Vista desde el embarcadero artesanal de Talara, cuando cae la noche, la Nueva Refinería Talara (NRT) parece una gran metrópolis de edificios luminosos. De día se revela el complejo industrial, tan grande como 72 canchas de fútbol y con un cerebro central: la sala de control centralizado. “La operación de las plantas de proceso demanda el monitoreo constante de todas las variables del proceso. Esto implica controlar temperatura, nivel y flujos, de acuerdo a las cargas y objetivos que tenemos en cada unidad”, detalla el supervisor Alejandro Ferry.

Tratándose de una refinería compleja, formada por dieciséis unidades de procesos y auxiliares, la sala de control parece un salón de la NASA. Los expertos, capacitados en las más modernas refinerías del mundo, se agrupan en islas monitoreadas al milímetro por grupos de pantallas con gráficas, circuitos cerrados de televisión, equipos de comunicación y, por si existiese algún fallo imprevisto, botoneras que detienen toda actividad en la planta. Si sucediese una emergencia, un cuerpo de bomberos exclusivo para la refinería está listo para entrar en acción. “En esta fase final, en la cual ya estamos en operación y produciendo combustibles limpios para su comercialización, se ha puesto en funcionamiento, bajo los más altos estándares internacionales que utilizan la refinerías de primer nivel, un Sistema Instrumentado de Seguridad (SIS) que actúa de manera automática al detectar cualquier anomalía en la condiciones de operación de las plantas y evita que se produzcan incendios o explosiones,”, añade Steeck Hoffmann, gerente Dpto. Seguridad Talara de Petroperú.

En la NRT, las unidades forman una cadena de alimentación que complejiza el funcionamiento de la refinería a medida que más unidades empiezan sus trabajos. En agosto último se marcó un hito, cuando se completó el funcionamiento de todas las unidades de procesos y auxiliares. Desde entonces, la refinería opera a su mayor capacidad, entrando en una etapa de optimización de las plantas.

Septiembre fue otro mes emblemático, pues se inició oficialmente la producción de gas licuado de petróleo (GLP), tras culminar las maniobras de arranque de sus unidades más importantes: Craqueo Catalítico Fluidizado (FCC) y Flexicoking (FCK). Hoy, la NRT produce 5000 barriles diarios de GLP, para consumo nacional. “Hoy en día, el precio del GLP que se produce en la NRT tiene una reducción del 10% del costo, respecto al precio de la exrefinería”, señala Elder Eloy Ruiz, gerente de Refinería Talara de Petroperú.

Hoy, la NRT puede procesar “hasta 95 mil barriles de petróleo por día, en línea con la producción planificada y en función a los requerimientos de la demanda del mercado que atendemos”, destaca Ruiz.

Las joyas de la corona

Podría decirse que FCC y FCK son las más preciadas unidades de la NRT. La primera convierte petróleos pesados en ligeros de mayor valor comercial, como GLP, gasolina y diésel. Esto permite a Petroperú, por ejemplo, procesar los crudos pesados que se obtienen de la selva peruana, donde se encuentran las mayores reservas del país.

Por el lado de la FCK, basta decir que en el mundo hay 600 refinerías y apenas nueve cuentan con esta unidad. La de Talara es la más reciente. Solamente la unidad de FCK es dos veces el tamaño de la antigua Refinería Talara (con su renovación, la NRT ahora es del tamaño de 72 canchas de fútbol profesional). La función de unidad de Flexicoking es convertir los residuos de la unidad de destilación al vacío (antes inutilizables) y convertirlos en productos de mayor valor comercial, como nafta, gasóleo ligero y pesado, y gas licuado de petróleo (GLP).

La capacidad de la NRT permite la producción de combustibles Euro IV, que tienen un contenido de azufre de 50ppm. Y no solo eso: pronto la refinería podrá producir incluso gasolinas y diésel Euro VI, los utilizados actualmente en Europa, que destacan por tener apenas 10ppm de azufre.

NRT a favor de la comunidad talareña

La presencia de Petroperú en Talara ha sido siempre sinónimo de apoyo a la comunidad local, y los últimos años no han sido la excepción. “Petroperú S.A. ha invertido en su programa de gestión social en beneficio de la comunidad de Talara, entre los años 2017 a 2022, un estimado de 50 millones de soles”, destaca Ruiz. 

El apoyo se extiende a un amplio ramo de actividades, como la salud, con la construcción de un hospital modular, la realización de campañas médicas y de fumigación, la donación de una ambulancia al Centro de Salud Talara II, el apoyo a los comedores populares o el programa de acompañamiento a madres gestantes y familias con niños de hasta 12 meses, entre muchas otras iniciativas.

En el campo de la educación, se brinda un programa de becas para educación superior tecnológica en beneficio de jóvenes egresados de secundaria y se entregan paquetes educativos a los colegios públicos de nivel primario de Talara. Por iniciativas como esta, “la empresa en diferentes oportunidades ha sido reconocida por SENATI y la UGEL TALARA, por su contribución en la educación con calidad y equidad, en beneficio de la comunidad de Talara”, resalta Ruiz.

Petroperú realiza también múltiples obras de infraestructura y equipamiento en todo Talara, capacita en gobernanza y liderazgo a las juntas vecinales y lidera el Programa de Monitoreo Socioambiental Participativo del Plan de Relaciones Comunitarias del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto de Modernización de Refinería Talara.

Además, promueve el desarrollo local, la empleabilidad y el emprendimiento mediante iniciativas como su Programa Técnico-Productivo en Pesca y la capacitación técnica en pintura electromecánica en beneficio de trabajadores locales.