobbie en un emprendimiento real. “A mí lo que más me ayudó fue la parte de gestión empresarial. No es solo aprender a hacer un buen producto sino saber comercializarlo”, asegura.

La gestión empresarial también fue lo más valorado por Cinthya Mogollón, becaria de Gastronomía en 2018. Su familia lleva más de dos décadas vendiendo desayunos los días domingo en Talara, aunque no habían evolucionado en el manejo como empresa. “Nos enseñaron a ver nuestros ingresos y egresos, todos nuestros gastos, y ahora yo me encargo de eso en nuestro negocio”, explica Cinthya. 

Gracias a Petroperú, el plan de negocios que diseñó Cinthya recibió también un capital semilla de tres mil soles en equipos como cocina industrial, ollas, licuadora, sartenes y otros artefactos de cocina que hicieron crecer el negocio familiar. Con el nombre de Mogollón y sus delicias, reciben pedidos por Whatsapp y ofrecen delivery de patasca, frito, tamales y café en todo Talara.

 Oportunidades que cambian vidas

Distinto fue el caso de Lidia Vinces, quien se interesó por los cursos de gastronomía pero finalmente postuló a Artesanía marina, donde descubrió un mundo completamente nuevo. “Sinceramente yo desconocía la artesanía marina, a pesar de que siempre he vivido en una zona de playa. Siempre veía los desechos regados en la playa y nada más, no conocía la técnica, pero gracias a este curso logramos aprenderlas y poder elaborar los productos”, explica.

Lidia transforma desechos marinos como conchitas, caracoles o escamas de pescado en productos decorativos y utilitarios que vende en su empresa Artesanías Recymart. Cinco años atrás habría sido incapaz de imaginarse que hoy sería una artesana reconocida en la provincia y formaría parte del Registro Nacional del Artesano.

“El impulso que da Petroperú a través de este programa promueve muchísimo el emprendimiento de nosotras como mujeres”, agradece Lidia, quien recuerda que la empresa estatal no solo las capacitó técnicamente y en materia de negocios, sino que las acompañó en el proceso de montar sus empresas y activar sus redes sociales, e incluso les brindó un apoyo psicológico que logró empoderar a ella y a sus compañeras. “Fue el gran trampolín de mi vida, el impulso que necesitaba para saber que era una mujer que podía dar mucho más, que mis manos podían transformar tantos detalles como los que hago ahora”.

Durante más de dos décadas, Petroperú ha implementado proyectos y acciones sociales en Talara, de acuerdo a su política de Gestión Social, y seguirá haciéndolo. “La empresa reafirma su compromiso con la población local, contribuyendo a fomentar iniciativas empresariales y generando opciones de empleo o autoempleo que impacten positivamente en su calidad de vida y su entorno”, explica Raquel Vilela.