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03. LOS PACIENTES CARDIOVASCULARES
¿Qué cuidados debes tener si eres un paciente cardiovascular?
Mantener un estilo de vida saludable, asistir a los controles médicos y tomar las medicinas en forma adecuada reducen considerablemente el riesgo de recaídas y complicaciones cardiacas.
Reconoce tus factores de riesgo y no te descuides
¿Tienes antecedentes familiares de infarto o ictus? Tenlo claro: debes hacerte un chequeo cardiológico anual, por más que tengas hábitos saludables y no sufras enfermedades crónicas.

CAPITULO 1
CAPITULO 2
REDACCIÓN CONTENTLAB
01 SEPTIEMBRE, 2022
El corazón es un órgano muy noble, pero necesita cuidado. Se estima que 520 millones de personas en el mundo viven con enfermedades cardiovasculares (ECV) que pueden estar originadas por diversas razones: desde hábitos poco sanos hasta factores hereditarios, según advierte la Fundación Española del Corazón.
¿Qué tan importante es cuidar la salud del corazón? Según cifras de la propia OMS, es fundamental: ocho de cada diez fallecidos por problemas cardiovasculares habrían sobrevivido con un diagnóstico oportuno, una dieta balanceada y un control médico adecuado. Por eso es importante tomar conciencia sobre este tema incluso desde la infancia, para tener una vida adulta activa, plena y saludable.
Las ECV afectan al corazón y los vasos sanguíneos. Ocurren cuando las arterias se estrechan por la acumulación de placas de grasa en sus paredes, obstruyendo el flujo de la sangre y obligando al corazón a trabajar mucho más. Dicha condición puede generar infartos de miocardio, cardiopatía, derrame cerebral, discapacidad permanente e incluso una muerte súbita.
41,1% de
personas mayores de
15 años tiene un riesgo
cardiovascular
muy alto en Perú
Fuente: Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES – 2020)
del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Aunque en el imaginario común las ECV están normalmente asociadas con adultos mayores, la realidad es que cada vez son más las personas de mediana edad e incluso jóvenes que padecen estas enfermedades, asegura el doctor Carlos Fernández, asesor médico de Bayer. En gran parte, explica, esto se debe a la aparición más temprana de condicionantes como la diabetes, la obesidad, el colesterol alto y la hipertensión. Para disminuir el riesgo de desarrollar cualquier enfermedad cardiovascular, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha resaltado la necesidad de adquirir hábitos saludables.
HÁBITOS QUE PROTEGEN
El primer paso para una vida saludable es lograr un régimen nutricional balanceado. Una alimentación rica en frutas y verduras, y baja en sal, grasas, harinas, dulces refinados y carnes rojas es indispensable para mantener a raya los males cardíacos. Con una simple fórmula se puede aprender a dividir las porciones de cada grupo de alimentos necesario en las comidas: “la mitad del plato debe contener vegetales; y el resto, dividirse en partes iguales entre proteínas y carbohidratos como arroz integral, tubérculos, granos o menestras”, señala Fernández.
Por el contrario, hay ciertos alimentos que se deben dejar de lado. La Fundación Española del Corazón advierte que los azúcares refinados, gaseosas, embutidos, grasas saturadas, carnes curadas y comidas enlatadas deben restringirse al máximo, pues sus altos niveles de sodio y azúcares son sumamente perjudiciales para la salud cardiovascular. Lo mismo sucede con la ingesta excesiva de alcohol, que daña al organismo así suceda de forma esporádica, y el consumo de tabaco.

En paralelo a la alimentación balanceada, prevenir una ECV implica también incluir al ejercicio en la rutina de vida. ¿La razón? Realizar actividad física con regularidad mantiene el músculo cardiaco fuerte.
Como mínimo se debe hacer deporte tres veces a la semana, durante al menos 30 minutos. Y si la frecuencia puede ser más alta, pues mejor. Para el doctor Rubén Romero, de la Sociedad Peruana de Hipertensión Arterial, ejercitarse cinco veces a la semana es lo más recomendable. Caminar, trotar y montar bicicleta son buenas opciones para conservar un peso adecuado, regular la presión arterial y evitar la acumulación de placas en arterias.
18 millones
de personas mueren cada año por enfermedades cardiovasculares
Fuente: Organización Mundial de la Salud.

GRUPO CON MAYOR RIESGO
Los diabéticos, hipertensos, dislipidémicos y obesos son más propensos a desarrollar ECV. Estas patologías crónicas triplican la probabilidad de desencadenar un ataque cardíaco, especialmente si no están bien controladas. De igual forma, quienes tienen antecedentes familiares de afecciones cardíacas deben cuidarse desde muy jóvenes.
Lo emocional también entra en juego cuando se trata de las ECV. El estrés puede disparar complicaciones cardíacas, señala el doctor Bristan Maraza, miembro de la American Heart Association. Los niveles altos de tensión incrementan la presión sanguínea, aumentan la inflamación en el organismo, elevan el colesterol malo y generan que el corazón palpite a un ritmo alterado.
Las personas que sufren mucha tensión tienden a dormir mal y comer en exceso, e incluso tienen mayor predisposición a beber alcohol, fumar con frecuencia y consumir drogas. Todos estos son hábitos que aumentan la posibilidad de sufrir un infarto. Por ello, aprender a manejar el estrés es vital.
CONTROL OPORTUNO
Quienes tienen antecedentes familiares de ECV, hipertensión arterial, diabetes o muerte temprana (es decir, hombres menores de 50 años y mujeres menores de 60 años) por males cardíacos, deben realizarse chequeos cardiológicos anuales desde los 18 años.
Si usted es padre de familia con historial genético de cardiopatías, su hijo debe pasar por control médico anual desde pequeño. Así podrá detectar de manera precoz cualquier factor de riesgo que pueda complicar su salud con los años. Una ECV puede presentarse de imprevisto, por lo que hoy es el mejor momento para empezar a cuidar su corazón. Infórmese y consulte a su médico de cabecera sobre las medidas que debe tomar.
Fuentes orales:
Carlos Fernández, asesor médico de Bayer.
Rubén Romero, miembro de la Sociedad Peruana de Hipertensión Arterial.
Doctor Bristan Maraza, miembro de la American Heart Association.
Bibliografía:
Organización Mundial de la Salud (OMS)
Fundación Española del Corazón
Instituto Nacional de Estadística e Informática
Organización Panamericana de la Salud (PAHO)
Ministerio de Salud
Revista Peruana de Cardiología

(*) Para cada uno de los testimonio se han utilizado seudónimos con el fin de no revelar los nombres de los entrevistados.
¿Cómo cuidar tu corazón?
Esta son algunas dudas frecuentes que puede tener una persona con alguna enfermedad cardiovascular. Conoce por qué es tan importante prevenir y comienza hoy mismo un cambio por la salud de tu corazón

¿Qué impacto tiene sufrir coronavirus (covid-19) en las personas que padecen enfermedades cardiovasculares?
Las enfermedades cardiovasculares, como el haber tenido un infarto cardiaco o usar prótesis valvulares, puede resultar en comorbilidades graves para quienes padecen covid-19. Antes de las vacunas, el tener padecimientos cardiacos precipitaba problemas extremadamente críticos para este tipo de pacientes, incluso con desenlaces fatales.De todas formas siguen siendo un coadyuvante grave para quienes se infectan con coronavirus, especialmente para quienes no están vacunados.
¿Qué debe hacer una persona que padece enfermedades cardiovasculares con su medicación si se contagia de covid-19?
En general, lo ideal sería consultar con su médico, porque este al conocer del contagio puede ayudarle a prevenir problemas más serios en el contexto del covid-19 más una enfermedad cardiovascular. Ahora, ya se está considerando a la infección por Sars Cov 2 como un factor de riesgo adicional a los clásicos.
¿Qué factores de riesgo puede controlar una persona para evitar desarrollar enfermedades cardiovasculares?
Hay tres tipos de factores de riesgo: modificables, no modificables y controlables. La primera categoría hace referencia a quienes pueden llegar a eliminar, por ejemplo la obesidad o el hábito de fumar. Si un paciente obeso baja radicalmente de peso, se elimina ese factor de la ecuación.
Los clasificados como no modificables son aquellos que no se alteran y que no se pueden cambiar. Hay personas que por la edad o el género son más propensos a padecer ciertas enfermedades, como aquellos que tienen antecedentes familiares con diagnósticos de este tipo.
Los controlables hacen referencia los que no se pueden eliminar, pero que con un seguimiento adecuado no llegan a causar problemas. Por ejemplo, la presión arterial alta, que no se cura, pero que se puede controlar con la medicación adecuada.
¿Cuáles son los principales o primeros síntomas o señales de las enfermedades cardiovasculares?
Depende mucho del tipo de padecimiento que tenga la persona. No existe un algoritmo, hasta el momento, que permita identificar completamente y solo a través de síntomas que alguien padece una enfermedad cardiovascular. Siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo porque hay muchas variables que si no se hace un seguimiento adecuado, a veces el primer evento es el primero, el único y el último. Es difícil tener un control al 100 % basado en señales o síntomas. En su lugar, funciona estratificar los factores de riesgo. Es decir, considerar aquellas variables que se pueden modificar o controlar para reducir el porcentaje de riesgo del paciente. Conocer este riesgo tras una evaluación precisa es necesario para tomar medidas efectivas de control y así atenuar la posibilidad de que se desencadenen otros eventos cardiovasculares.
¿Cómo se diagnostican las enfermedades del corazón?
El estudio de los factores de riesgo, que es un análisis clínico, permite al especialista saber a qué se está enfrentando. A eso se suman los exámenes paraclínicos que sirven para confirmar los indicios que observa el especialista. La evaluación clínica es lo más importante y lo que ayuda a decidir con mayor exactitud qué exámenes paraclínicos se van a hacer, no todos necesitan los mismos.
Si una persona tiene antecedentes de enfermedades del corazón en la familia, ¿a partir de cuándo debe empezar a hacerse chequeos regulares y con cuánta frecuencia?
En general, en los hombres después de los 40-45 años el riesgo cardiovascular aumenta. En las mujeres sucede a partir de la menopausia. Esto independientemente de los factores de riesgo, como son los antecedentes familiares de la enfermedad. La edad es en sí mismo un factor de riesgo y un indicador muy importante. Sin embargo, si una persona joven que, por decir, fuma, tiene sobrepeso y tiene antecedentes, puede tener un evento en edades tempranas. En el caso de los pacientes con antecedentes es relevante y útil conocer a qué edad su familiar o familiares tuvieron los eventos.
La frecuencia de los chequeos dependerá del paciente y de la cantidad de factores de riesgo adicionales que tenga. Según los hallazgos y su severidad (perfil de glucosa o de colesterol muy altos, por ejemplo) existen protocolos para saber en qué tiempo deberá presentarse el paciente al siguiente control. Cuando hay un alto riesgo cardiovascular, por el análisis de los factores de riesgo, los controles son más periódicos y seguidos.
¿Pueden las personas con enfermedades cardiovasculares practicar cualquier tipo de deporte o actividad física?
Antes de la práctica de un deporte o hacer alguna actividad física se debe saber si los factores de riesgo del paciente están controlados. Si ese es el caso, los ejercicios ayudan mucho a reducir aún más el riesgo cardiovascular.
Al contrario, en un paciente no controlado puede ser peligroso. El tipo de actividad o deporte a practicar, durante cuánto tiempo y la frecuencia dependerán de cómo está el paciente, de su evaluación clínica completa. Se deben considerar también variables como la edad, la patología específica y hasta qué punto puede llegar la persona.
Si un paciente no ha practicado ningún deporte recientemente o no acostumbra a hacer actividad física, debe empezar de manera progresiva. Siempre con el control de su especialista. En ciertas ocasiones, es necesario antes de dar el visto bueno hacer una prueba de esfuerzo. De forma general, se suelen recomendar la natación, la caminata rápida, correr o la bicicleta. En personas que no puedan realizar mucho esfuerzo basta con paseos a un ritmo adaptado a su condición.
¿Puede afectar el carácter de una persona (que sea nerviosa, ansiosa o estresada) en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares?
Más que el carácter, lo que sí tiene incidencia es la ansiedad extrema o el estrés. Este último es un factor de riesgo. Hay estudios que determinan que una persona estresada tiene seis veces más posibilidades de desarrollar un evento cardiaco. Este factor de riesgo, que tiene tanta incidencia en eventos, se debe tratar de controlarlo o manejarlo para reducirlo.
¿Qué tipo de alimentación se recomienda para personas con enfermedades cardiovasculares?
La dieta es un mecanismo de control de riesgo. De forma general, se recomienda comer una baja cantidad de azúcar y grasas no saludables (como aceites polisaturados). Darle prioridad a los vegetales, hortalizas, frutas y cereales. El consumo de sal debe ser moderado y dar prioridad a las carnes blancas sobre las rojas. El consumo excesivo de estas últimas puede disparar los niveles del ácido úrico que se convierte en un factor de riesgo para los pacientes. Sin embargo, es importante siempre contar con la asesoría de un experto en el campo, un nutricionista altamente preparado que elabore una dieta detallada según las circunstancias de cada persona es lo óptimo.
¿Qué efectos pueden tener estas enfermedades en el resto del cuerpo?
En primera instancia, una presión arterial alta daña el riñón, las retinas y el cerebro. La presión alta está en todos los órganos, pero principalmente en los órganos blancos. Hay que tener claro también que los factores de riesgo que inciden en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares tienen repercusión en otros sistemas. El control inadecuado de la presión puede ocasionar una insuficiencia renal, por ejemplo, y agravar el cuadro cardiovascular. Son enfermedades que no solo se quedan en el ámbito cardiaco y que cuando no están bien controlados los pacientes puede aumentar la letalidad.
Fuentes:
Iván Zulenta, cardiólogo
Vladimir Ullauri, cardiólogo y ecocardiografista, vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Cardiología
Fundación Española del Corazón y Organización Panamericana de la Salud (OPS)
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