¿Qué sucederá con los sistemas de comunicación durante un terremoto en la capital?

De los errores se aprende y, tras el sismo del 2007 en la ciudad de Pisco, a las organizaciones de emergencia nacional les quedó una lección: las telecomunicaciones van a fallar. Aquel 15 de agosto, los operadores telefónicos sufrieron la caída de sus servicios por largas horas. Según registró la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el colapso afectó incluso a autoridades locales, policía y ejército, que quedaron incomunicados con sus niveles operativos en momentos críticos. 

Ante la proyección del Instituto Geofísico del Perú (IGP) de un posible sismo de 8.8 grados en Lima y Callao, los centros de emergencia están advertidos de que este escenario podría volver a repetirse. “En primer lugar, no habrá enlaces con ningún operador, se va a cortar la luz eléctrica. Para ello, como Centro de Operaciones de Emergencia Nacional, tenemos otras alternativas”, indica el general Rolando Capucho, coordinador general del COEN.

RADIO Y SATÉLITE
Entre estas opciones se encuentra la red de comunicación radiofónica —que por su frecuencia y rango es más eficiente en emergencias— y la satelital, a través de la cual se mantendrán en comunicación las entidades encargadas de responder a la emergencia. “En la red satelital tenemos a todos los gobernadores regionales, a todas las autoridades del Estado, a las direcciones desconcentradas e Indeci”, explica. 

De esta manera, ante el colapso de infraestructura o antenas, cada unidad de respuesta estatal y centro de Defensa Civil cuenta con equipos portátiles para coordinar acciones operativas durante la emergencia. Por ello, el coordinador general del COEN recomienda a las familias tener identificados a los centros de Defensa Civil dentro de sus respectivos municipios, pues en ellos encontrarán todos los medios para comunicarse.

UNA LÍNEA DE EMERGENCIA PARA LAS FAMILIAS
En cuanto a los servicios públicos de telefonía, las empresas operadoras han establecido planes de emergencia para dar continuación y robustecer sus servicios ante desastres naturales. En el 2019, Movistar liberó el servicio de mensajes gratuitos para las regiones de Loreto y San Martín, ante el sismo de 8 grados que sacudió esas zonas. Por otro lado, Claro Perú señala haber cuadruplicado su número de estaciones base y haber realizado mejoras en los sistemas de respaldo de sus estaciones para enfrentar posibles cortes en el suministro de energía, desde el terremoto de Pisco.

Sin embargo, la suspensión de servicios por daños estructurales o saturación de líneas en un terremoto es altamente probable. El Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) registró, durante el sismo de 2019 en Loreto, que los cuatro operadores principales del país presentaron cortes de energía, saturación del servicio móvil y estaciones base funcionando solo con baterías de respaldo. 

Ante ese panorama, todas las operadoras tienen como protocolo activar el servicio de mensajería gratuito 119. El sistema ha sido establecido por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones como un mecanismo de comunicación de emergencia que deberá estar activo permanentemente.

“Es cierto que inicialmente no habrá línea telefónica, pero lo primero que se va a reestablecer es el 115 (Defensa Civil) y el servicio de mensajería 119”, señala Capucho. El sistema 119 es un servicio gratuito que les permitirá a las personas comunicarse desde las zonas de emergencia. Con él, los ciudadanos podrán dejar un mensaje de voz, indicando su ubicación y situación a sus familias, quienes recuperarán el mensaje empleando el mismo servicio, explica el general.

Los mensajes enviados por este medio se almacenarán en la red de emergencia durante siete días y las familias podrán acceder a ellos gratuitamente, las 24 horas del día. Asimismo, especialistas de Indeci recomiendan a los ciudadanos crear un plan de comunicaciones en emergencia, en el que tengan a la mano los números celulares de cada miembro; elaborar una libreta familiar con datos personales, ubicación y contacto de centros de trabajo; y repasar las líneas de emergencia.