REDACCIÓN CONTENTLAB
MAYO 04, 2022

Apostamos a ojos cerrados que si te preguntamos cuánta agua debes tomar al día, vas a responder que son ocho vasos. Y sí, como regla general sirve para prevenir la deshidratación. Pero, ¿realmente tú necesitas dos litros de agua al día?

La respuesta es no. O no necesariamente. Cada persona tiene necesidades distintas, así que lo que a ti te sirve puede que sea insuficiente para tu pareja o para tu padre. Y nadie quiere andar por la vida sintiéndose fatigado o desenfocado, ¿cierto? Así que mejor hacer nuestras propias cuentas y encargarnos del asunto.

Partamos por decir que hay una regla más precisa que la de los ocho vasos al día. Se trata de una fórmula matemática que toma en cuenta el principal factor para saber cuánta agua necesitas: tu peso. Andrés Guevara, cirujano del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, nos la explica: “la cantidad de agua que requiere una determinada persona es variable, de acuerdo a su peso y a las diversas actividades que haga durante el día. Pero, en general, el requerimiento hídrico del cuerpo varía entre 30 y 40 ml por kilo al día”.

Ahora, el peso es un factor muy importante, pero no el único a tomar en cuenta cuando de hidratarte se trata. Te sorprendería saber que habitualmente los hombres necesitan más agua que las mujeres. “Normalmente tienen más masa magra que las mujeres, por lo que tienen mayor necesidad de agua. Aproximadamente entre 400 ml y 500 ml más que una mujer (de su mismo peso)”, explica Carlos Castro, médico internista con estudios de investigación en la Escuela de Salud Pública de Harvard University.

El embarazo, sin embargo, es una excepción. Durante este periodo las mujeres tienen una mayor necesidad de agua. ¿Cuánta? En principio, una buena medida es revisar el color de la orina. “Debe ser un amarillo claro, casi transparente”, comenta Castro. Si el color de la orina es muy amarilla, es necesario beber más agua. Ojo, este es un indicador que sirve no solo para las embarazadas, sino para todos los que nos preguntamos qué tan bien hidratados estamos.

Por supuesto, el nivel de actividad física también es importante. Si somos sedentarios, necesitaremos menos agua que aquellos que hacen ejercicio habitualmente. 

Pero no todo es características individuales: también influye el clima del lugar en el que vivimos. Si vives en Cusco, por ejemplo, tendrás menos necesidad de agua que si vives en Piura. “Mientras más calor hay, mayor transpiración”, señala el galeno. Es interesante saber que, además de la transpiración, también perdemos agua a través de la respiración. Y, dado que en climas cálidos respiramos más agitadamente, explica Castro, también perdemos más agua.

Así que ya sabes, tu necesidad de agua no es la misma que la de la gente a tu alrededor. Saca tus propios cálculos y prepárate para mantenerte hidratado. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.