Óscar Meza nos revela cuáles son sus cábalas para Año Nuevo

El actor no sigue los clásicos rituales que se realizan en esta fecha, pero tiene tradiciones muy personales que cumple cada fin de año.

REDACCIÓN CONTENTLAB
Diciembre 28, 2021

Óscar Meza espera con mucho anhelo la llegada del 2022, porque este verano va a lanzar una nueva serie web de comedia llamada “Yaco TV”. Además, en marzo inicia los ensayos para “El Cuidador” en el Teatro Británico, junto a Alberto Ísola y Rómulo Assereto.

Esta obra se iba a estrenar el 20 de marzo de 2020, pero la pandemia y la cuarentena llegaron antes. Por eso, recibir este Año Nuevo será muy especial para el artista, quien también protagoniza la serie “Un Día Eres Joven”, que acaba de ser incluida en la parrilla de Amazon Prime para toda Latinoamérica. Oscar está imparable.

¿Cómo te sentiste este año?

Definitivamente, el 2021 lo siento con más esperanza. Aunque el verano fue triste. A mí me encanta la playa, meterme al mar por horas, mejor si es con mis amigos. No poder hacer eso más que estar viendo la calle desde mi ventana fue duro. Entonces, sí tengo más expectativas y ganas de planificar. El Año Nuevo anterior no me permitió pensar en mí mismo a futuro, en qué proyectos quiero llevar a cabo, a dónde quiero viajar o con qué amigos quiero juntarme en el verano. Era un estado puro de supervivencia, ahora se siente mejor y parece que hay más espacio para la cultura. Estoy más entusiasmado.

¿Tienes algún plan para el 31 de diciembre?

A pesar de todo lo que he dicho, soy pésimo organizando cosas. Soy de los que a última hora se suma al plan de alguien. Fantaseo con los lugares a dónde me gustaría viajar o estar con este grupo de gente, pero no sé si será miedo a que se me cancelen los planes y se me desmorone todo. Así como el chiquito que no quiere celebrar su cumpleaños, porque piensa que nadie va a ir (risas). Tal vez un poco de lo mismo y siempre llamo a mi mejor amigo Renato, quien me responde el teléfono el 31 de diciembre a las 5 de la tarde y me dice “no tienes planes y quieres venir a mi casa, ya vente, aquí hay espacio para ti”. Si él escucha esta entrevista se va a matar de risa porque es verdad.

¿Cómo la suelen pasar en casa de tu amigo Renato?

Él tiene una casa en Punta Hermosa. Voy ahí desde los 14 años, él ha recibido a todos mis amigos de la promoción del colegio, todos hemos caído algún verano. Hasta el día de hoy, sigo yendo a la misma casa y sigo teniendo la misma conversación. Lo llamo y se burla de mí, dice que soy su última opción (risas). La casa de Renato tiene una serie de características que me gustan mucho y se relacionan con el Año Nuevo. Puedo ir a tomarme algo con él, su familia, amigos de la playa, hay mucha diversión, pero a la vez hay mucho espacio también para pensar en las cosas que nos preocupan, nos gustan, lo que imaginamos a futuro, para hablar sobre nosotros, de cosas más íntimas de nuestra amistad. Todas estas aristas que conforman la esencia del Año Nuevo. 

Y el tema del mar, ¿tienes alguna cábala con él o lo asocias con el Año Nuevo?

Creo que me cuesta pensar en pasar Año Nuevo lejos del mar. Me gusta, trae una energía renovadora. Me he metido al mar a medianoche. El mar y el agua (en general) me tranquilizan. Siento que me libra de algo pesado, es un momento muy íntimo cuando uno se mete al mar, estar inmerso en la inmensidad, de pronto, te hace sentir cierto alivio, te hace sentir chiquito, que las cosas que te aquejan o no son tan grandes o hay algo más: espacio, tiempo, muchas posibilidades de todo.

¿Tienes alguna otra tradición que sea solo tuya que hagas en fin de año?

Soy muy escéptico, en todo caso, te podría decir que sin saber cuál es mi cábala o ritual, sé que llegado el día voy a hacer algo puntual. Trato de no ser demasiado cabalístico, místico, ni ser tampoco tan estricto, ni hacerme un plan de vida mensual para el año venidero. Siempre necesito un momento para sentir que estoy conectado conmigo mismo, de la forma que sea: de mirar el mar, de quedarme en silencio un rato, de darle un abrazo a mi amigo y decirle que lo quiero y que espero que le vaya bien a él y su familia, o llamar a mis padres. Sí, necesito como una especie de cierre de año en el que le hago llegar mi cariño sincero a las personas que más quiero o que este año han sido importantes.