TICs: ¿cómo pueden ayudar a frenar el abandono escolar?

A finales de agosto, el Ministro de Educación, Martín Benavides, dio una cifra preocupante para el sector educación: aproximadamente, unos 300.000 escolares habrían quedado fuera de la escuela básica por causa de la emergencia sanitaria. Este dato refleja el impacto de la pandemia en el futuro de la educación de los peruanos y ofrece una perspectiva de lo que ocurrirá el próximo año si la tasa de deserción escolar se incrementa.

Las alarmas están encendidas desde que se decretó el cierre temporal de las escuelas. El Ministerio de Educación (Minedu) se encuentra articulando planes para reinsertar a los estudiantes que han salido del sistema educativo y la virtualidad se ha presentado como un elemento fundamental para alcanzar esa meta. La implementación de las TIC en las clases a distancia ha probado tener experiencias positivas en todo el país y acelerando la alfabetización digital de los niños.

UN PROBLEMA ALARMANTE
El Minedu define a la deserción escolar como “un problema socioeducativo” que alude al número de estudiantes que abandonan sus colegios en cualquier momento del año. A criterio de Santiago Cueto, director ejecutivo e investigador principal de GRADE, este fenómeno está estrechamente asociado con condiciones de ruralidad y pobreza que se han visto agudizadas por la pandemia. “Muchas familias de bajos recursos afrontan hoy mayores dificultades para generar ingresos, y ello ha llevado a que muchos adolescentes tengan que dejar los estudios para trabajar y aportar a la economía de sus hogares”, explica.

El especialista basa su argumento en uno de los hallazgos del estudio Predictores de la deserción escolar en el Perú, cuya autoría comparte junto con otros dos investigadores de GRADE. En el documento – publicado en julio de este año –, se menciona que una de las razones principales que los escolares de secundaria alegan para abandonar sus escuelas es la necesidad de trabajar para obtener una remuneración. “A los 15 años, gran parte de los adolescentes experimentan directamente la presión económica (…) y optan por la deserción”, señala el informe.

Otro de los factores que identifica la investigación es la falta de interés en los estudios. En algunos casos, la escuela no les ofrece a los estudiantes contenido que ellos perciban como motivador, relevante o útil. “Por ello, muchos jóvenes de secundaria prefieren trabajar porque entienden que es una actividad que les generará beneficios en el corto plazo”, agrega Cueto. La escasez y falta de acceso a plataformas tecnológicas son componentes adicionales que cortan las aspiraciones de los estudiantes que viven en entornos rurales.

Te puede interesar:
Seis libros para convertirte en un docente innovador

EL SALVAVIDAS DE LA TECNOLOGÍA
Con la modalidad remota ya en marcha, el reto para la educación peruana es confeccionar una propuesta que resulte atractiva para los estudiantes. Y es allí donde la tecnología adquiere un rol preponderante. De acuerdo con Cueto, el uso de las TIC en el terreno educativo debe estar respaldado por un modelo pedagógico claro y debe, a su vez, fomentar el uso aplicativos y recursos que permitan a los alumnos asumir un papel activo en su proceso de formación.

“El mundo digital ofrece un universo bastante amplio de materiales educativos y herramientas capaces de despertar la motivación de los estudiantes”, señala el especialista, quien destaca el potencial que tienen estos recursos para lograr que los alumnos participen y aprendan con contenidos con elementos de sus realidades e intereses.

Por ello, es importante que los docentes sean capacitados en el manejo de estas herramientas tecnológicas y así aprovechar sus beneficios de forma eficiente. Gracias al aporte de organizaciones como Fundación Telefónica y los programas de educación pedagógica del Ministerio de Educación, maestros y maestras de Lima y otras regiones del Perú reciben instrucción y acompañamiento en el uso de plataformas digitales y metodologías innovadoras de enseñanza. De esa manera, los docentes se empoderan para combatir la deserción escolar.

Asimismo, Cueto alega que la tecnología puede ser la pieza clave al estructurar un sistema flexible de aprendizaje para los estudiantes de secundaria que tienen una carga familiar. La combinación de clases presenciales y educación digital podría adaptarse a sus necesidades, permitiéndoles adecuar sus horarios de clases con el trabajo y evitando que tengan que decidir entre opciones.

Como bien apunta el estudio de Grade, “cada estudiante que abandona la escuela presenta una historia única que debe ser atendida y comprendida”. Por lo que es necesario buscar estrategias que se adapten a las distintas realidades , y en esa línea la tecnología está demostrando ser clave para adaptar la educación a las necesidades más urgentes de los estudiantes.