La comida no solo es una fuente de subsistencia: es una actividad que los peruanos relacionamos con el cariño familiar. Por ello, Mariel Vera, nutricionista especializada en alimentación basada en plantas y educación nutricional, destaca la importancia de introducir a los niños en esta tarea. “Lo ideal es que comiencen a cocinar con los padres, para afianzar lazos e ir familiarizándose con los ingredientes”, señala.

Como explica Vera, es necesario que el primer acercamiento a la cocina sea adecuado para la edad del niño. A medida que el pequeño crezca, se le podrá ir pidiendo tareas más complejas. “Esto también puede ir cambiando en relación a cómo vayamos viendo el desarrollo de la motricidad y de la confianza de los niños”, precisa la experta. Se puede empezar con postres fríos o recetas que no incluyan cocción, como la causa.

Más allá de la edad a la que se inician los niños en la cocina, es fundamental que el proceso sea lo más natural posible. “Hay que darles la opción de participar, dar ideas, probar nuevos sabores”, detalla Vera. Así, la cocina se convertirá en una oportunidad para ir despertando cierta independencia en los pequeños, pues, como explica la especialista, cocinar los empodera y los vuelve capaces de ayudar eventualmente en casa.

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