REDACCIÓN CONTENTLAB
MAYO 11, 2022

¿Existe alguna tarea más maravillosa y, a la vez, tan complicada como ser padre? Nadie nace sabiendo cómo guiar los pasos de un hijo, aunque está obligado a aprender. Y aprender rápido. En ciertos temas, como en la hidratación, un descuido puede ser muy peligroso.

Mientras más pequeño es un niño, mayor porcentaje de agua tiene su cuerpo. Por eso, la deshidratación es especialmente riesgosa a temprana edad. “Los niños se deshidratan mucho más rápido que un adulto”, advierte la nutricionista Daniela Sáez. Las consecuencias, explica, varían desde problemas para la salivación o la absorción de nutrientes, hasta efectos en el nivel de agua que componen nuestras unidades celulares.

Sin la cantidad de agua que el cuerpo necesita, los sistemas de alerta de un niño disminuyen. “Está aletargado, lento, no tiene reacciones rápidas. No es que tenga sueño, es que está deshidratado”, asegura Sáez.

Deshidratación en bebes

Por supuesto, un padre debe estar especialmente atento si es que su hijo todavía no está en edad de hablar y expresar qué siente.  Algunas señales son indicadores de que algo no anda bien y podrían estar deshidratados. La organización Mayo Clinic enumera seis de las más importantes que hay que tener en cuenta en bebes y niños: 

• Boca y lengua secas
• Llanto sin lágrimas
• No mojar los pañales durante tres horas
• Ojos y mejillas hundidos
• Irritabilidad 
• Hundimiento en la zona blanda de la parte superior de la cabeza

Cabe destacar que los bebes, no consumen agua sino hasta los 6 meses de edad. Todo su consumo de líquidos previo es mediante la leche materna, que además de hidratarlos los alimenta con los nutrientes que necesitan para su desarrollo. En este caso, la lactancia debe ser a demanda

Atentos a estos síntomas

Con experiencia de trabajo en el Hospital del Niño, la pediatra Deborah Eskenazi ha sido testigo de innumerables casos de pequeños en estado de deshidratación. Algunos de ellos, en un estado muy grave. “Si los papás no saben reconocer los signos de alarma y llegan a emergencias muy deshidratados, literalmente los niños pueden morir”, asegura.

En nuestro país, explica la especialista, la diarrea es la causa más común para la deshidratación en niños, seguida por los vómitos. Tenlo claro: estos son los problemas a los que debes estar más atento.

“A veces los papás ven dos o tres diarreas y piensan que no pasa nada”, lamenta la especialista. Es una equivocación, como lo puede ser el pasar por alto los vómitos. “Si un niño come algo contaminado con alguna toxina, vomita muchas veces y en tres o cuatro horas no ingiere líquido, se deshidrata rápidamente”, explica Eskenazi.

Si el pequeño sufre de algún tipo de desnutrición, la deshidratación puede complicarse rápidamente. Los riesgos son también altos en otros casos como el de los niños con diabetes tipo 1, una enfermedad que, según el Ministerio de Salud, afecta a unos 50 mil niños en el país.

En casos de deshidratación leve, quizá tu pequeño sufra apenas estreñimiento o sequedad en la piel. Sin embargo, si el caso se torna grave, la falta de agua en el organismo puede llevar incluso hasta una falla renal crónica. Mantente atento a las señales de advertencia y asegúrate de dar a tu hijo la hidratación que necesita.