Aprender a hacer regalos con nuestras propias manos puede ser una experiencia gratificante, en especial durante la primera infancia. Cuando un niño o una niña regala algo hecho con sus manos, está también dando uno de los mejores resultados de sus más recientes aprendizajes, algo que para él o ella está cargado de valor y emotividad.

“Si un niño realiza algún detalle para alguien de su entorno y se lo regala, definitivamente el aspecto emocional está involucrado. Los niños se esfuerzan al momento de realizar ese detalle, ya que están poniendo en práctica habilidades que están en proceso de lograr como la prensión pinza, el recorte o la grafomotricidad, ese esfuerzo que ellos hacen es importante y hay que valorarlo”, explica Wendy Alegría, educadora con especialidad en niñez temprana y creadora del espacio digital “Miss Wendy”. Además, añade: “Esto impacta en el desarrollo de su autoestima”.

Además, el procurar un espacio para crear junto a los más pequeños del hogar ayuda a fortalecer los vínculos entre padres e hijos. Alegría señala que en estos momentos donde los niños comparten en familia, se sienten escuchados, amados e importantes. Es una gran oportunidad para que padres e hijos se conozcan más.

Por otro lado, estas actividades son ideales para cultivar nuevas habilidades y darle valor al trabajo en equipo. “Hacer trabajos manuales y creativos les brinda a nuestros niños la posibilidad de desarrollar muchos aspectos como su imaginación, concentración, memoria y motricidad”, indica Harumi Yshara, licenciada en Educación Primaria y creadora del espacio digital educativo “Miss Harumi”.

Ambas educadoras sugieren que se planteen proyectos sencillos como marcos para fotos, maceteros, laberintos con cajas, bolos con latas pintadas, porta lapiceros, etc. También podemos hacer adornos según la época, como posavasos en macramé o frascos con dulces y snacks, entre otras opciones.

“En caso sea la primera vez que el niño o niña  realiza una de estas manualidades, los padres pueden guiarlos a través del ejemplo y/o mencionando cada uno de los pasos”, precisa Alegría. El acompañamiento es fundamental, tanto para fortalecer el vínculo, como para cuidar el paso a paso y la seguridad de los niños en el proceso.

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